La f¨®rmula sueca para frenar las muertes de tr¨¢fico
El pa¨ªs n¨®rdico, que logra la menor tasa de fallecidos en accidentes de Europa, aplica una nueva filosof¨ªa del transporte
?C¨®mo alcanzar el objetivo que ha marcado la Uni¨®n Europea para que en 2010 se reduzcan a la mitad las muertes en carretera respecto a 2000? ?C¨®mo conseguir que la sociedad asuma que no es aceptable, que es intolerable acomodarse en la tragedia? En Europa hay un ejemplo, el de Suecia, donde la utop¨ªa est¨¢ dejando de ser tal.
S¨®lo 529 personas murieron en accidentes de tr¨¢fico en Suecia en 2003. En Espa?a fueron 5.339. Aunque la poblaci¨®n espa?ola multiplica por cuatro la sueca y hay cinco veces m¨¢s coches, tambi¨¦n es cierto que el n¨²mero de muertos en carretera por cada 100.000 habitantes -ratio por el que se mide la siniestralidad- es de seis fallecidos anuales, la menor de Europa, cuando Espa?a supera los 13.
1.000 kil¨®metros de v¨ªas de doble sentido tienen barreras que evitan las colisiones frontales
"El fallo ha sido construir un sistema de transporte sin contar con el factor humano"
Y esto en un pa¨ªs en el que las condiciones de conducci¨®n son muy duras en sus largos inviernos (estos d¨ªas anochece a las 15.00 en Estocolmo y las nevadas son frecuentes). La respuesta, adem¨¢s del desarrollo humano (Suecia ocupa el segundo lugar mundial, tras Noruega, seg¨²n la ONU), est¨¢ en una conciencia social sobre la necesidad de seguridad en todos los ¨¢mbitos, un sentir arraigado que impulsa desde 1997 una nueva filosof¨ªa del transporte, la Visi¨®n Cero: la meta es que no haya ning¨²n muerto ni herido grave en el asfalto. Un objetivo inalcanzable, seg¨²n reconocen las autoridades de tr¨¢fico del pa¨ªs n¨®rdico, aunque es el acicate que anima a la redefinici¨®n de la seguridad vial para que tenga en cuenta los errores humanos.
El m¨¦todo sueco parte de una constataci¨®n: los humanos no estamos preparados para conducir de un modo natural ya que en toda la historia de la evoluci¨®n s¨®lo lo hemos hecho durante 100 a?os. As¨ª, como no podemos permitirnos esperar miles de a?os hasta que surja un homo automovilis, las carreteras, y las tecnolog¨ªas de la automoci¨®n han de adaptarse a la falibilidad del hombre para reducir al m¨¢ximo el n¨²mero de muertos y los grandes heridos por el tr¨¢fico.
"Ya no podemos aceptar un sistema de transporte que castigue con la muerte o un sufrimiento f¨ªsico de por vida por el simple hecho de haber cometido un error de conducci¨®n". ?sta es la piedra angular de las reformas. "El hombre, y no la econom¨ªa debe ser el centro del sistema; el fallo ha sido construir las carreteras, los coches, sin tener en cuenta el factor humano; se ha construido pensando en las reacciones de un hombre perfecto, pero no se puede educar a los ciudadanos para que sean perfectos", dice Claes Tingvall, director de Seguridad Vial de la Administraci¨®n de Carreteras de Suecia (ACS) y padre de la revolucionaria concepci¨®n.
?rboles que se retiran de los arcenes y farolas que se deforman con un impacto; c¨¢maras en los veh¨ªculos que cubran los ¨¢ngulos muertos y pilares que desaparecen de la carrocer¨ªa para aumentar la visibilidad, nunca suficiente, del conductor; promover que las empresas compren coches que tengan los m¨¢ximos adelantos t¨¦cnicos y el p¨²blico contrate transportes seguros. Todo esto y "un cambio en las conciencias sobre la seguridad unido a un liderazgo fuerte por parte de todos los implicados" est¨¢n consiguiendo el milagro sueco del tr¨¢fico, seg¨²n Tingvall.
Un ejemplo del compromiso de las autoridades suecas son los 1.000 kil¨®metros de carreteras de doble sentido que han sido reformados para dividir los carriles con barreras flexibles de cables de acero de modo que se impide adelantar pero se eliminan casi totalmente los choques frontales y se absorben los impactos laterales. En Espa?a murieron 3.132 personas en 2003 en accidentes ocurridos en v¨ªas convencionales, las m¨¢s abundantes y peligrosas.
Los suecos tomaron la novedad con prevenci¨®n al inicio (s¨®lo se puede pasar a otro veh¨ªculo cuando cada ciertos kil¨®metros se dobla uno de los carriles) "pero con el tiempo la han aceptado porque han visto que los accidentes han desaparecido", dicen en la ACS. Este organismo asegura que reformar un kil¨®metro de carretera de este modo se amortiza en tres a?os.
La primera vez que se conduce por los alrededores de Estocolmo llama la atenci¨®n que la mayor parte de los conductores respetan la distancia de seguridad y el l¨ªmite de velocidad en autopista (110 kil¨®metros por hora). La sensaci¨®n es de calma y seguridad, en un pa¨ªs en el que no es obligatorio pasar por la autoescuela para obtener el carn¨¦ (ense?a a conducir cualquier persona que tenga cinco a?os de experiencia al volante y s¨®lo se exige pasar un examen te¨®rico y otro pr¨¢ctico de conducci¨®n invernal).
