La ciencia y Cervantes
Vaya por delante que son dos cosas distintas y no conviene mezclar churras con merinas. Pero en realidad se trata de lo mismo: miop¨ªa institucional. Parece, al fin, que se est¨¢ creando una especie de conciencia social sobre la necesidad de invertir en investigaci¨®n si queremos mirar con optimismo hacia el futuro.
?Grandes palabras y excelsos pactos hemos presenciado estos d¨ªas!
Pero ?acaso han visto ustedes el ¨²ltimo informe de la OCDE sobre nuestros estudiantes preuniversitarios? Es descorazonador; muy por debajo de la media en los indicadores estudiados: matem¨¢ticas, cultura cient¨ªfica y comprensi¨®n de lo escrito.
Alborot¨¦monos y digamos ?en la tierra de Cervantes y Cajal! Pues s¨ª.
Ver¨¢n, es tan rid¨ªculo que Espa?a quiera ser punta de lanza en Europa sin esfuerzo en Ciencia y Tecnolog¨ªa como que pretenda crear calidad cient¨ªfica con la pat¨¦tica inversi¨®n y mala administraci¨®n del gasto p¨²blico en colegios y cultura.
En un triste porvenir, nuestros cerebros se fugar¨¢n no s¨®lo para investigar dignamente, sino tambi¨¦n para aprender a leer.
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