'Tsunami' asesino

El sureste asi¨¢tico, de por s¨ª atribulado en su historia por tantas convulsiones pol¨ªticas y sociales, vivi¨® ayer unos de sus peores dramas. Esta vez no fue debido al factor humano, sino al misterioso capricho de la naturaleza y a la ferocidad del tsunami, como llaman los japoneses a los maremotos tan comunes en la zona. M¨¢s de 11.000 muertos y un n¨²mero indeterminado de desaparecidos es el saldo provisional del se¨ªsmo, que azot¨® principalmente Sri Lanka, Indonesia e India, pero tambi¨¦n Bangladesh, Malaisia, Maldivas y Tailandia. Es el quinto terremoto m¨¢s violento del mundo en los ¨²ltimos cien a?os. Con una intensidad de 8,9 grados, establece casi un r¨¦cord en la escala de Richter. La ¨¦poca navide?a parece maldita, pues hace justamente un a?o 43.000 personas murieron en el sureste de Ir¨¢n por otro gran temblor que sepult¨® la hist¨®rica ciudad de arcilla de Bam.

Los expertos sostienen que la costa de Sumatra, donde se registr¨® el epicentro a 40 kil¨®metros de profundidad, es una de las ¨¢reas m¨¢s calientes y potencialmente m¨¢s proclives a movimientos tel¨²ricos y volc¨¢nicos. En realidad, los se¨ªsmos se producen all¨ª con gran frecuencia, pero nunca con tanta intensidad como en esta ocasi¨®n. Por desgracia, no existen mecanismos fiables para predecir terremotos, pero s¨ª para alertar sobre tsunamis, pues las olas gigantescas se desplazan lentamente antes de alcanzar la costa. Quiz¨¢ la hora temprana agrav¨® m¨¢s la magnitud de la cat¨¢strofe, que ha golpeado tambi¨¦n zonas tur¨ªsticas de Tailandia y Maldivas. La de ayer es una nueva cat¨¢strofe humanitaria que muestra nuestra fragilidad, pero que sobre todo exige de la inmediata solidaridad mundial. Resulta positivo que el Gobierno espa?ol se haya movilizado reuniendo al comit¨¦ de coordinaci¨®n de ayuda de emergencia para acelerar el auxilio.