Amor tricolor
A lo largo de diez a?os, Henry Buckley escribi¨® gran n¨²mero de cr¨®nicas para la prensa inglesa sobre la dram¨¢tica evoluci¨®n de la pol¨ªtica espa?ola entre dos agon¨ªas, la de la dictadura de Primo de Rivera y la de la Segunda Rep¨²blica. El libro ahora publicado en Espa?a resume esa experiencia, proporciona m¨²ltiples claves para entender la Espa?a republicana y da cuenta de algo extraordinario: c¨®mo un periodista puede llegar a enamorarse del pa¨ªs en que desarrolla su trabajo, conjugando observaciones extremadamente l¨²cidas con una progresiva implicaci¨®n sentimental en la suerte de unas mujeres y de unos hombres abocados inexorablemente a un desenlace tr¨¢gico. Son dos dimensiones de un relato sobre el que nunca llegan a producir interferencias. Buckley desea desde muy pronto el ¨¦xito de la Rep¨²blica, como instrumento pol¨ªtico necesario para modernizar el pa¨ªs y mejorar la precaria condici¨®n de vida de la mayor¨ªa de los espa?oles. Al mismo tiempo, percibe las insuficiencias de los pol¨ªticos republicanos, as¨ª como la dureza de los obst¨¢culos que se oponen a ese empe?o. "Puede que Buckley fuera un ignorante a su llegada", resume en el pr¨®logo Paul Preston, "pero se propuso aprender y lo logr¨®".
VIDA Y MUERTE DE LA REP?BLICA ESPA?OLA
Henry Buckley
Traducci¨®n de R. Buckley
Espasa. Madrid, 2004
363 p¨¢ginas. 25,90 euros
La t¨¦cnica del relato es im-
presionista. En sucesivos trazos, el cronista dibuja los perfiles de los principales actores que intervienen en la escena republicana, as¨ª como los elementos que dan contenido a su papel en la obra y el marco socioecon¨®mico en que la misma se desarrolla. Su l¨¢piz est¨¢ cargado de lucidez y de iron¨ªa. Nadie ha retratado con tanta precisi¨®n en unas pocas l¨ªneas a Manuel Aza?a, a Francisco Largo Caballero, con su mentor Araquist¨¢in a cuestas, a Jos¨¦ Antonio Primo de Rivera o a Jos¨¦ Mar¨ªa Gil Robles. Y tal vez, por encima de todos, a Niceto Alcal¨¢ Zamora. De paso el lector va adentr¨¢ndose de la mano de Buckley en el juego de tensiones que desemboca en el levantamiento militar. Las p¨¢ginas sobre la huelga insurreccional de octubre de 1934 merecen ser le¨ªdas hoy con particular inter¨¦s, as¨ª como el apunte sobre el golpe militar en ciernes tras ser sofocada la insurrecci¨®n obrera. Al llegar la Guerra Civil, la escritura se vuelve militante. Buckley piensa por un momento en alistarse en las Brigadas Internacionales y denuncia el brutal error de la No Intervenci¨®n. El dolor de los vencidos que se refugian en Francia por La Junquera se funde en las ¨²ltimas p¨¢ginas con su propio dolor.
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