La senda de los elefantes
Tengo a¨²n frescas las definiciones que en diferentes espacios del F¨®rum 2004 nos daban del concepto de sostenibilidad: "Un conjunto de pol¨ªticas, una senda que tomar, que permita que la vida se pueda mantener dignamente para todo el conjunto de seres vivos del planeta (incluyendo la especie humana), en el presente y en el futuro".
En cambio, y apenas unos meses despu¨¦s, la ciudad del F¨®rum Universal de las Culturas, de la solidaridad, la paz y la sostenibilidad nos anima -y de qu¨¦ manera- a tomar una senda, otra ruta, que nos conducir¨¢ a Dakar a bordo de tremendas m¨¢quinas de motor: el rally Barcelona-Dakar 2005. A eso yo le llamo incoherencia. O no, porque en definitiva en una carrera como ¨¦sta nuestro prepotente mundo rico muestra en directo a los inviables del sistema neoliberal su verdadera cara. Solidaridad ser¨¢ a lo sumo hacer alguna donaci¨®n caritativa a un continente expoliado de sus recursos humanos y naturales. Los equipos quemar¨¢n durante la ruta toneladas de petr¨®leo, buena parte extra¨ªdo en el ?frica subsahariana. (Por cierto, que Repsol, patrocinador de uno de los equipos, prev¨¦ en sus planes estrat¨¦gicos ampliar su actividad de explotaci¨®n de hidrocarburos en el norte y el oeste de ?frica, en concreto en Mauritania, por donde pasar¨¢ la neocruzada). Los millares de personas que acompa?ar¨¢n a la caravana llamar¨¢n constantemente por tel¨¦fonos m¨®viles para pasar cr¨®nicas, intercambiar datos, etc¨¦tera, lo cual ser¨¢ posible gracias a un mineral, el coltan, que hace que funcionen estos cacharritos, y que se extrae mayoritariamente de las selvas del Congo. (Este a?o el patrocinador oficial del rally es Telef¨®nica.) Y se consumir¨¢n miles de barritas energ¨¦ticas con cacao, quiz¨¢ procedente del mayor productor de cacao del mundo, a pocos kil¨®metros de distancia, Costa de Marfil. La codicia de nuestro mundo desarrollado por riquezas como el petr¨®leo, el coltan o el cacao es una de las bases generadoras de la pobreza, inestabilidad pol¨ªtica y guerras a las que luego nosotros llamaremos conflictos ¨¦tnicos para dormir m¨¢s tranquilos. Por ¨²ltimo, tambi¨¦n una imagen fiel de c¨®mo entendemos la sostenibilidad: derroche de un recurso finito, kil¨®metros grasientos de residuos y un paisaje infestado de inmundicia, que contribuir¨¢ a asegurar la vida... ?de qui¨¦n?
Dicen que desde las cimas de las colinas congole?as se distinguen de la espesa selva, como una telara?a, las sendas que los elefantes han trazado yendo y viniendo durante centenares de a?os para llegar a los mejores ¨¢rboles. Mientras los elefantes, como cualquier especie animal, vive en y de su ecosistema, dando sentido al t¨¦rmino sostenibilidad, una peque?a parte de la humanidad globalizada vive de los recursos de toda la biosfera. Es decir -como explica el investigador Jorge Riechamnn-, los pueblos que vivimos de la biosfera entera acaparamos recursos de los pueblos que viven de su ecosistema, menguando el espacio ecol¨®gico que ellos disponen para vivir. Lo que veo desde la cima de Montju?c es un camino largo y sinuoso que atraviesa buena parte del continente africano.
Gustavo Duch Guillot es director de Veterinarios sin Fronteras.
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