Intemperie

En el Parlamento andaluz hay un l¨ªder presente y tres ausentes. La C¨¢mara est¨¢ integrada por 109 diputados y tres tel¨¦fonos m¨®viles. Por ello, la mayor medida de impulso democr¨¢tico deber¨ªa ser la de garantizar que hay cobertura en el Palacio de las Cinco Llagas, no vaya a ser que algunos portavoces se queden sin l¨ªnea directa con su jefe y al final terminen cumpliendo la palabra que hab¨ªan comprometido. Lo que est¨¢ ocurriendo en el actual mandato con los l¨ªderes de los partidos de oposici¨®n -Javier Arenas, Diego Valderas y Juli¨¢n ?lvarez- como extraparlamentarios no es s¨®lo una situaci¨®n in¨¦dita. Es tambi¨¦n una perversi¨®n del sistema pol¨ªtico. Y un riesgo. El de dirimir los debates fuera del ¨¢mbito parlamentario.

La VII legislatura se acaba de iniciar con dos compromisos de reforma. La de la vida pol¨ªtica. Y la del Estatuto de Autonom¨ªa. La primera se denomina medidas para el impulso democr¨¢tico y algunos han cogido tanto -impulso- que se han salido del acuerdo despu¨¦s de tres meses negociando c¨®mo dar el salto. La regeneraci¨®n de la vida p¨²blica es una obligaci¨®n de los partidos pol¨ªticos. Y ello pasa, entre otros asuntos, por mejorar la labor fiscalizadora de la oposici¨®n, los mecanismos de control del poder y el uso de la publicidad institucional. Tambi¨¦n por dignificar las asignaciones de los diputados, aunque sea m¨¢s que discutible generalizar las compensaciones para cuando abandonen el cargo.

Del impulso democr¨¢tico se descolg¨® el PP y el PA est¨¢ dentro, pero dando empujones para irse. En esta reforma todo es discutible y cualquier postura es razonable, menos que los pol¨ªticos den, con sus cr¨ªticas y desplantes, una imagen sucia de su propio oficio. En pol¨ªtica es arriesgado trasladar el debate fuera de la C¨¢mara, pero es a¨²n m¨¢s complicado convertir el Parlamento en un parlamiento, porque nadie respeta los acuerdos adoptados. Se puede estar fuera, pero no en la intemperie partidista. Benjam¨ªn D'Israeli dijo una vez que ning¨²n pol¨ªtico pod¨ªa estar seguro largo tiempo sin una formidable oposici¨®n. D''Israeli, que fue primer ministro en Inglaterra a finales del siglo XIX, no lleg¨® nunca a intuir cu¨¢nto m¨¢s largo ser¨ªa el tiempo que podr¨ªa durar ese mismo pol¨ªtico con una oposici¨®n menos formidable.