El icono roto
Julen Guerrero ve c¨®mo declina su futuro en el Athletic, en el que ya incluso celebra ser convocado como suplente por Ernesto Valverde
"Bueno, pues... el ¨²ltimo partido de la Liga del a?o [2004] y convocado. Estoy muy contento de poder despedirlo en San Mames, ante toda la afici¨®n, estando por lo menos entre los citados. Si, al final, tengo la fortuna de saltar al terreno de juego, pues... todo redondo". ?Un futbolista juvenil esperanzado? ?Un reci¨¦n salido de una grave lesi¨®n? No. La frase apareci¨® d¨ªas atr¨¢s en el diario que Julen Guerrero (Portugalete, Vizcaya; 7 de enero de 1974) escribe cada d¨ªa en su p¨¢gina web. El ¨ªdolo de masas de los a?os 90, quiz¨¢ uno de los primeros jugadores medi¨¢ticos, no es ahora m¨¢s que el n¨²mero veintitantos de la plantilla del Athletic, alguien encantado de entrar en las convocatorias, calentarse en la banda, recibir el apoyo de sus incondicionales y disputar de vez en cuando unos pocos minutos, generalmente a partido ganado o perdido.
En el club no se ver¨ªa mal su marcha, pero el presidente la supedita a que ¨¦l mismo la pida
En tales circunstancias, su nombre se asocia necesariamente al mercado de invierno, pues en el club bilba¨ªno no se ver¨ªa con malos ojos su salida. En cualquier caso, su presidente, Fernando Lamikiz, ya se encarg¨® de desmentir en Lieja cualquier intento de traspaso y de asociar su marcha a que el mismo Guerrero la reclame. Y, de momento, Guerrero no parece estar dispuesto a abandonar el club de su vida, con el que tiene contrato hasta 2007 y en el que disfruta de una de las fichas m¨¢s altas: por encima de los 300 millones netos.
La situaci¨®n es dantesca: Guerrero se alegra por ser convocado; algo poco habitual, por cierto. Los dirigentes tienen que soportar la presi¨®n de contar con un futbolista car¨ªsimo en uno de los puestos mas bajos del escalaf¨®n de la plantilla. El t¨¦cnico, Ernesto Valverde, debe responder c¨ªclicamente a la pregunta recurrente: ?por qu¨¦ no juega? Y el p¨²blico se repite d¨ªa a d¨ªa la misma pregunta, ya cansina: ?Qu¨¦ le pasa a Julen?
Nadie conoce a nadie. Nadie sabe nada. Quiz¨¢, sencillamente, ocurra que su estrella futbol¨ªstica y f¨ªsica se est¨¦ apagando o quiz¨¢ que los ¨²ltimos entrenadores del Athletic se han equivocado con la ilustre figura y han ninguneado sus posibilidades. Sus fieles lo tienen m¨¢s claro. Para los adictos a Guerrero, la cuesti¨®n est¨¢ en el vestuario y en un presunto boicoteo de sus compa?eros. "?Os d¨ªsteis cuenta de que Julen, excepto en el pase en el que estuvo a punto de marcar, que se lo dio Urzaiz...; el resto de balones que toc¨® tuvo que ir a robarlos ¨¦l? ?Y que cuando llevaba el bal¨®n no se le ofrec¨ªa nadie para que pudiese jugar con ¨¦l? ?Os d¨ªsteis cuenta el bal¨®n que perdi¨®, al borde del ¨¢rea, despu¨¦s de haberlo robado casi en el centro del campo y de sortear a varios contrarios...? Nadie se le ofreci¨® para recibir el pase, con lo cual, al final, perdi¨® el bal¨®n porque sus compa?eros le boicotearon para que no se luciera, para que la gente pueda decir: 'Ah¨ª lo hab¨¦is tenido y ?qu¨¦ ha hecho?'. Yo dir¨ªa que m¨¢s que la mayor¨ªa de los que estuvieron sobre el terreno de juego durante los 90 minutos, porque corri¨®, rob¨® balones, se desmarc¨®, intent¨® jugar con los compa?eros y hasta estuvo a punto de hacer un gol. ?Qu¨¦ pena no haberlo metido!". La opini¨®n, literalmente transcrita, corresponde a uno de sus fans, que colg¨® dicho mensaje en el foro de la web de Guerrero tras el hist¨®rico 1-7 del Athletic al Standard de Lieja, en la Copa de la UEFA, al que se refiere. Opiniones similares abundan en esa asamblea y se multiplican en San Mam¨¦s, donde los futbolistas han ocupado el papel de verdugos de Guerrero que antes correspondi¨® a los directivos.
El futbolista, fiel a su estilo, huye de cualquier debate, proclama su fe rojiblanca, de la que nadie duda, y afirma una vez tras otra que su objetivo es seguir en el Athletic, volver a jugar y acabar su vida deportiva en el club en el que empez¨® y del que nunca se ha movido. Para el Athletic, sin embargo, todo es es muy complicado. Desde que Txetxu Rojo entren¨® al equipo en la temporada 2000-01, cuando disput¨® 27 partidos, Guerrero ha ido reduciendo su presencia en el once titular tanto con el alem¨¢n Jupp Heynckes, su descubridor en 1992, como con Valverde. Antes, con el franc¨¦s Luis Fern¨¢ndez vivi¨® un enfrentamiento sin estridencias, pero profundo, que le arranc¨® de la alineaci¨®n o le movi¨® a lugares del campo insospechados para sus cualidades.
La critica al vestuario como origen de los problemas de Guerrero, nunca probada y siempre negada tanto por ¨¦l como por sus compa?eros, se agarra al momento en el que fue nombrado a dedo capit¨¢n del equipo cuando era presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Arrate y entrenador el serbio Dragoslav Stepanovic. El pagano fue Andrinua, capit¨¢n indiscutible de aquel vestuario, del que hoy ya no queda nadie. Lo que entonces molest¨® al plantel no fue precisamente la actitud de Guerrero, sino la del preparador, que, en plena crisis de resultados, s¨®lo hablaba de ¨¦l, como el ¨²nico salvador posible, ninguneando a todos los dem¨¢s. Otros prefieren apelar a un presunto conflicto con Garitano que habr¨ªa provocado la marcha de ¨¦ste al Zaragoza en condiciones poco ventajosas para el Athletic. Sin embargo, ambos protagonistas han negado siempre la existencia de cualquier enfrentamiento entre ellos.
Lo cierto es que aquel muchacho que lleg¨® a ser el talism¨¢n de la selecci¨®n espa?ola -con ¨¦l nunca perd¨ªa, seg¨²n demostraban las estad¨ªsticas-, lucha ahora, semana a semana, por ser incluido entre los 18 de Valverde mientras una parte de la grada grita "?Julen, Julen!" no para celebrar sus goles -el ¨²ltimo en la Liga data de la temporada 2001-02-, sino para reclamar su presencia aunque s¨®lo sea unos minutos. Para saber que existe.
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