Maltratadas tambi¨¦n en videojuego
Amnist¨ªa Internacional denuncia la violencia machista en estos productos
Un hombre contrata los servicios de una prostituta para despu¨¦s golpearla hasta la muerte y recuperar su dinero. ?ste es el contenido de uno de los videojuegos m¨¢s vendidos estas navidades. La ONG Amnist¨ªa Internacional (AI) denunci¨® ayer la proliferaci¨®n de juegos de ordenador de contenido sexista y que vulneran los derechos humanos. Los representantes de la industria afirman que en sus productos no hay m¨¢s violencia que en el cine o en la televisi¨®n.
Con la violencia contra las mujeres no se juega es el t¨ªtulo del cuarto informe de AI sobre videojuegos. En esta ocasi¨®n se han analizado 50 de estos productos, 15 direcciones de Internet, toda la legislaci¨®n espa?ola sobre la materia y el funcionamiento de los salones de juegos recreativos.
La trama de uno de los ¨¦xitos de ventas consiste en robar coches para atraer a prostitutas y matarlas
En las tiendas cualquiera puede adquirir videojuegos en los que el protagonista agrede a mujeres, generalmente relegadas a papeles pasivos y marginales. En Internet se pueden encontrar de forma gratuita, seg¨²n AI, juegos en los que el objetivo es torturar y violar a una mujer atada, o contagiar enfermedades de transmisi¨®n sexual. La trama de uno de los ¨¦xitos de ventas de estas navidades, Grand Theft Auto: San Andreas, consiste en robar coches cada vez m¨¢s lujosos para atraer a prostitutas y matarlas, seg¨²n explic¨® ?scar Guti¨¦rrez, autor del informe.
"La mayor¨ªa de los videojuegos estudiados fomentan la discriminaci¨®n de la mujer y m¨¢s de la mitad fomenta el abuso de los derechos humanos", declar¨® Esteban Beltr¨¢n, director de AI en Espa?a.
La industria de los videojuegos factur¨® el a?o pasado en Espa?a unos 800 millones de euros, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Distribuidores y Editores de Software de Entretenimiento (ADESE). Esta cifra es superior a lo que factur¨® ese a?o la industria del cine, la de la m¨²sica o la de los DVD y v¨ªdeos en VHS.
"La industria tiene el compromiso de no crear productos que conculquen los derechos humanos, pero lo que no se puede es censurar al creador. En los videojuegos no hay m¨¢s violencia que en el cine o en la televisi¨®n", asegur¨® Carlos Iglesias, secretario general de la ADESE.
En Espa?a, los productores adoptaron en 2003 un c¨®digo de autorregulaci¨®n denominado Informaci¨®n Pan Europea del Juego (PEGI, en sus siglas en ingl¨¦s). Dicho c¨®digo, que funciona en la mayor¨ªa de los pa¨ªses europeos y al que los fabricantes se pueden acoger libremente, establece la edad recomendada a partir de la que se puede usar cada juego.
"El 99% de los productos que se venden en Espa?a ha recibido la calificaci¨®n oportuna. A partir de ah¨ª la responsabilidad es de los padres, que no pueden ser ajenos a la forma en la que se divierten sus hijos. Tampoco se nos puede culpar de los juegos que se distribuyen por Internet", indic¨® Iglesias. La ADESE afirma haber repartido para el periodo navide?o 300.000 folletos para familiarizar a los padres con el c¨®digo PEGI.
Pero la autorregulaci¨®n, seg¨²n Amnist¨ªa, es "claramente insuficiente". Esta organizaci¨®n reclama una legislaci¨®n estatal y recuerda que algunas comunidades ya han elaborado normas al respecto pero sin hacer nada por cumplirlas. "Los videojuegos para adultos est¨¢n en las tiendas junto a los destinados para ni?os. Nadie controla qu¨¦ se vende y a qui¨¦n se vende", indic¨® Beltr¨¢n.
Asimismo, AI insta a las revistas especializadas "a revisar el lenguaje utilizado en sus p¨¢ginas y a eliminar las expresiones que promocionen estereotipos discriminatorios".
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