La novia turca
En un paso de enorme trascendencia, el Consejo Europeo decidi¨® ayer iniciar un largo noviazgo con Turqu¨ªa. El 3 de octubre pr¨®ximo se abrir¨¢n las negociaciones para lo que no es otra ampliaci¨®n m¨¢s -como la de 2007 o 2008 a Bulgaria y Rumania o en 2009 a Croacia-,
sino el ingreso, si se produce, de un pa¨ªs m¨¢s grande, m¨¢s pobre, que pronto ser¨¢ el m¨¢s poblado, m¨¢s joven que todos los dem¨¢s, y de mayor¨ªa musulmana, aunque formalmente laico. El matrimonio, para dentro de diez o quince a?os, no est¨¢ asegurado. El reto es enorme. Pues hoy ni Turqu¨ªa est¨¢ preparada para entrar ni la Uni¨®n Europea para integrarla. El camino ser¨¢ pedregoso, con sobresaltos y quiz¨¢s rupturas y reencuentros. Pero no cabe llamarse a enga?o: los 25 han abierto las puertas de las negociaciones a Turqu¨ªa para que acabe ingresando.
Turqu¨ªa es un pa¨ªs de enorme importancia geoestrat¨¦gica, aliado en la OTAN, miembro del Consejo de Europa y que est¨¢ viviendo una experiencia sin precedentes de modernizaci¨®n y democratizaci¨®n bajo un Gobierno, el de Erdogan, de signo islamista pero que se declara ferviente europe¨ªsta y cuya suerte puede ser un ejemplo para buena parte del mundo musulm¨¢n. Los pasos previos a la decisi¨®n de ayer de los l¨ªderes europeos en la cumbre de Bruselas ya han producido grandes reformas y avances en la democratizaci¨®n de Turqu¨ªa, aunque a¨²n le queda mucho camino por recorrrer. Un portazo por parte del Consejo Europeo hubiera podido provocar una involuci¨®n. Los 25 han actuado con responsabilidad, aunque sin entusiasmo.
A ning¨²n otro pa¨ªs se le ha exigido tanto antes de ingresar, incluido el espinoso tema del reconocimiento indirecto de Chipre, que requiri¨® ayer enorme esfuerzo diplom¨¢tico. Est¨¢ claro que Ankara no lograr¨¢ la adhesi¨®n mientras esta cuesti¨®n est¨¦ sin resolver. Pero hay que recordar que la soluci¨®n propiciada por la ONU fue rechazada por los grecochipriotas y no por los turcochipriotas de la isla. Nunca tampoco se hab¨ªan planteado excepciones permanentes a las reglas comunitarias o cl¨¢usulas de salvaguardia tan f¨¦rreas como las impuestas por los socios europeos.
La UE ha decidido, con temor, iniciar las negociaciones. No es para menos, pues el desaf¨ªo es may¨²sculo. Austria y Francia, cuyas opiniones p¨²blicas son, hoy por hoy, contrarias al ingreso, han prometido celebrar referendos nacionales una vez concluidas las negociaciones, aunque sus actuales dirigentes previsiblemente no estar¨¢n ya en el poder. Ayer -y m¨¢s formalmente el 3 de octubre de 2005- se inici¨® un largo proceso que marcar¨¢ un nuevo destino para la Uni¨®n Europea: una mayor diversidad cultural, una nueva y complicada vecindad y un nuevo tama?o. Si lo logra, la UE habr¨¢ conseguido exportar su mejor producto, la democracia, y con su boda turca habr¨¢ invalidado la tesis del choque de civilizaciones. Si fracasa, la alimentar¨¢.
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