"No me presento a la presidencia"
I?aki Urdangar¨ªn, vicepresidente del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Espa?ol (COE) desde febrero pasado, no se presentar¨¢ a la presidencia de dicho organismo en las elecciones que se celebrar¨¢n en enero. "No entra en mis planos. Al menos, por el momento", manifest¨® a este peri¨®dico en Sevilla, donde ha participado en los cursos que organiza la universidad Pablo de Olavide sobre ¨¦tica y deporte. Cuatro a?os despu¨¦s de retirarse del balonmano, en el que consigui¨® ¨¦xitos relevantes con el Barcelona y la selecci¨®n espa?ola, Urdangar¨ªn (Zum¨¢rraga, Guip¨²zcoa; 1968) ha conocido en el COE los problemas que se derivan de la gesti¨®n del deporte. En su opini¨®n, Espa?a necesita conseguir un modelo m¨¢s homog¨¦neo para alcanzar las cotas que considera deseables, "alrededor de 40 medallas en los Juegos Ol¨ªmpicos".
"?Somos un pa¨ªs de 40 medallas en los Juegos? Creo que s¨ª. Espa?a tiene todas las condiciones: poblaci¨®n, clima, cultura deportiva, entusiasmo..."
"La situaci¨®n se ha crispado en el deporte espa?ol. Hay una impresi¨®n de deporte heterog¨¦neo. No se acaban de juntar todas las piezas del mosaico"
Pregunta. Tras su larga experiencia como deportista de primer nivel, ?c¨®mo les observa desde su nueva posici¨®n?
Respuesta. En muchos aspectos, el deportista se encuentra bastante desamparado. No recibe la atenci¨®n ni los recursos necesarios, y no me refiero s¨®lo a los econ¨®micos, sino a los intangibles, tan importantes en el deporte. Es necesario que se encuentren respaldados y protegidos por un mundo de servicios para que su vida como deportistas sea m¨¢s segura y m¨¢s agradable. El mundo del deporte est¨¢ lleno de incertidumbres: de lesiones, de decepciones en la alta competici¨®n, de problemas cotidianos que pesan demasiado; en algunos casos, de pr¨¢cticas intolerables, como el dopaje. A las dudas hay que responder con eficacia, con ayudas, con servicios que mejoren la actividad y el rendimiento de los deportistas.
P. ?Tiene vigencia el modelo que se cre¨® con Barcelona 92?
R. El modelo ha funcionado, de eso no hay duda. Pero siempre hay riesgos de estancamiento. Est¨¢ claro que el deporte de alto rendimiento va a ser juzgado por sus ¨¦xitos. Adem¨¢s de dotarles de recursos econ¨®micos, tenemos que ser capaces de ayudarles en todo aquello que hay detr¨¢s de una medalla o que hay detr¨¢s de la lucha por una medalla.
P. Espa?a obtuvo 19 medallas en Atenas. El resultado se acogi¨® con bastante satisfacci¨®n en el COE y en el CSD. ?Qu¨¦ opini¨®n le merece el resultado?
R. El desaf¨ªo desde Barcelona ha sido situarnos entre 15 y 20 medallas. Hubo un ligero bache en Atlanta 1996 y Sidney 2000, pero en Atenas se ha regresado a ese punto de partida. Pero creo que el reto real es mayor. ?Somos un pa¨ªs de 40 medallas? Creo que s¨ª. Espa?a tiene todas las condiciones para lograrlo. Poblaci¨®n, clima, cultura deportiva, entusiasmo... Pero es necesario entender que se trata de proyectos de entre cuatro y ocho a?os, proyectos complejos que requieren inversiones, eficacia y el inter¨¦s para aprender de la experiencia de otras naciones.
P. ?Cu¨¢les son las principales urgencias que debe acometer el deporte espa?ol?
R. La situaci¨®n se ha crispado bastante en el deporte espa?ol. Hay una impresi¨®n de deporte heterog¨¦neo, como si el engranaje general no estuviera bien dise?ado. No se acaban de juntar todas las piezas del mosaico. Por un lado, est¨¢n los asuntos transferidos a las comunidades aut¨®nomas, tanto en educaci¨®n como en detecci¨®n de talento y alto rendimiento, donde el Gobierno tiene muy escasa responsabilidades. Por otro lado, est¨¢n el Consejo Superior de Deportes, las federaciones, el COE. Este panorama no es por s¨ª mismo ni bueno ni malo. Pero s¨ª que resulta fundamental coordinar perfectamente todos estos organismos porque, si no, podemos encontrarnos con descontentos y reproches.
P. ?El caso de la Federaci¨®n Catalana de Patinaje y los brotes racistas en los estadios son un s¨ªntoma de este an¨¢lisis o una an¨¦cdota?
