Juzgados por un cartel el 14-M
Una profesora de Qu¨ªmica y un alumno de Psicolog¨ªa de la Universitat, acusados de alterar el orden p¨²blico
Para la profesora Rosa Garc¨ªa y el alumno Ra¨²l Hern¨¢ndez, ambos de la Universitat de Val¨¨ncia "do?a Fortuna" se acercar¨ªa el 22 de diciembre -d¨ªa en que millones de ciudadanos est¨¢n pendientes de ser millonarios- si la Sala N¨²mero 10 de lo Penal les eximiera de cualquier multa por un presunto delito por alteraci¨®n del orden p¨²blico, con la consideraci¨®n de falta. Ambos lo consideran injusto y lo tildan de un delito contra la libertad de expresi¨®n, como algunos compa?eros universitarios que se personar¨¢n en la vista oral.
La historia se remonta al d¨ªa de las elecciones generales, el 14-M cuando la profesora, que es secretaria de la Facultad de Qu¨ªmica acompa?¨® a votar al colegio Santiago Ap¨®stol de Valencia, a su amiga, Carmen Valverde, tambi¨¦n imputada, con un cartel de medio folio, confeccionado por ella misma y que desde su solapa dec¨ªa: "Sinverg¨¹enzas ?Pod¨¦is dormir tranquilos con 50.000 muertos en Irak y 200 en Madrid?". No portaba siglas partidistas. El cartel pas¨® indiferente en el colegio de Alm¨¤ssera, donde Garc¨ªa fue a votar y al que acudi¨® como suplente.
Pero aquella jornada la suerte se volvi¨® aviesa en un colegio ajeno a dos horas del cierre. "Sali¨® el presidente de la mesa, momentos antes de pasar el interventor del PP y me dijo que por favor abandonara el patio del colegio y que esperara fuera", explica. A continuaci¨®n, "acudi¨® un furg¨®n policial del que bajaron dos agentes, y junto con los que ya hab¨ªa en el colegio nos pidieron que nos identific¨¢ramos".
A Ra¨²l Hern¨¢ndez, un joven de 21 a?os que estudia segundo de Psicolog¨ªa en la Universitat, le sorprendi¨® "el tono de los tres agentes hacia las dos mujeres", y se par¨® a ver qu¨¦ pasaba. "Circule, me dijeron los polic¨ªas cuando me par¨¦ a leer el cartel", a lo que les respondi¨® "que todav¨ªa no hab¨ªa le¨ªdo los muertos de Madrid". Entonces, los agentes le ordenaron que se identificara, y ¨¦l le pregunt¨® la finalidad. "Ya tendr¨¢ noticias del juez", replicaron. Reconoce que "el exceso de autoridad" le incomoda, pero "en ning¨²n momento", remacha, "perd¨ª la educaci¨®n".
Ese mismo d¨ªa, a las 18.50 los tres fueron denunciados en el Juzgado de Instrucci¨®n de Guardia de Valencia. Ninguno de los imputados pens¨® que, d¨ªas m¨¢s tarde, recibir¨ªa una notificaci¨®n en la que se les comunicaba que deber¨ªan de acudir al Juzgado de Instrucci¨®n por un presunto delito de coacci¨®n durante el proceso electoral, desacato a la autoridad y delito de alteraci¨®n de orden p¨²blico. Finalmente, y tras la declaraci¨®n de abril, comparecer¨¢n por una falta de alteraci¨®n de orden p¨²blico.
"Me siento, muy indignada, muy dolida, era partidaria de no proferir insultos, de no alterar el orden p¨²blico, el dolor estaba en mi cabeza y coraz¨®n, y la forma de expresarlo fue en silencio y a trav¨¦s de un papel", apunta Garc¨ªa, una pertinaz defensora de los derechos humanos, miembro de Amnist¨ªa Internacional y otras ONG. Pese al resquemor por c¨®mo ha sido tratada por "ejercer la libertad de expresi¨®n" subraya que volver¨ªa a hacer lo mismo de hallarse en una situaci¨®n similar. Una postura que se reafirma tambi¨¦n estos d¨ªas, seg¨²n explica, tras escuchar las comparecencias de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n del 11-M en el Congreso: "Sigo pensando que los pol¨ªticos cuando mienten no se desdicen, que al ciudadano no le pueden limitar su derecho a hablar y que yo ser¨ªa seguramente uno de esos miserables a los que aludi¨® el ex ministro Acebes".
Por ¨²ltimo, agradece las muestras de apoyo mostradas por sus compa?eros universitarios, algunos de los cuales acudir¨¢n a la vista oral que se celebrar¨¢ el pr¨®ximo mi¨¦rcoles, en la Sala 10 de la Ciudad de la Justicia. A todos pide "calma" para expresar su rechazo "sin follones, como hice en la jornada electoral".
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