"Recoger firmas y manifestarse no son opciones propias de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica"
El obispo de Girona, Carles Soler (Barcelona, 1932), tom¨® posesi¨®n del cargo hace tres a?os. Sus opiniones son heterodoxas en comparaci¨®n con la Conferencia Episcopal Espa?ola. Soler, por ejemplo, no ha distribuido folletos contra la eutanasia ("yo no hago de recadero", dijo). En esta entrevista (por escrito, a petici¨®n del obispo) defiende el di¨¢logo con las parejas homosexuales y considera impropio de la jerarqu¨ªa eclesial promover manifestaciones contra el Gobierno.
Pregunta. Divorcio r¨¢pido, adopciones para matrimonios homosexuales, investigaci¨®n con c¨¦lulas madre para fines terap¨¦uticos, recortes en la financiaci¨®n de la Iglesia... ?Son frentes para la Iglesia y los cat¨®licos?
"Si una pareja homosexual me pidiera una ceremonia, dialogar¨ªa con ellos y les encomendar¨ªa al Se?or"
"La Iglesia ha de dejar claro y sin ambig¨¹edades su criterio (...) Y ofrece lealmente di¨¢logo y colaboraci¨®n para el bien de los ciudadanos"
Respuesta. La Iglesia, experta en humanidad (Pablo VI), tiene el deber de expresar sin ambig¨¹edades su doctrina a los cat¨®licos. Los no cat¨®licos, o no creyentes, tienen tambi¨¦n derecho a conocerla. La Iglesia no puede callar ante propuestas que no son acordes con la dignidad de la persona humana que, como dice Juan Pablo II, es el n¨²cleo central del Evangelio en virtud de la encarnaci¨®n del Hijo de Dios. Los recortes en la financiaci¨®n, si se produjeran, ser¨ªan una injusta marginaci¨®n de la Iglesia, puesto que todo su personal y dependencias est¨¢n a disposici¨®n y al servicio de quienes acuden a ella. Y son la mayor¨ªa, nacionales e inmigrantes.
P. Usted, como el resto de los obispos catalanes, no ha repartido los folletos contra la pr¨¢ctica de la eutanasia, no ha recogido firmas a favor de la ense?anza de la religi¨®n y no est¨¢ dispuesto a llamar a sus fieles a manifestarse contra el Gobierno. ?Cree que es prudente que los obispos se manifiesten tan claramente contra un Ejecutivo elegido democr¨¢ticamente?
R. La Iglesia ha de dejar claro y sin ambig¨¹edades su criterio, que no puede ser otro que el que se desprende del Evangelio de Jes¨²s. Y ofrece lealmente di¨¢logo y colaboraci¨®n para el bien de los ciudadanos. Recogida de firmas y manifestaciones pueden ser opciones libres y leg¨ªtimas de cualquier ciudadano. No son opciones propias de la jerarqu¨ªa.
P. ?Usted ve a sus feligreses tan molestos y soliviantados por las decisiones del Gobierno socialista como se desprende de las manifestaciones de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica espa?ola?
R. Soliviantados, no. No es nuestro estilo. Preocupados por el rumbo que va tomando nuestra sociedad, s¨ª. No s¨®lo porque sea contrario a la visi¨®n cristiana de la realidad, sino porque no pueden reconocer en algunas de estas decisiones un verdadero progreso ni que vayan a favorecer a corto ni a largo plazo el verdadero bienestar de nuestra sociedad y la pac¨ªfica y estimulante convivencia social.
P. Entre los curas de su di¨®cesis se encuentra el Foro Joan Alsina, un nutrido grupo de curas progresistas que ha levantado ampollas entre determinados c¨ªrculos eclesi¨¢sticos por sus opiniones favorables al sacerdocio femenino, la acogida de los homosexuales en el seno de la Iglesia o sus cr¨ªticas a la ostentaci¨®n ?Cu¨¢l es su opini¨®n al respecto? ?Girona es uno de los m¨¢s potentes focos progresistas de la iglesia espa?ola?
R. A lo largo de la historia han aparecido en el seno de la Iglesia grupos de diversa ¨ªndole, que interpelan y cuestionan posibles deficiencias que pueden haberlos motivado. Los sacerdotes ejercen su ministerio por encargo del obispo diocesano y bajo su autoridad. Por ello hay que preguntarse si el estilo de manifestaciones, p¨²blicamente divulgadas, favorecen el verdadero progreso, es decir, la conversi¨®n que la Iglesia debe realizar constantemente para responder a los retos que se presentan hoy a una aut¨¦ntica evangelizaci¨®n. Tambi¨¦n las posiciones extremas de algunos grupos, calificados como conservadores, entorpecen el servicio pastoral de la Iglesia que, como su Maestro y Se?or Jesucristo, no est¨¢ para condenar sino para salvar. Por ello he debido corregir, en varias ocasiones, algunos postulados y posicionamientos de uno y otro signo. Si alguien opina que Girona es uno de los m¨¢s potentes focos progresistas de la Iglesia en Espa?a, se equivoca. El sorprendente eco medi¨¢tico desenfoca el objetivo.
P. Hay sectores cat¨®licos que advierten que la Iglesia corre el riesgo de convertirse en un estamento trasnochado y sin incidencia en los problemas reales y cotidianos de la gente. ?Cree posible la asunci¨®n, aunque sea lenta y paulatina, del ideario de colectivos como el Foro Joan Alsina?
R. Estamos de lleno en el tr¨¢nsito de una sociedad sociol¨®gicamente cat¨®lica, en su inmensa mayor¨ªa, a una sociedad secularizada y, en alguna medida paganizada. Ello no convierte a la Iglesia en un instrumento trasnochado y sin incidencia en los problemas reales y cotidianos de la gente. Por el contrario, provoca una asunci¨®n personal de los postulados del Evangelio de Jes¨²s y la inserci¨®n libre y responsable en su Iglesia. Parad¨®jicamente las proclamas que se autocalifican progresistas son de hecho una huida hacia atr¨¢s.
P. Vistas las claras diferencias entre los obispos catalanes y la Conferencia Episcopal Espa?ola ?cree que est¨¢ m¨¢s cercana la posibilidad de una Conferencia Episcopal Catalana independiente?
R. La percepci¨®n de una sensibilidad diferente no debe considerarse como una diferencia de actitudes y de objetivos. Somos cat¨®licos, apost¨®licos y romanos de mente y de coraz¨®n. Cierto que se desea un estatuto jur¨ªdico que reconozca las diferentes situaciones y sensibilidades y que no permita que aparezcan como sospechosas las decisiones o modos no plenamente coincidentes en la forma.
P. Si una pareja homosexual que se declara cat¨®lica practicante le reclamara alg¨²n tipo de ceremonia -que no un matrimonio como sacramento- para testimoniar ante Dios su amor y su fe, ?Qu¨¦ les responder¨ªa?
R. Si en verdad son cat¨®licos practicantes saben que no pueden pedirlo. Si comparecieran, me sentar¨ªa a dialogar con ellos y los encomendar¨ªa al Se?or.
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