El terrorista pasional
Mucho preocupa el terrorismo y sus v¨ªctimas, y se supone que nunca est¨¢ de m¨¢s atrapar a un terrorista antes de que cometa un asesinato, pero los asesinos de mujeres son otra cosa. Ellos pueden preparar el atentado de su ex pareja con tiempo. A veces, cuando un juez les abre la puerta con tanta comprensi¨®n, uno se pregunta si el juez, o el fiscal, ser¨¢n tambi¨¦n maltratadores, aunque s¨®lo sea por extensi¨®n. En el caso de que el fiscal sea una mujer, y que facilite la libertad a un hombre que ha intentado cometer al menos un secuestro, con posible resultado de muerte -calificado todo ello finalmente como "maltrato familiar"- la cosa no se entiende.
?Dejar¨ªa libre la Justicia a un terrorista con tanta facilidad? Por supuesto que no. ?Existe, en definitiva, un terrorismo dom¨¦stico? Independientemente de las etiquetas, las v¨ªctimas por violencia dom¨¦stica superan con creces a las del terrorismo pol¨ªtico, pero la impresi¨®n ciudadana es que se trata de un problema menor comparado con el asunto rey de la actualidad espa?ola. As¨ª, los amenazados por ETA llevan escolta, mientras que las amenazadas por sus parejas o ex parejas, mucho m¨¢s numerosas, tienen que afrontar el problema a pelo, puesto que, como es sabido, "no hay escoltas para todos".
Por muchos kits que se inventen -pulseras de alejamiento, alarmas port¨¢tiles, m¨®viles con conexi¨®n directa a la comisar¨ªa- si no se reforma la ley (y a algunos de los que la administran) todo es in¨²til.
Miles de mujeres viven hoy en d¨ªa amenazadas, y el goteo de muertes asciende a setenta y dos asesinadas durante el a?o que se acaba. Para referirse a ¨¦sta cifra, se habla ya de terrorismo dom¨¦stico, pero no de atentados dom¨¦sticos. Murieron apu?aladas, quemadas vivas, tiroteadas, estranguladas, atropelladas, lanzadas al vac¨ªo, descuartizadas. No hab¨ªa suficientes guardaespaldas para ellas.
Desde luego, no ser¨ªa de extra?ar que, dentro de nada, un miembro de una organizaci¨®n terrorista pillado in fraganti en una tentativa de atentado se justificase argumentando que, en realidad, hace lo que hace por amor no correspondido. En teor¨ªa, deber¨ªa salirle mucho m¨¢s barata la broma. De ¨¦sta forma, si un peligroso terrorista agarrase por el cuello a la fiscal del caso de Susana Arias intentando aplicarle un pa?uelo con cloroformo -llevando una pistola cargada y lista para disparar en el bolsillo de la chaqueta- se podr¨ªa zanjar el asunto con una orden de alejamiento de 500 metros del domicilio de la fiscal, la prohibici¨®n de cualquier comunicaci¨®n f¨ªsica o telef¨®nica con ella, y la obligaci¨®n de presentarse los d¨ªas 5 y 19 de cada mes en el juzgado. Un chollo.
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