Promesas electorales y el futuro del sistema p¨²blico de I+D
Ante la dif¨ªcil situaci¨®n en el que se encontraba el sistema de I+D en 2003, el PSOE prometi¨®, como parte de su programa electoral, incrementar la inversi¨®n en I+D en un 25 % anual durante los cuatro a?os siguientes. Dicha promesa supon¨ªa un cambio radical en la situaci¨®n de la I+D p¨²blica tras ocho a?os de indiferencia o incluso abandono, en los que la tasa de progreso se ralentiz¨® hasta casi detenerse y el sistema se mantuvo como pudo, m¨¢s por el voluntarismo de los cient¨ªficos que por el apoyo de una Administraci¨®n que parec¨ªa m¨¢s interesada en incrementar la burocracia y en disimular la ausencia de nueva inversi¨®n, que en el avance del desarrollo cient¨ªfico y t¨¦cnico de un pa¨ªs como Espa?a que estaba(y sigue) a la cola de la Uni¨®n Europea en inversi¨®n en I+D.
Desde que el PSOE accedi¨® al gobierno, se han producido diferentes manifestaciones p¨²blicas desde el ¨¢mbito cient¨ªfico recordando la promesa de aumentar el 25% el presupuesto para 2005 y exigiendo su cumplimiento. Sin embargo, reconociendo la necesidad de un tratamiento de choque, conviene reflexionar sobre cu¨¢l es la mejor opci¨®n para relanzar la I+D. En mi opini¨®n, un incremento de esa magnitud no ser¨ªa la mejor manera de ayudar a un sistema al ralent¨ª. Un dr¨¢stico aumento del presupuesto supondr¨ªa algunos premios inesperados en un pa¨ªs tan aficionado a las loter¨ªas, pero ello ir¨ªa en detrimento de los futuros candidatos a investigadores que apareciesen en el ineludible periodo de vacas flacas que seguir¨ªa a los cuatro a?os de bonanza.
Puesto que hay una percepci¨®n generalizada de que se debe duplicar, al menos, la inversi¨®n para alcanzar los niveles de la UE, ?ser¨ªa mucho pedir que se alcanzara un pacto entre todos los partidos pol¨ªticos para incrementar la inversi¨®n en la I+D p¨²blica en un 10% anual (por encima de la inflaci¨®n) durante los pr¨®ximos 10 a?os? Un pacto que verdaderamente se mantuviese contra viento y marea, a pesar de las variaciones de la econom¨ªa, de los partidos en el poder, y que apostara por una financiaci¨®n sostenida en el medio plazo, la cual permitir¨ªa hacer una verdadera pol¨ªtica cient¨ªfica que tanto se ha echado de menos en la ¨²ltima d¨¦cada. Yo creo que un pacto tal (si se cumpliese, cosa que no ha sucedido con los acuerdos de Lisboa del 2000 en materia de I+D que aprobaron los pa¨ªses de la UE) permitir¨ªa un salto cualitativo en la ciencia espa?ola como el que tuvo lugar entre 1983 y 1992, algo absolutamente necesario para que seamos un pa¨ªs competitivo entre los que van a liderar la sociedad del conocimiento en un futuro.
Sea cual fuere el incremento de presupuesto sobre los niveles actuales, ?c¨®mo invertirlo para obtener la m¨¢xima rentabilidad? La respuesta no es nada simple, pues no nos encontramos en la misma situaci¨®n de hace 20 a?os, donde la comunidad cient¨ªfica se divid¨ªa entre los que publicaban en revistas internacionales y los que no publicaban. La comunidad cient¨ªfica actual es mucho m¨¢s diversa, m¨¢s compleja y mucho m¨¢s numerosa por lo que es dif¨ªcil generalizar. En las ¨¢reas de ciencias y algunas t¨¦cnicas, demasiados investigadores se preocupan m¨¢s del n¨²mero de sus publicaciones (y del ¨ªndice de impacto de las revistas) que de la influencia que sus trabajos puedan tener entre sus colegas o en la propia sociedad que financia sus actividades. Es sin duda un avance frente a aquellos que a¨²n no publican, pero ya no es suficiente. Es evidente que el sistema de evaluaci¨®n de la investigaci¨®n no ha evolucionado lo suficiente y que no ha habido un seguimiento a posteriori riguroso de la actividad financiada, cada vez m¨¢s rutinariamente (si bien con menos dinero) en la pol¨ªtica de caf¨¦ para todos de los ¨²ltimos a?os.
El procedimiento de evaluaci¨®n de la investigaci¨®n por sexenios fue uno de los avances m¨¢s positivos del sistema, que se ha mantenido milagrosamente hasta ahora gracias a la labor de unos pocos, a los que todos debemos reconocimiento. Sin embargo, este procedimiento nunca se pens¨® para cuantificar las diferencias en calidad de la investigaci¨®n, lo que requiere un an¨¢lisis m¨¢s espec¨ªfico y en profundidad realizado por especialistas, tan cercanos profesionalmente como alejados geogr¨¢ficamente del evaluado.
El¨ªas Fereres fue presidente del CSIC y Secretario de Estado de Universidades e Investigaci¨®n entre 1991 y 1994.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- Opini¨®n
- VIII Legislatura Espa?a
- Presupuestos Generales Estado
- Financiaci¨®n
- Finanzas Estado
- Gobierno de Espa?a
- PSOE
- Pol¨ªtica social
- Legislaturas pol¨ªticas
- Pol¨ªtica cient¨ªfica
- Gobierno
- Finanzas p¨²blicas
- Investigaci¨®n cient¨ªfica
- Partidos pol¨ªticos
- Administraci¨®n Estado
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Finanzas
- Ciencia
- Sociedad
- Espa?a