R. Est¨¢ claro que hay cosas que no van bien. El deporte sirve para unir, no para separar. Es un principio b¨¢sico del olimpismo al que deber¨ªamos estar siempre atentos. Pero algunos problemas son la se?al de que algo no marcha bien. Hay que tender lazos al entendimiento, crear espacios de concordia y no de fricci¨®n. Ahora, Espa?a tiene el enorme reto de Madrid 2012. Es un desaf¨ªo crucial, el sue?o de un pa¨ªs, como sucedi¨® con los Juegos de Barcelona. Pero a veces parece que nos empe?amos en dar una idea del pa¨ªs que no es correcta.
P. A veces resulta dif¨ªcil saber cu¨¢l es el papel del COE en este paisaje.
R. Creo que es un organismo con una gran capacidad para transmitir los mejores valores del deporte; los valores ol¨ªmpicos, en definitiva. Por otra parte, el COE, por sus caracter¨ªsticas ajenas a las cuestiones pol¨ªticas cotidianas, deber¨ªa jugar un papel vertebrador muy importante en el deporte. Tambi¨¦n es fundamental su aportaci¨®n en las cuestiones de alta competici¨®n, donde se necesita una perfecta coordinaci¨®n entre el Consejo Superior de Deportes y las comunidades aut¨®nomas. En el plano internacional debe manifestar una gran capacidad de influencia. Los pa¨ªses de mayor ¨¦xito deportivo son los que desarrollan eficazmente la pol¨ªtica de relaciones internacionales, en la implicaci¨®n en organismos como federaciones o tribunales de arbitraje. En la medida en que el COE, el deporte espa?ol, se implique en el mundo exterior se podr¨¢n obtener ventajas enormes, en forma de convenios con otros pa¨ªses, b¨²squeda y contrataci¨®n de t¨¦cnicos internacionales, capacidad para dar m¨¢s servicios a los deportistas de alto nivel. Y luego deber¨ªamos sentirnos exigidos. El mundo de la alta competici¨®n se mide por los objetivos fijados y por los conseguidos finalmente.
P. En el mundillo del deporte espa?ol se le considera como el primer candidato a la sucesi¨®n de Jos¨¦ Mar¨ªa Echevarr¨ªa al frente del COE.
R. No contemplo la posibilidad de presentarme a la presidencia del COE. Estos comentarios chocan con la realidad, nunca me he postulado como candidato. Ahora mismo, no entra en mis planes. Agradezco al presidente el apoyo que me ha ofrecido durante estos meses. Ha sido un periodo muy interesante, de responsabilidad y aprendizaje. Pero considero que no se dan las circunstancias ¨®ptimas para presentarme a la direcci¨®n del COE. En cualquier caso, siempre brindar¨¦ todo mi apoyo a quien que se presente al cargo.
P. ?Qu¨¦ razones le han llevado a tomar esa decisi¨®n?
R. Mantengo toda mi ilusi¨®n por lo que significa el olimpismo. Me encanta ese mundo y lo que significa, especialmente en estos tiempos tan conflictivos en todo el planeta. No creo, sin embargo, que sea el momento de presentarme a la presidencia del COE. Es algo relacionado con las sensaciones, con las percepciones. La vida tiene un ritmo y no veo que ¨¦ste sea el momento.
P. ?Cu¨¢l es su idea de lo que deber¨ªa ser el deporte espa?ol en el arranque del siglo XXI?
R. Me gustar¨ªa verle desatascado, lleno de talento, con una base de deportistas mucho m¨¢s amplia. Otra obligaci¨®n b¨¢sica pasa por incorporar todav¨ªa m¨¢s a las mujeres, aunque se hayan producido avances notables. Tambi¨¦n hay que atender con urgencia y precisi¨®n a los cambios sociales que se han producido en Espa?a, en una sociedad que comienza a conocer el fen¨®meno inmigratorio. Aqu¨ª, el deporte es un importante veh¨ªculo de integraci¨®n social, un gran vertebrador social, sobre todo entre los j¨®venes. Estoy seguro, por otra parte, de que hay un gran campo de progresi¨®n en deportes que todav¨ªa no tienen un gran arraigo y que necesitan de programas de alto rendimiento, de aprendizaje en el exterior, de contrataci¨®n de t¨¦cnicos. Tambi¨¦n es trascendental el apoyo ci¨¦ntifico y la colaboraci¨®n con el mundo universitario. Al dopaje, uno de los problemas m¨¢s graves del deporte actual, hay que atacarlo con firmeza. Desear¨ªa que se establecieran los planes y la gesti¨®n para que en un periodo de cuatro a ocho a?os el deporte espa?ol se convirtiera en un referente mundial.
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