Condenado a 52 a?os el asesino de dos mujeres en el barrio barcelon¨¦s del Putxet

La Audiencia de Barcelona conden¨® ayer a penas que suman 52 a?os y nueve meses de c¨¢rcel a Juan Jos¨¦ P¨¦rez Rangel por el asesinato de dos mujeres ocurrido en un aparcamiento del barrio del Putxet de Barcelona en 2003. El tiempo m¨¢ximo de cumplimiento ser¨¢ de 30 a?os, el tope que establece el C¨®digo Penal.

La sentencia, de la que ha sido ponente el magistrado Gerard Thomas, destaca "la extraordinaria gravedad" de los delitos, "la reiteraci¨®n de los mismos", as¨ª como "la brutalidad de su ejecuci¨®n" y la "peligrosidad" del acusado. Maria ?ngels Ribot y Mar¨ªa Teresa de Diego fueron brutalmente asesinadas el 11 y 22 de enero de 2003, respectivamente, en un aparcamiento de la calle de Bertr¨¢n de Barcelona. Tras estacionar sus veh¨ªculos, las mujeres fueron abordadas y conducidas a una zona sin salida, donde P¨¦rez Rangel las golpe¨® en la cabeza hasta morir con un martillo de encofrador y despu¨¦s les rob¨® el bolso.

El pasado s¨¢bado, el jurado le declar¨® por unanimidad culpable de doble asesinato y consider¨® que en ambos casos el agresor hab¨ªa matado a las v¨ªctimas buscando intencionadamente que no pudieran defenderse (alevos¨ªa) y que aument¨® su sufrimiento de forma innecesaria (ensa?amiento). La sentencia destaca la "frialdad de ¨¢nimo" de P¨¦rez Rangel, que despu¨¦s de matar a Maria ?ngels Ribot telefone¨® a su marido ofreciendo informaci¨®n sobre ella a cambio de dinero. Tambi¨¦n se destaca que al asesino no le afect¨® en nada haber matado a las dos mujeres, seg¨²n explicaron los testigos.

El juez recuerda que el objetivo de las condenas de prisi¨®n no es el de la "venganza social (...) por mucho que sean comprensibles sentimientos pr¨®ximos a la necesidad de venganza en quienes de modo tan abyecto se han visto privados para siempre de un ser tan querido y necesario en sus vidas como es una esposa y una madre".

En otro apartado de la sentencia se admite que quedan "muchas inc¨®gnitas" sobre el caso, como el m¨®vil de los cr¨ªmenes, as¨ª como si pudieron participar otras personas, tal y como plante¨® la defensa del acusado y el propio P¨¦rez Rangel al aludir directamente al final del juicio a Ruperto Bilbao, el marido de la segunda v¨ªctima.