El orgullo de Manizales

Luis Fernando Montoya, t¨¦cnico del Once Caldas, aterriz¨® en Tokio con una cristalina declaraci¨®n de intenciones: "Dicen que mi equipo est¨¢ falto de gol, pero yo no pido cantidad. S¨®lo necesito uno, el de la gloria". Este a?o el f¨²tbol europeo premi¨® con t¨ªtulos al Oporto de Mourinho y a la selecci¨®n griega de Rehhagel, cuyos modelos se asentaban en una trabajad¨ªsima organizaci¨®n defensiva. Tambi¨¦n Am¨¦rica coron¨® a un equipo que alcanz¨® el ¨¦xito partiendo de la solidez, minimizando el factor creativo del juego y obteniendo grandes resultados de su exigua producci¨®n ofensiva. El Once Caldas, de la andina ciudad de Manizales, situada a los pies del imponente volc¨¢n Nevado del Ruiz y c¨¦lebre por sus universidades y su producci¨®n cafetera, levant¨® en julio la Copa Libertadores con un estilo poco audaz. Le definen sus maneras precavidas, su orden y determinaci¨®n para defender y un competitivo grupo de jugadores que acatan sin reservas el mandato de cuidar su porter¨ªa antes de pensar en la del rival.

Su juego, que presta especial atenci¨®n al contragolpe y las jugadas de estrategia, no enamor¨® al medio mill¨®n de habitantes de Manizales, pero s¨ª su car¨¢cter. No perdi¨® un partido como local en sus tres participaciones en la Libertadores, espoleado por su festiva afici¨®n y encaramado a los 2150 metros de altitud sobre los que se asienta su estadio Palogrande. El mal de altura y su f¨¦rrea voluntad fueron letales en el pasado torneo continental para equipos tan experimentados como el Santos, el Sao Paulo o el Boca J¨²niors, al que los colombianos derrotaron por penaltis en la final, ganando la Libertadores por primera vez.

No hay estrellas en el Once Caldas, que siempre est¨¢ dispuesto a vender para salvaguardar su buena salud econ¨®mica, amparada por una corporaci¨®n de empresas locales y peque?as aportaciones particulares que es la envidia del depauperado f¨²tbol colombiano. Fundado en 1962, y con menos historia que sus vecinos de Cali, Medell¨ªn, Bogot¨¢ o Barranquilla, en 1999 traspas¨® a su gran promesa, Edwin Congo, al Real Madrid por cinco millones de d¨®lares.

"Cantera, disciplina y humildad". ?se es el lema del club seg¨²n su presidente, el abogado Jairo Quintero. Con ese car¨¢cter, el Once Caldas pretende conseguir lo que no logr¨® otro equipo colombiano, el Nacional de Medell¨ªn que dirigi¨® Maturana y que fue derrotado por el Milan en 1989. Ahora Montoya sue?a con su versi¨®n ideal del encuentro: "Ser¨¢ un partido muy cerrado, muy estrecho y que se puede definir en una jugada a bal¨®n parado".