?ke Geidenstam y su mujer Nadja poseen una autoescuela que el Gobierno puede cerrar si el 25% de los alumnos que optan por aprender en ella suspende los ex¨¢menes. Dicen que prefieren el sistema espa?ol, aunque reconocen que cuando circularon por Canarias la conducci¨®n les pareci¨® "m¨¢s an¨¢rquica y agresiva".
Otra de las columnas de la Visi¨®n Cero es el trabajo de los dirigentes del sector privado con las autoridades. Tingvall est¨¢ convencido de que "cuando los directores de empresas asuman que la seguridad de los transportes que contratan es primordial, su exigencia contagiar¨¢ a toda la sociedad, lo mismo que ocurri¨® cuando se prohibi¨® fumar en las oficinas". En S?dert?lje, al sur de la capital, una compa?¨ªa de taxis sostiene que garantizar la seguridad le ha hecho ganar mercado.
En cuanto a los fabricantes de coches, la Visi¨®n Cero tambi¨¦n reclama su cooperaci¨®n en la tarea de incrementar la seguridad. As¨ª, Saab colabora con seis veh¨ªculos adaptados con nueva tecnolog¨ªa para que se prueben en un barrio experimental de Trollh?ttan (sede de su planta principal) construido seg¨²n los est¨¢ndares de la ACS.
Esta misma compa?¨ªa ha dise?ado una llave para el coche que contiene un min¨²sculo alcohol¨ªmetro desarrollado para reducir el n¨²mero de muertos que produce la conducci¨®n bajo los efectos del alcohol en el pa¨ªs (29%). Anna Petre, directora de Relaciones P¨²blicas, sopla por el invento que le permite arrancar el motor de su coche tras comprobar que no ha bebido. En Suecia los coches Volvo y Saab se reparten la mayor parte del mercado y no son considerados coches caros y de gama alta, por lo que Petre opina que sus clientes querr¨¢n comprar seguridad con este aparato que se vender¨¢ a "unos 250 euros".
La regi¨®n de Gotemburgo es el gran centro fabril del autom¨®vil en Suecia. En las 300 hect¨¢reas de la factor¨ªa de Volvo en Torlanda, hay un centro de seguridad inaugurado en 2000 donde John-Fredrik Gr?nvall y su equipo de decenas de ingenieros estrellan los veh¨ªculos de la marca para recrear en laboratorio los accidentes de la vida real. Tienen adem¨¢s un archivo propio de m¨¢s de 30.000 accidentes en los que se han visto implicados sus coches cuyos datos se combinan con los ensayos para mejorar sus sistemas de seguridad activa (contra impactos) y pasiva (de protecci¨®n de los ocupantes).
La directora de Tr¨¢fico del Ayuntamiento de Estocolmo, Annika Feychting, conduce un coche inteligente cuando trabaja por la ciudad. Se abrocha el cintur¨®n y pone en marcha el motor. Un aparato no m¨¢s grande que un mando a distancia junto al volante es la ¨²nica muestra visible de un sistema piloto bajo el cap¨® que conecta el veh¨ªculo con un sat¨¦lite que le comunica los l¨ªmites de velocidad de los tramos que va recorriendo.
Si Feychting corre m¨¢s de la cuenta, el acelerador endurece su movimiento para avisarle; el limitador de velocidad, desarrollado por la empresa Imita, tambi¨¦n puede hacer vibrar el pedal.
La directora tiene claro que el conductor del futuro convivir¨¢ pronto con este tipo de sistemas: "El trazado de las calles es anterior a la Visi¨®n Cero, y como no podemos cambiarlo porque ser¨ªa demasiado caro, la tecnolog¨ªa nos ayuda as¨ª a no cometer un error fatal como es el de conducir demasiado r¨¢pido".
La mitad de v¨ªctimas que en 1978
Desde 1978 a 2003, Suecia ha conseguido reducir un 51% el n¨²mero de muertos en carretera; en estos 25 a?os, Espa?a no ha variado apenas sus cifras de bajas: 5.359 personas murieron en accidentes en 1978, 40 v¨ªctimas menos que en 2003.
Claro que si se ven en relativo, los datos no son tan malos para nuestro pa¨ªs. El parque automovil¨ªstico y el ¨ªndice de motorizaci¨®n se ha multiplicado exponencialmente en Espa?a desde los a?os setenta, cuando el nivel de desarrollo econ¨®mico sueco ya hab¨ªa alcanzado un nivel alto.
En la Direcci¨®n General de Tr¨¢fico (DGT) conocen la Visi¨®n Cero, que les merece "aprecio", aunque afirman que las diferencias entre ambos pa¨ªses son tan grandes que no ser¨ªa aplicable tal cual en Espa?a. La DGT prefiere fijarse en "los modelos italiano y franc¨¦s" para intentar reducir la accidentalidad en las v¨ªas espa?olas antes de asumir la filosof¨ªa n¨®rdica.
"Para reducir los accidentes, primero habr¨¢ que conocer en profundidad sus causas, cosa que no ocurre aqu¨ª", se quejaba hace un mes Aitor Canales, miembro de la asociaci¨®n de v¨ªctimas Stop Accidentes. Canales denunciaba que los atestados espa?oles contienen poca informaci¨®n. Pues bien, en Suecia, no s¨®lo investiga la polic¨ªa, sino que muchos siniestros son estudiados adem¨¢s por expertos de la administraci¨®n que elaboran detallados informes -son verdaderos libros- en los que participan incluso expertos en conducta humana.
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