Caras y ef¨ªmeras

Las macetas de la conocida flor de Pascua se han convertido en un adorno navide?o t¨ªpico. Son decorativas, aunque duran poco. Y no s¨®lo porque su ciclo de vida natural sea corto. Seg¨²n datos de la concejal¨ªa de Medio Ambiente, varios miles de macetas desaparecen de las calles de Valencia antes de que la planta se quede mustia. En 2002, el Ayuntamiento, que distribuye las macetas en varios puntos de la ciudad con la idea de "contribuir al adorno navide?o", contabiliz¨® "un total de 3.800 plantas robadas"; 600 de ellas en la calle de la Paz, otras 200 en la plaza de Manises y 3.000, nada menos, en el puente de las Flores. El a?o pasado se reforz¨® la vigilancia y se redujo "considerablemente" el n¨²mero de robos, y estas Navidades, en las que se est¨¢n colocando en los mismos tres puntos 25.460 flores de Pascua, prev¨¦ disminuir "el vandalismo al menos al 50%". ?C¨®mo? Pues con un "refuerzo de la vigilancia en los puntos referidos y la instalaci¨®n de c¨¢maras de control", anuncia la delegada de Medio Ambiente, Mar¨ªa Jes¨²s Puchalt.

La idea de vigilar con c¨¢maras a los viandantes cuando se acerquen demasiado a los maceteros suscit¨® ayer las cr¨ªticas de la oposici¨®n. Tanto la concejal socialista Carmina del R¨ªo como la edil de Esquerra Unida Mar¨ªa Victoria Gonz¨¢lez reprocharon al PP que d¨¦ "m¨¢s importancia" a la vigilancia de las plantas que a la de los monumentos, en alusi¨®n a la reciente amputaci¨®n de un brazo sufrida por una escultura en Viveros. "Las c¨¢maras est¨¢n para controlar el tr¨¢fico, no para ver qui¨¦n se lleva una maceta, hay que hacer es educar en el civismo", dijo Gonz¨¢lez.

Adem¨¢s, la decoraci¨®n floral resulta cara, denuncia la oposici¨®n. Las plantas del puente de las Flores se renuevan tres veces al a?o, con un coste de 330.000 euros. "Es el puente del capricho", dice Carmina del R¨ªo, "consume un presupuesto muy importante y su mantenimiento es tan caro que en tres a?os ha costado ya un mill¨®n de euros". El presupuesto del puente supera al de los Jardines de Monforte, entre otros, y supone un gasto que la oposici¨®n invertir¨ªa en "atender otras necesidades de la ciudad".