"Estoy feliz. Ram¨®n se reir¨ªa si nos viera"
La actriz Lola Due?as se dice colmada por su candidatura al Goya, una de las 15 de 'Mar adentro'
Madrid ha recibido a Lola Due?as por Navidad con un regalo nada desde?able: una candidatura al Goya a la mejor actriz por su trabajo en Mar adentro. El oto?o ha transcurrido para ella en Par¨ªs, en una prestigiosa escuela de interpretaci¨®n, "metida en una burbuja", dice, ajena casi siempre a la sostenida escalada hacia el ¨¦xito de la pel¨ªcula de Alejandro Amen¨¢bar que revive la lucha del tetrapl¨¦jico Ram¨®n Sampedro (encarnado en Javier Bardem) por su derecho a morir.
Lola, hija del actor Nicol¨¢s Due?as, es una int¨¦rprete vocacional que ha pasado 13 de sus 33 a?os dedicada a la actuaci¨®n. En su curr¨ªculo, adem¨¢s de teatro, televisi¨®n y cortos, hay papeles secundarios en 14 largometrajes. Entre ellos, aquella convincente yonqui de Mensaka, una de las mujeres de Piedras o la novia de Ernesto Alterio en D¨ªas de f¨²tbol. Pero su recreaci¨®n de Ramona Maneiro, Moncha, la enamorada de Sampedro, ha catapultado su carrera con una candidatura al Goya a la mejor actriz principal. Y lo ha hecho a trav¨¦s de una pel¨ªcula que, con no menor potencia, acumula 16 semanas en cartel, cuatro galardones internacionales (dos en la Mostra de Venecia y otros dos Premios Europeos) y 29 candidaturas: dos para los Globos de Oro, una para optar a los seleccionados en los Oscar, 11 galardones de los cr¨ªticos estadounidenses y 15 para los Goya, con todas las categor¨ªas de int¨¦rprete (seis) cubiertas.
"Rodando esta pel¨ªcula me hice mayor de repente. Madur¨¦"
"Es impresionante", dice una Lola m¨¢s reidora que nunca, sobre este punto. "A quien tendr¨ªan que premiar es al director de reparto. Estoy feliz, m¨¢s que contenta", a?ade la actriz, "y con la candidatura ya me conformo. Hemos llegado muy lejos: es que la pel¨ªcula ?se va a estrenar en todo el mundo! Si Ram¨®n [Sampedro] lo viese, que creo que nos est¨¢ viendo, se reir¨ªa". Sampedro, un gallego vitalista y socarr¨®n, decidi¨® quitarse la vida en enero de 1998, harto de pedir que le ayudasen a morir tras pasar 29 a?os confinado en una cama. Una mala zambullida le parti¨® el espinazo y trunc¨®, a los 25 a?os, un brillante futuro de marinero trotamundos.
Su en¨¦rgica pelea legal y sus versos (Cr¨®nicas desde el infierno) inspiraron a Amen¨¢bar para realizar Mar adentro. Y a Lola Due?as a viajar a Galicia para conocer a la mujer en la que est¨¢ inspirado su personaje, una de las 12 manos amigas que le ayud¨® a morir. Despu¨¦s, Lola vivi¨® como algo que ocurre s¨®lo una vez en la vida, algo ¨²nico y precioso, la aproximaci¨®n al mundo de Sampedro y las 11 semanas de rodaje. "Con esta pel¨ªcula", dice, "me hice mayor de repente. Madur¨¦".
Cuando le telefonearon para comunicarle la candidatura al Goya, hace 10 d¨ªas, Lola Due?as llevaba s¨®lo dos en Madrid. Estaba en un hospital, con su amigo el director Javier Rebollo, visitando a la madre de ¨¦ste. Resultado, unos cuantos saltos y un abrazo nada apropiado para una convaleciente. "Luego llam¨¦ a mi profesor de gallego y a Moncha". El primero consigui¨® que Lola, madrile?a de ascendencia manchega, hiciese veros¨ªmil el acento del personaje inspirado en la segunda, que se ha convertido en amiga de la actriz. "Moncha me contest¨®: 'Bueno, a ver si te dan una cabeza de ¨¦sas, ?eh?". Su ¨¢tico acogi¨® esa noche una riada de amigos que le organizaron una fiesta. Entretanto, Due?as perdi¨® el m¨®vil. Cuando lo recuper¨®, ten¨ªa 48 llamadas perdidas. "Mis compa?eros se han volcado, la verdad. Yo lo tengo muy dif¨ªcil. Si no me dan el Goya, me encantar¨ªa que se lo llevase Pilar Bardem". Su favorita es la madre de Javier, cuyo nombre repet¨ªan ¨¦l y ella como un mantra en una de las escenas de Mar adentro. Las otras competidoras son Ana Bel¨¦n y Pen¨¦lope Cruz.
