Ciampi se niega a firmar la ley que exculpa al abogado de Berlusconi

El presidente de la Rep¨²blica Italiana, Carlo Azeglio Ciampi, se neg¨® ayer a firmar la ley de reforma de la justicia, una de las principales iniciativas legislativas del Gobierno de Silvio Berlusconi. Ciampi devolvi¨® el texto al Parlamento por considerar que algunos art¨ªculos, especialmente los que limitaban la independencia de los tribunales respecto al poder ejecutivo, eran "evidentemente anticonstitucionales".

Berlusconi, desde Bruselas, se declar¨® "muy tranquilo" y "convencido" de que la ley s¨®lo requerir¨ªa algunos retoques. "No creo que sea dif¨ªcil ajustar el texto, aprobarlo de nuevo en la C¨¢mara de Diputados y el Senado antes de finales de febrero y obtener la promulgaci¨®n presidencial", dijo. El ministro de Justicia, Roberto Castelli, consider¨® que los puntos conflictivos eran "marginales" y que las correcciones ser¨ªan "breves".

Los elementos centrales de la reforma judicial consist¨ªan en la separaci¨®n de las carreras de fiscal y magistrado, hasta ahora intercambiables; en la creaci¨®n de un sistema de promociones basado en concursos y ex¨¢menes, y no en la veteran¨ªa y el escalaf¨®n, y en el establecimiento de un sistema jer¨¢rquico para los fiscales cuya c¨²spide se conectaba, por v¨ªa de nombramiento, con el poder ejecutivo. Este ¨²ltimo elemento aproximaba bastante el ordenamiento judicial italiano al espa?ol, y fue el centro de las objeciones presidenciales.

En la motivaci¨®n de su rechazo, remitida a los presidentes de la C¨¢mara y el Senado, Ciampi refiri¨® su inquietud ante la posibilidad de que la independencia judicial sufriera merma por el hecho de que determinados casos pudieran ser "dirigidos", por la v¨ªa de la jerarqu¨ªa fiscal, desde el Ministerio de Justicia. El presidente de la Rep¨²blica indic¨® que le parec¨ªan "evidentemente anticonstitucionales" algunos aspectos del poder atribuido al ministro de Justicia de comunicar al Parlamento las l¨ªneas maestras de la pol¨ªtica judicial, de la instituci¨®n de una oficina gubernamental de control de los resultados de los procesos judiciales, y de la reducci¨®n de la autonom¨ªa del Consejo Superior de la Magistratura en materia de nombramientos y promociones de los jueces.

La ley de reforma judicial fue ampliamente rechazada por los magistrados y fiscales italianos, que realizaron dos huelgas para expresar su oposici¨®n y para reclamar un puesto en una mesa negociadora que nunca lleg¨® a establecerse. El Gobierno se cerr¨® al di¨¢logo y acus¨® a la magistratura de "corporativismo" y de "sufrir una politizaci¨®n profunda".

La ¨²ltima vez que el presidente Ciampi se neg¨® a firmar una ley fue exactamente un a?o atr¨¢s. El 15 de diciembre de 2003, Ciampi devolvi¨® al Parlamento la Ley Gasparri, m¨¢s conocida como ley de televisiones, que consolidaba la hegemon¨ªa en el sector de las empresas de Berlusconi. Ciampi consider¨® entonces que la ley vulneraba la libre competencia y exigi¨® cambios que el Gobierno introdujo en los dos meses siguientes.