Nadie festej¨® la Nochevieja
La medianoche del viernes Buenos Aires y la periferia de la ciudad dej¨® atr¨¢s el a?o viejo y recibi¨® el nuevo en medio de un extra?o silencio. No sonaban sirenas, ni se estremec¨ªa el suelo bajo los pies por el estruendo de los petardos. Las cadenas de televisi¨®n y las radios mantuvieron una programaci¨®n ininterrumpida durante casi 30 horas.
En las cenas de finales de a?o nadie hablaba de otra cosa. Los j¨®venes colapsaron los m¨®viles para saber si alg¨²n amigo estaba all¨ª. Las voces de los analistas sonaban huecas, lejanas, ubicaban la tragedia como la mayor cat¨¢strofe "no natural" de la historia argentina y la sexta ocurrida en discotecas de todo el mundo. Por decir algo, sumaban los muertos en una relaci¨®n macabra y absurda, "m¨¢s que los que produjo la bomba en la Embajada de Israel de 1992, el atentado a la sede de la Mutual Jud¨ªa, en 1994, y el accidente de un avi¨®n de la empresa Lapa, en 1999, de forma conjunta".
Ayer las calles estaban vac¨ªas y se ve¨ªan crespones negros en las puertas de algunos comercios y en las ventanas de casas y pisos. Al mediod¨ªa el dolor se espesaba bajo el ardiente sol del verano. Los familiares que hab¨ªan pasado la noche traslad¨¢ndose en taxis que no les cobraban el viaje o en coches de espont¨¢neos dispuestos a colaborar para ir de una a otra de las salas de guardia de los 15 hospitales p¨²blicos y privados de la ciudad que recibieron a las v¨ªctimas, llegaban finalmente hasta el cementerio de La Chacarita cuando ya no ten¨ªan esperanzas.
Cuerpos sin identificar
Desde all¨ª los cuerpos eran trasladados a la morgue judicial para que los m¨¦dicos forenses realizaran la autopsia ordenada por la jueza a cargo de la investigaci¨®n. Los padres reclamaban a gritos que les devolvieran a sus hijos sin m¨¢s tr¨¢mite. Ayer por la tarde todav¨ªa quedaban sin identificar 14 cuerpos. Los funcionarios del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ped¨ªan, por todos los medios, colaboraci¨®n para que alguien se interesara por "una ni?a de 13 o 14 a?os, de pelo negro, corto, sin otra se?a visible, que agonizaba en la unidad de cuidados intensivos de un hospital".
Los chavales eligieron comunicarse y consolarse mutuamente en los chat de Internet. En uno de ellos, se le¨ªa: "A ver, creo que Chab¨¢n es uno de los mayores culpables que hay junto al Estado y todos los putos coimeadores (sobornados) que habilitaron el lugar. Pero, hermano, por qu¨¦ mierda no entienden cuando dicen que no conviene usar pirotecnia en los recitales. Se dijo y no le dieron bola. Loco, no se laven las manos".
El duelo nacional de tres d¨ªas oblig¨® a suspender las fiestas y conciertos. El primero de enero, en la discoteca Cromagnon, deb¨ªan tocar dos bandas, Hermanos de Sangre y Sucias Rocas.
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