El Gobierno aprueba esta semana las nuevas retenciones tras descontar la inflaci¨®n del IRPF

El Gobierno aprobar¨¢ esta semana la nueva tabla de retenciones del IRPF que se aplicar¨¢ en las n¨®minas desde enero de 2005. Aunque no ha habido cambios en el impuesto, la decisi¨®n de descontar el efecto de la inflaci¨®n del IRPF (la llamada deflactaci¨®n de la tarifa) obliga a modificar los tramos de renta a los que se les aplica una retenci¨®n u otra. El cambio consiste el elevar un 2% esos tramos aplicando los mismos tipos. La patronal CEOE valora la decisi¨®n de eliminar la inflaci¨®n del impuesto, pero critica que no recoja el IPC acumulado desde 2000 y que no se extienda a otros conceptos como el l¨ªmite para declarar.

Las empresas tendr¨¢n que aplicar desde el 1 de enero nuevas retenciones en las n¨®minas de sus trabajadores. Es, pr¨¢cticamente, el ¨²nico cambio fiscal que entrar¨¢ en vigor el a?o que viene, una traslaci¨®n de la promesa electoral socialista de limpiar el IRPF del efecto de la inflaci¨®n. No obstante, la repercusi¨®n de esta medida ser¨¢ limitada, pues el Gobierno s¨®lo descontar¨¢ la inflaci¨®n prevista (2%), cuando el ¨ªndice de precios de consumo (IPC) va ya por el 3,5%, seg¨²n los datos de noviembre.

Con la deflactaci¨®n de la tarifa, que se aplica sobre los ingresos del contribuyente, los tramos que determinan si una renta tributa a un tipo o a otro superior se elevan un 2%. Es decir, m¨¢s volumen de esa renta permanece en el tramo inferior y, por tanto, se le aplica un tipo menor. El resultado es que el contribuyente paga algo menos de impuestos (Hacienda calcula que la deflactaci¨®n de la tarifa supone un ahorro global a los ciudadanos de 175 millones de euros).

El objetivo es evitar que un contribuyente pague m¨¢s impuestos sin percibir aumentos salariales que mejoren su poder adquisitivo. El efecto de la medida aprobada es, no obstante, limitado si se tiene en cuenta que lo que m¨¢s incide en el pago del contribuyente es elevar ese 2% los m¨ªnimos personales (cantidad exenta de tributaci¨®n) y las deducciones (vivienda, fondos de pensiones...).

La patronal CEOE valora esa decisi¨®n de ajustar la tarifa a la inflaci¨®n, aunque critica que el incremento sea s¨®lo del 2%, en lugar de recoger el aumento de precios de los ¨²ltimos a?os. "La consecuci¨®n de tan justo objetivo requerir¨ªa que la actualizaci¨®n de los tramos de las escalas general y auton¨®mica del impuesto y la consecuente actualizaci¨®n de la escala de retenciones se adecuaran a la inflaci¨®n experimentada desde la ¨²ltima actualizaci¨®n de la tarifa", asegura la organizaci¨®n empresarial en un documento interno.

La ¨²ltima vez que se actualiz¨® el IRPF con la inflaci¨®n fue en el a?o 2000. Desde entonces, el Gobierno del PP dej¨® de hacerlo con el argumento de que prefer¨ªa bajar los impuestos. El PSOE calcul¨® entonces que renunciar a esa herramienta permit¨ªa ingresar 1.200 millones de euros de m¨¢s a costa de los ciudadanos.

La CEOE critica tambi¨¦n que esa actualizaci¨®n no se traslade "a todos los par¨¢metros establecidos en valores absolutos dentro de la normativa del impuesto". Es decir, cantidades como el m¨ªnimo personal, el l¨ªmite que exime de declarar (22.000 euros anuales) o el tope de renta que excluye de la obligaci¨®n de retener.

Los empresarios entienden que el Gobierno no incluya esta mayor actualizaci¨®n en los Presupuestos 2005, pues la norma impide emplear las cuentas del Estado para subir impuestos m¨¢s all¨¢ de la inflaci¨®n prevista (2%). Sin embargo, consideran que s¨ª podr¨ªan haber aprovechado la v¨ªa presupuestaria para trasladar ese 2% a otros conceptos.

El documento de la organizaci¨®n detalla la relaci¨®n de art¨ªculos de la normativa del IRFP que, a su juicio, deber¨ªan tambi¨¦n contagiarse de la deflactaci¨®n. Son 10 art¨ªculos, en diversos apartados, que hacen referencia a cuestiones muy diversas. Algunas de ellas tienen car¨¢cter m¨¢s general, como los rendimientos del trabajo que deben estar sujetos a retenci¨®n o el l¨ªmite que excluye de la obligaci¨®n de declarar, as¨ª como las retenciones de perceptores de pensiones. Otras hacen referencia a cuestiones m¨¢s concretas: exenci¨®n de los rendimientos percibidos por trabajos en el extranjero, exenci¨®n de ayudas a los deportistas, gastos deducibles por cuotas satisfechas a sindicatos y colegios profesionales, gastos por comedores o premios.

La CEOE pide que todas estas cantidades se eleven tambi¨¦n un 2%, lo que supone que el contribuyente pague menos. No obstante, el Ejecutivo es consciente de que extender el 2% a todos esos conceptos tendr¨ªa un coste muy superior y afectar¨ªa, por tanto, a la recaudaci¨®n de Hacienda. Por eso ha optado por una f¨®rmula que le permite sostener que ha cumplido su promesa electoral y s¨®lo le cuesta 175 millones.