Compasi¨®n
Odia al delito y compadece al delincuente, pidi¨® Concepci¨®n Arenal, y as¨ª ha de ser, aunque con alg¨²n pero. Coment¨¢bamos en un acto en la CAM que la Audiencia de Alicante, en un bienintencionado arranque de piedad, imparti¨® conferencias a m¨¢s de 40 maltratadores de mujeres confiando en que sirvan para impedir su reincidencia. Ojal¨¢. He tenido ocasi¨®n de compartir varias jornadas de trabajo sobre la violencia de g¨¦nero con dos polic¨ªas municipales de Badalona, esforzados fundadores y dinamizadores de una asociaci¨®n primero de hombres y ahora mixta que ayuda a las v¨ªctimas. Ellos tambi¨¦n creen que esos cursillos pueden ser eficaces, pero el resto del grupo (psic¨®loga, jurista, activista...) nos mostramos m¨¢s esc¨¦pticas.
Acabado el "tratamiento" comprobamos que algunos de los "reeducados" en Alicante ni siquiera se reconocen como delincuentes, y eso quiere decir que han aguantado el "chaparr¨®n" simplemente por evitar la c¨¢rcel. Primero se dijo que esta experiencia se iba a extender a toda Espa?a. Luego matizaron que no ser¨ªa exactamente as¨ª. En cualquier caso, habr¨ªa que mirarse muy mucho estos experimentos, no sea que acaben devolviendo al elenco de maltratadores la sensaci¨®n de impunidad , ya que se les suspende una condena para canjearla por lo que deben soportar como una rega?ina al ni?o travieso.
?Y qu¨¦ hay de la compasi¨®n por las v¨ªctimas? Padecemos una clamorosa falta de medios para reinserci¨®n social y laboral de las agredidas, para repartir localizadores y polic¨ªas, agilizar los procedimientos , impartir formaci¨®n especializada a personal sanitario, judicial, polic¨ªas, ense?antes... prevenir en las escuelas, institutos, asociaciones de vecinos, clubes deportivos...
La rehabilitaci¨®n, en prisi¨®n, aunque ya sabemos que nuestro sistema penitenciario no s¨®lo no sirve para que los fuera de la ley regresen a su "imperio", sino que adem¨¢s da un empujoncito a quienes s¨®lo hab¨ªan perdido moment¨¢neamente el pie en alg¨²n arriesgado ejercicio de funambulismo por sus bordes... Eso hay que arreglarlo, pero mientras tanto no est¨¢ mal preguntarse si a los carteristas, reventadores de pisos y falsificadores de pasaportes tambi¨¦n se les cambia celda por charlas. Y por qu¨¦.
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