La nueva Europa enfila su futuro
La ratificaci¨®n de la Constituci¨®n, el reparto de los fondos y la negociaci¨®n con Turqu¨ªa, retos de la UE para 2005
Pocos a?os como el que termina han sido tan fruct¨ªferos para el proyecto de construcci¨®n europea. Desde la mayor ampliaci¨®n de la UE hasta la aprobaci¨®n de la Constituci¨®n europea y la luz verde a las negociaciones de adhesi¨®n con Turqu¨ªa, pasando por la primera gran operaci¨®n militar en Bosnia, las elecciones al Parlamento Europeo o la nueva Comisi¨®n, los acontecimientos registrados este a?o han configurado una nueva Europa del futuro que tiene ahora por delante unos retos inmediatos para superar "la triple crisis" de la que han hablado los expertos: su reforma interna, la definici¨®n de sus objetivos pol¨ªticos y econ¨®micos en el nuevo contexto internacional y la limitaci¨®n de sus fronteras ¨²ltimas.
Numerosos expertos afirman que la Uni¨®n se halla en un "viraje decisivo de su historia"
"Durante siglos, la historia de Europa ha sido una historia de enemigos y de conflictos. Hoy es una historia de amigos y socios", ha se?alado el presidente actual de la Uni¨®n, Jan Peter Balkenende, primer ministro holand¨¦s, al referirse a la unificaci¨®n europea que supuso la llegada al club en mayo pasado de nuevos pa¨ªses de Europa Central y del Este, firmantes ya de la primera Constituci¨®n com¨²n. Para Balkenende, como para el actual presidente de la Comisi¨®n Europea, Jos¨¦ Manuel Dur?o Barroso, la etapa actual de la UE muestra "el enorme ¨¦xito" del proyecto europeo.
Numerosos expertos y diplom¨¢ticos sostienen que la Uni¨®n se encuentra en un "viraje decisivo de su historia", como sostiene el ex ministro franc¨¦s Dominique Strauss-Kahn, quien dirigi¨® en primavera un trabajo para la Comisi¨®n Europea con propuestas sobre el futuro de la UE para responder a la pregunta clave: "?Cu¨¢l es el proyecto para la Europa de ma?ana y cu¨¢l ser¨¢ su l¨ªmite geogr¨¢fico?".
Europa est¨¢ poniendo ahora los cimientos para responder, pero el camino es complejo, no exento de graves peligros para el porvenir de la Uni¨®n. La ampliaci¨®n de la UE, en mayo pasado, a diez pa¨ªses m¨¢s, y pronto a Bulgaria, Rumania o Croacia, es ya una buena parte de la respuesta, pero la Uni¨®n tiene pendiente digerir la inclusi¨®n de esos pa¨ªses menos desarrollados, con historias y culturas variadas.
Frente a la permanente acusaci¨®n de que las instituciones europeas no funcionan bien, la Constituci¨®n europea ofrece tambi¨¦n alternativas, incluido un nuevo reparto de poder, un ministro europeo de Exteriores o un presidente estable en la Uni¨®n para poner fin a las presidencias semestrales. El proceso para que los Veinticinco ratifiquen ese Tratado constitucional no ha hecho m¨¢s que comenzar, y se presenta problem¨¢tico.
Lituania fue el primer pa¨ªs en ratificar el pasado noviembre por v¨ªa parlamentaria el nuevo Tratado de la UE. El 20 de febrero, Espa?a ser¨¢ el primer pa¨ªs en pronunciarse por refer¨¦ndum, la v¨ªa que tambi¨¦n ha sido elegida hasta ahora por otros 10 pa¨ªses. Entre ellos, est¨¢n Dinamarca y Reino Unido, los dos ¨²nicos donde el apoyo ciudadano a la Constituci¨®n no llega al 50%, seg¨²n el ¨²ltimo Eurobar¨®metro difundido en Bruselas el pasado d¨ªa 10.
Si alg¨²n pa¨ªs rechaza el nuevo Tratado y al menos 20 lo ratifican, ser¨¢ el Consejo Europeo (cumbre de jefes de Estado y Gobierno) el que decida qu¨¦ hacer. La Constituci¨®n deja la puerta abierta, sin duda porque la magnitud del problema depender¨¢ de qu¨¦ pa¨ªs opta por no ratificar.
