Mand¨ªbulas de rottweiler
'La Juve' de Capello muerde al adversario desde el primer minuto y no lo suelta hasta la ducha
El presidente de la Juventus, Franzo Grande Stevens, cree que el car¨¢cter del equipo tiene ra¨ªces hist¨®ricas. El peque?o Piamonte, un reino belicoso e irreductible, se mantuvo independiente durante siglos y en el XIX encabez¨® la lucha contra los austriacos y la conquista del resto de Italia, unificada en 1870 bajo la corona de los Savoya de Tur¨ªn. "Los piamonteses", dice, "depend¨ªan de su ej¨¦rcito, de ah¨ª su disciplina, su sentido del ahorro, su sobriedad y su tenacidad, virtudes que permanecen y permean todas las instituciones locales, Juventus incluida". Esa tradici¨®n, m¨¢s Fabio Capello, m¨¢s la mejor plantilla en bastantes a?os, componen un rival temible.
En dos meses pueden cambiar muchas cosas. Es improbable, sin embargo, que el Madrid, que nunca ha ganado en el estadio de los Alpes, encuentre en febrero una Juve muy distinta a la de hoy: blindada en la defensa, agobiante en el centro del campo, especuladora y avara. La Vieja Se?ora del calcio se ha convertido en la reina del 1-0, el resultado obtenido en cinco de los seis encuentros europeos y en m¨¢s de un tercio de los partidos de la Liga; sufre un gol cada 270 minutos, lidera con holgura la clasificaci¨®n italiana -seguir¨¢ al frente incluso si pierde esta noche con su ¨²nico perseguidor, el Milan- y recuerda much¨ªsimo a aquel Milan de 1994 que, entrenado por Capello, gan¨® el scudetto con s¨®lo 15 goles en contra. Aquel Milan, despu¨¦s de racanear en todas las eliminatorias de la Copa de Europa, destroz¨® en la final (4-0) al Barcelona y acab¨® con la era del dream team de Johan Cruyff.
La clave de aquel Milan era un medio centro de contenci¨®n, un antiguo central reciclado llamado Dessailly. La clave de esta Juventus es otro medio centro, Emerson, que hace mucho m¨¢s que contener. Junto a Emerson, que Capello se llev¨® a Tur¨ªn desde Roma pese a las ofertas del Madrid, destaca Ibrahimovic, el gigante serbo-sueco que en s¨®lo unos meses ha fascinado a los italianos. Capello siempre consigue que le fichen lo que quiere y acept¨® trabajar para el equipo de la familia Agnelli con la condici¨®n de que a sus ¨®rdenes estuvieran Emerson e Ibrahimovic. Ambos han funcionado a la perfecci¨®n. No tuvo que exigir un portero porque ya lo ten¨ªa: Buffon, uno de los mejores del mundo, el hombre por el que La Vieja Se?ora hizo una locura -pag¨® por ¨¦l 54 millones de euros- sin tener que arrepentirse jam¨¢s. Y dispon¨ªa tambi¨¦n del checo Nedved, el bal¨®n de oro del pasado a?o, que, tras unos meses de baja forma, ha recuperado su habitual carga el¨¦ctrica.
Justo antes de comenzar la temporada, Capello complet¨® la jugada con Cannavaro. El central napolitano le sal¨ªa muy caro al Inter y Roberto Mancini, que le supon¨ªa casi acabado, acept¨® las presiones de la directiva y lo puso en venta. La Juventus no se lo pens¨® dos veces. Se qued¨® con Cannavaro, que disfruta ahora de una espl¨¦ndida segunda juventud: no es muy alto, ni muy r¨¢pido, ni muy t¨¦cnico, pero sabe d¨®nde debe estar y d¨®nde est¨¢n los dem¨¢s. Es decir, juega al f¨²tbol.
El resto son milagros de Capello, prodigios que no pueden deberse solamente al talento y al olfato y en los que por fuerza intervienen los lavados de cerebro y la flor de todos los buenos t¨¦cnicos. Porque Camoranesi es lo que es, un jugador mediano, y, sin embargo, combinado con Zebina, otra importaci¨®n romana del professore Fabio, impone una barbaridad en la banda derecha. El uruguayo Zalayeta, tan lento y t¨ªmido antes, es ahora un perfecto tercer delantero, en rotaci¨®n constante con Del Piero. Y Zambrotta, un carrilero de toda la vida, parece convencido de ser el nuevo Maldini.
Lo m¨¢s llamativo, con todo, es la rabia colectiva de esta Juventus con mand¨ªbulas de perro rottweiler: muerde al adversario desde el primer minuto y no lo suelta hasta que vuelve a la ducha. Pelea, persigue, insiste, aburre y gana. En la Liga, a falta del resultado que se produzca hoy, ha perdido un solo partido e inmerecidamente. La Vieja Se?ora est¨¢ de un humor terrible esta temporada.
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