Rusia sigue atascada en Chechenia tras 10 a?os de conflicto

A los 10 a?os del comienzo de la guerra contra Chechenia, las autoridades rusas contin¨²an sin haber logrado derrotar a los separatistas -sus principales l¨ªderes, Asl¨¢n Masj¨¢dov y Shamil Bas¨¢yev siguen vivos y activos- y con una herida que no deja de sangrar. El conflicto ha dejado decenas de miles de muertos y a pesar de la publicitada victoria militar del Kremlin tras la segunda guerra, que comenz¨® en 1999, cada a?o se cobra cientos de vidas m¨¢s. Los abusos por parte de los uniformados -torturas, secuestros y asesinatos- contin¨²an, mientras los separatistas radicales han llevado la guerra al coraz¨®n de Rusia por medio de sangrientos y crueles atentados.

El 11 de diciembre de 1994 el entonces presidente de Rusia Bor¨ªs Yeltsin firm¨® un decreto para garantizar "la legalidad, el orden jur¨ªdico y la seguridad p¨²blica" en Chechenia, que marc¨® el comienzo oficial de la guerra: a las siete de las ma?ana de ese mismo d¨ªa el Ej¨¦rcito ruso entraba en territorio rebelde. La guerra en realidad hab¨ªa comenzado dos semanas antes, cuando un grupo de carros de combate trat¨® de tomar la capital, Grozni. Los blindados supuestamente eran de la oposici¨®n al l¨ªder independentista, el presidente Dzhojar Dud¨¢yev, pero como se pudo comprobar al ser derrotados, los conduc¨ªan oficiales rusos.

Independencia

La situaci¨®n que a principios de la d¨¦cada de los noventa madur¨® en Chechenia y la llev¨® a la declaraci¨®n unilateral de independencia fue en gran parte propiciada por las autoridades rusas, que estaban en abierto conflicto con el poder central sovi¨¦tico y su l¨ªder, Mija¨ªl Gorbachov. Yeltsin viaj¨® a Grozni en 1990 con varios de sus colaboradores y dio alas a los nacionalistas, como hac¨ªa con cada grupo ¨¦tnico en su af¨¢n por debilitar a Gorbachov.

Dud¨¢yev aprovech¨® la desintegraci¨®n de la URSS en 1991 para declarar la independencia de su rep¨²blica, que se vio fortalecida con la retirada de los militares rusos, que le dejaron ingentes cantidades de armamento. Chechenia no s¨®lo se vio armada, sino que se convirti¨®, con la complicidad de los militares, en el principal canal para el contrabando de armas.

No en vano el r¨¦gimen de Yeltsin reconoci¨® de hecho, aunque no de iure, la independencia de Chechenia. Los negocios que all¨ª se hac¨ªan eran millonarios y en Mosc¨² hab¨ªa much¨ªsimas personas influyentes interesadas en no cambiar esta situaci¨®n.

La decisi¨®n de invadir Chechenia se debi¨® en gran parte a la coyuntura pol¨ªtica del momento. La popularidad de Yeltsin tocaba fondo y surgi¨® el plan de reconquistar el territorio separatista en una guerra rel¨¢mpago. El ministro de Defensa de la ¨¦poca, P¨¢vel Grachov, promet¨ªa que s¨®lo ser¨ªa un paseo y la r¨¢pida victoria disparar¨ªa la popularidad del presidente. Nada de eso ocurri¨®. La carnicer¨ªa de la Nochevieja, cuando los blindados rusos entraron en Grozni y fueron quemados junto con sus tripulantes, hizo trizas el espejismo de un triunfo f¨¢cil. La derrota del Goliat ruso lleg¨® en 1996.