Como coinciden todos los consultados en Bruselas, la UE encontrar¨¢ con facilidad una salida si se desmarca alg¨²n peque?o pa¨ªs, tendr¨¢ m¨¢s dificultades si lo hace Reino Unido, y no habr¨ªa opci¨®n alguna si fuera un pa¨ªs como Francia el que rechazara la Carta, una hip¨®tesis que se desvaneci¨® con alivio cuando los socialistas franceses despejaron su inc¨®gnita hace dos semanas y optaron por apoyar el futuro Tratado.
Para la Comisi¨®n, la ratificaci¨®n de la Constituci¨®n ser¨¢ "un objetivo prioritario", como ha se?alado Barroso, quien ha prometido planes especiales para dar a conocer un texto hasta ahora s¨®lo conocido en Espa?a, por ejemplo, por un 15% de los espa?oles. La baja participaci¨®n en los referendos es uno de los problemas a los que se enfrenta la UE, a la vista de la baja afluencia de votantes en las elecciones europeas de junio (una media del 45,6%).
El Ejecutivo comunitario, sin embargo, considera que la "prioridad absoluta", como la denomina Barroso, debe ser lograr un mayor nivel de crecimiento en Europa, una vez comprobado que el motor est¨¢ bloqueado. El producto interior bruto (PIB) de Alemania no alcanzar¨¢ este a?o el 2% de crecimiento, un porcentaje que tambi¨¦n rozar¨¢ la econom¨ªa de la zona euro, m¨¢s de un punto por debajo de la previsi¨®n para Estados Unidos, cuya competitividad y productividad sigue muy por encima de la europea.
Por eso, la obsesi¨®n de Barroso es reactivar los llamados objetivos de la cumbre europea de 2000 en Lisboa, donde la UE se fij¨® la meta de convertirse en 2010 en la econom¨ªa m¨¢s competitiva del mundo. A medio camino, en marzo de 2005, la Uni¨®n se ha propuesto hacer un mea culpa porque algunos importantes objetivos, como lograr una tasa de empleo del 70%, no podr¨¢ cumplirlos.
En el terreno econ¨®mico, no obstante, la batalla de los pr¨®ximos meses ser¨¢ la negociaci¨®n de las pr¨®ximas perspectivas financieras o marco financiero de la UE para el periodo 2007-2013. Espa?a es el pa¨ªs que m¨¢s se juega, porque corre el riesgo de perder, como m¨ªnimo, el 30% del man¨¢ de los fondos estructurales europeos. Los pa¨ªses contribuyentes netos, como Alemania, Holanda o Suecia, quieren que esas ayudas se concentren s¨®lo en los nuevos pa¨ªses incorporados a la UE. Para Espa?a, su opci¨®n negociadora pasa por un pacto con el eje franco-alem¨¢n.
El segundo pa¨ªs con m¨¢s dinero en juego es el Reino Unido, porque todos los dem¨¢s est¨¢n empe?ados en la desaparici¨®n del cheque brit¨¢nico, que supone anualmente unos 4.500 millones de euros para Londres. Las previstas elecciones brit¨¢nicas en mayo enturbiar¨¢n la negociaci¨®n, que debiera concluir en junio. De no ser as¨ª, se postergar¨¢n a comienzos de 2006, porque el segundo semestre de 2005, con la UE bajo presidencia brit¨¢nica, se da por perdido a ese respecto.
Junto con la ratificaci¨®n de la Constituci¨®n, el debate en el campo pol¨ªtico que ha levantado pasiones, y tambi¨¦n miedos, en Europa ha tenido su origen en la decisi¨®n de los Veinticinco de abrir las puertas a Turqu¨ªa con unas negociaciones de adhesi¨®n que comenzar¨¢n el 3 de octubre de 2005. Pocos acuerdos en la UE han encontrado tanto rechazo en las opiniones p¨²blicas europeas. Y, sin embargo, ninguna otra iniciativa de la Uni¨®n puede acabar aportando m¨¢s estabilidad a Europa y al mundo.
Los desaf¨ªos son enormes y, por eso, hay una crisis latente, pero, como se?ala Strauss-Kahn en su informe, "en contra de algunas afirmaciones catastrofistas, esta crisis no anuncia la muerte de la Uni¨®n, no apunta a un pesimismo sobre su futuro; es todo lo contrario, porque es el resultado de la formidable aceleraci¨®n de la construcci¨®n europea, y, por tanto, es, de entrada, una promesa de vida".
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