Pink Martini publica su segundo disco, 'Hang on little tomato'

El numeroso combo de Portland (Oreg¨®n) Pink Martini pone en circulaci¨®n su segundo disco, Hang on little tomato, tras hacerse un espacio en el ¨¢mbito comercial con su propuesta musical camp y cosmopolita, que les llev¨® a vender cerca de un mill¨®n de copias en todo el mundo de su primer ¨¢lbum, Sympathique.

Otros logros obtenidos por su excelente disco de presentaci¨®n fueron las nominaciones a la Mejor Canci¨®n del A?o y Mejor Artista Revelaci¨®n en los premios franceses Victoires de la Musique, la consecuci¨®n del disco de platino en Francia, de oro en Grecia y 25.000 copias facturadas en nuestro pa¨ªs.

Hang on little tomato ha tra¨ªdo a Madrid al director de la orquesta y del proyecto, el teclista Thomas Lauerdale, y a la vocalista China Forbes. Ambos tremendamente j¨®venes; el primero, de rasgos achinados y pelo te?ido de rubio. Ella lleva gafas un tanto retro y va completando las contestaciones de Lauerdale, que revela que la inspiraci¨®n para formar el grupo le vino "por las pel¨ªculas de Pedro Almod¨®var, al que, por cierto, hemos conocido hace poco en Los ?ngeles. Todo empez¨® cuando o¨ª la banda sonora de Mujeres al borde de un ataque de nervios: La Lupe, Los Panchos...". China apostilla: "Nos dijo que la pr¨®xima vez que estuvi¨¦ramos en Espa?a, nos ver¨ªamos. ?Colaborar en alguna pel¨ªcula suya? Ser¨ªa un sue?o".

Thomas Lauerdale, un graduado de Harvard y con formaci¨®n en piano cl¨¢sico, form¨® Pink Martini en 1994 con el objetivo de tocar en actos pol¨ªticos para causas progresistas. A pesar de que Thomas est¨¢ presente, es China, la cantante, quien explica: "?l ten¨ªa mucha curiosidad por la m¨²sica latina. Creo que fue el cruce de estilos y la posibilidad de cantar en muchos otros idiomas lo que le decidi¨® a formar un grupo as¨ª". Pink Martini, que ha llegado hasta la docena de componentes, aunque ahora s¨®lo tiene 10, tuvo su bautismo internacional en el Festival de Cine de Cannes, aunque su fama se propag¨® r¨¢pidamente y les llev¨® a tocar en Francia, Espa?a, Portugal, B¨¦lgica, Suiza, Grecia, Turqu¨ªa, Taiw¨¢n o L¨ªbano. Para su cantante, "en todos los sitios en los que tocamos hemos tenido un gran ¨¦xito. Pero quiz¨¢ sea en Europa, especialmente en Francia, donde hemos tenido mejor acogida, tal vez porque nos identifican como suyos". Su propuesta musical tan peculiar -a medio camino entre las orquestas de baile cubanas de 1930, una orquesta cl¨¢sica de c¨¢mara, una de pasacalles brasile?a y unos creadores de m¨²sica para cine negro japon¨¦s- tiene para Lauerdale "el sentimiento de la calle y mucho en com¨²n con gente de muy diversas partes del mundo. Creo que hay muchas corrientes del pop que tienen m¨¢s que ver con el hecho de estar en casa, delante del ordenador, viendo la televisi¨®n o jugando con alg¨²n videojuego. Nuestra m¨²sica, en cambio, defiende mucho m¨¢s el hecho de salir a la calle y disfrutar". En Pink Martini no hay samplers, ni soluciones digitales de ning¨²n tipo: "Todo el mundo toca sus instrumentos. Somos lo que se llama un grupo de dinosaurios musicales, aunque creo que tiene que ver m¨¢s con el coraz¨®n".

Famosos en todo el mundo por haber incluido como soporte sonoro en el anuncio de una marca de coches su tema Je ne veux pas travaille, no se hacen ning¨²n tipo de mala sangre por su colaboraci¨®n con la publicidad: "Honestamente, si no hubiera sido por el ¨¦xito de ese anuncio no estar¨ªamos aqu¨ª ahora".