Tras el rodaje, Lola Due?as sigui¨® disfrutando: del viaje a Venecia ("lo ¨²ltimo que vimos antes de entrar a la proyecci¨®n fue la imagen de Ram¨®n en la tele, en un documental, qu¨¦ fuerte", recuerda) y del estreno en Madrid, en el que sus amigos se emocionaron hasta el llanto. Luego se fue a Par¨ªs. Necesitar¨¢ un franc¨¦s pulido para filmar all¨ª, en 2005, el primer largometraje de Rebollo, quien la ha dirigido en cortos (En camas separadas o El equipaje abierto).
Sol¨ªa madrugar e ir a clase. Al salir, se pateaba la ciudad, distrito a distrito, hasta que anochec¨ªa. No se olvid¨® de enviarle a Moncha una postal. Algunos d¨ªas tomaba un avi¨®n y ve¨ªa c¨®mo Mar adentro cosechaba l¨¢grimas y aplausos en lugares como Atenas, Singapur y Nueva York. Siempre le hac¨ªan las mismas preguntas: ?qu¨¦ piensas de la eutanasia? ?Ayudar¨ªas a alguien a morir? Ella respond¨ªa: "Pienso lo mismo que Ram¨®n y, no, no s¨¦ si ayudar¨ªa a alguien a morir, te tienes que ver en el caso". En este momento, Lola hace una pausa y pregunta: "?No dijo Zapatero que estaba dispuesto a estudiar lo de la eutanasia?".
"Es muy fuerte que un chino te pregunte c¨®mo es Galicia", prosigue, "o que alucinen con que sea una historia real". Una escena a repetir: tras Estados Unidos, la pel¨ªcula se va a estrenar en Latinoam¨¦rica, el resto de Europa y Jap¨®n.
Lola Due?as cenar¨¢ hoy, Nochebuena, con su padre y su abuela, que tiene 90 a?os y no se aclara bien sobre si su nieta tiene colocado ya el goya en la estanter¨ªa o no. El a?o 2005, al que recibir¨¢ en Fuerteventura, no pinta mal: trabajo, un estreno (el de 20 cent¨ªmetros, de Ram¨®n Salazar), m¨¢s viajes, m¨¢s l¨¢grimas cuando, de nuevo, vea volar en la pantalla a Javier Bardem. Y la posibilidad de que, el 30 de enero, la abuela llegue a tener raz¨®n.
La melena de Moncha
Sin saber si el papel de Mar adentro ser¨ªa suyo, Lola Due?as march¨® a Galicia a conocer, con s¨®lo un dato en el bolsillo (el nombre del pueblo en el que viv¨ªa) a Moncha, la mujer que se enamor¨® de Ram¨®n Sampedro. Y la encontr¨®. Quer¨ªa o¨ªrla hablar con su acento gallego. Nada m¨¢s. Pero la aldeana, cuyos hijos conoc¨ªan a la actriz de la tele (la m¨¦dica de Polic¨ªas, mam¨¢, dec¨ªan), fue especialmente generosa. Se hicieron amigas. Due?as reprodujo en la pantalla los gestos de Moncha, la mueca de su boca, la forma en que se rasca, ese "vamos a ver" que repite cuando algo no le gusta. Y se faj¨® para que el director le pusiera el mismo pelo, frondoso y negro, de Moncha, quien est¨¢ muy orgullosa de ¨¦l.
A trav¨¦s de Moncha, la actriz lleg¨® a Sampedro. Fotocopi¨® sus poemas, consigui¨® el libro Cartas desde el infierno (entonces descatalogado, hoy estrella de las listas de ¨¦xito con 82.000 ejemplares), visit¨® su casa, la cala donde sufri¨® el accidente, dibuj¨® las p¨¢ginas del gui¨®n con im¨¢genes de su personaje y estableci¨® una especie de di¨¢logo mental con el tetrapl¨¦jico fallecido.
Alejandro Amen¨¢bar supo, desde la primera prueba, que la actriz "daba muy bien la energ¨ªa del papel. Ten¨ªa el mismo ¨ªmpetu que Moncha".
No es la primera vez que Lola hace eso con sus personajes, vivan en un pueblo o existan s¨®lo sobre el papel. Se imagina qu¨¦ cosas se llevar¨ªan de viaje, idea c¨®mo se visten (a Cristina, su yonqui de Mensaka, le compr¨® una cazadora de cuero) o recorre los lugares donde viven, como ha hecho con la manchega a la que dar¨¢ vida en Par¨ªs a las ¨®rdenes del director Javier Rebollo.
Se aproxima a ellos con una rara mezcla de m¨¦todo y pasi¨®n, de tripas y trabajo concienzudo, y, siempre, dicen algunos colegas, con muchas dudas. "La verdad es que Lola", sostiene Rebollo, "funde el cine y la vida, con todo lo bueno y lo malo que eso tiene".
Babelia
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