Un escolar en el Madrid
Javi Garc¨ªa, que jugar¨¢ hoy en El Madrigal, tuvo que irse a casa a hacer sus deberes escolares el viernes tras confirmarse su convocatoria
Mariano Garc¨ªa Rem¨®n, el entrenador del Madrid, lleva toda la semana cuchicheando al o¨ªdo de Javi Garc¨ªa. Pregunt¨¢ndole por sus "sensaciones". Javi Garc¨ªa, que formar¨¢ el doble pivote blanco junto a Celades hoy ante el Villarreal, tiene 17 a?os. Estudia primero de bachillerato y el pasado viernes, cuando se confirmaba su convocatoria, lo celebr¨® haciendo por la tarde los deberes. El chaval, que "jugaba con diez a?os a ser Ra¨²l", debut¨® con la misma edad que el delantero el pasado s¨¢bado, en el Bernab¨¦u, frente al Levante: "Ni me enter¨¦ de que me aplaud¨ªa el p¨²blico. Me lo tuvieron que contar despu¨¦s". Una de sus mejores virtudes es la concentraci¨®n.
Y la normalidad. "El vestuario del primer equipo huele como todos, a sudor", comenta el muchacho, que, pr¨¢cticamente, ha saltado del juvenil B blanco a la caseta de los mayores. "Los veteranos te preguntan qu¨¦ tal est¨¢s y est¨¢n muy encima de t¨ª, aunque tambi¨¦n van a su rollo", reflexiona el centrocampista, que se define como un tipo "con car¨¢cter". "En el equipo de Segunda B te gastan m¨¢s bromas y se cachondean m¨¢s de t¨ª que en el primero", sentencia.
Javi es un medio fuerte, alto, con tendencia a arrimarse al ¨¢rea contraria. Uno de sus mejores amigos es Cesc, del Arsenal, con el que comparte experiencias en las selecciones inferiores espa?olas: "Charlamos por Internet".
Su padre fue futbolista profesional del Murcia, portero. Cuando era muy peque?o, su madre le llevaba a ver sus partidos. "Me entr¨® el gusanillo desde muy chico por eso". Su progenitor, Pepe, le da consejos y le visita con mucha frecuencia en el piso en el que vive. "Me dice que tenga humildad y que vaya paso a paso", recita el chico. Precisamente, el jugador militaba en el Murcia cuando un ojeador del Madrid decidi¨® que hiciera las maletas y se incorporara al cadete blanco.
Por edad, Javi deber¨ªa vivir en la residencia del Madrid. Pero, al haber subido vertiginosamente de categor¨ªa, sus horarios son diferentes a los de los otros j¨®venes: ¨¦l se entrena por las ma?anas. De ese modo, decidi¨® estar solo en un piso. Todos los d¨ªas baja a comer a un bar cercano a su casa: "Muy barato".
Pero reconoce que estos d¨ªas previos a su posible titularidad no le ha sido tan f¨¢cil comer el men¨² del d¨ªa. "Es normal que se te encoja el est¨®mago antes de jugar en el Madrid", dice, aunque a continuaci¨®n matiza: "Yo no tengo miedo de jugar. En el campo me abstraigo de todo y pienso que estoy en el Madrid".
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