Mitos que hacen bajar la guardia
"Yo estoy acostumbrado a beber"; "un cafetito y como nuevo"; "beber comiendo no afecta". En un pa¨ªs con la costumbre arraigada de incorporar el consumo de todo tipo de alcoholes a cualquier acontecimiento social, los mitos sobre sus efectos son corrientes. "Mucho ojo; hay que evitar este tipo de falacias porque hacen bajar la guardia e incrementan la confianza de los que han bebido y deciden ponerse al volante", advierte M¨®nica Col¨¢s, del Observatorio Nacional de Seguridad Vial de la DGT.
El alcohol no se elimina hasta pasadas siete horas de la ingesta; "se empieza a metabolizar desde la primera hora, pero lo hace lentamente", explica Col¨¢s.
Adem¨¢s, el alcohol afecta de modo diferente a cada persona. El cuerpo de la mujer lo metaboliza m¨¢s despacio porque carece de una enzima en el h¨ªgado. La talla y el peso de cada cual tambi¨¦n influyen, dado que la cantidad de sangre que ha de soportar la droga ser¨¢ mayor o menor. El estado de salud modifica asimismo la respuesta del cuerpo; un resfriado, el estr¨¦s o el cansancio pueden potenciar los efectos del alcohol. Con tantas variables, los expertos recomiendan no tomar como norma las tablas que relacionan lo bebido con el grado de alcohol en sangre.
Incluso a las dosis m¨¢s bajas, el alcohol provoca efectos peligros¨ªsimos cuando se conduce. La transmisi¨®n nerviosa, las ¨®rdenes que el cerebro imparte para reaccionar ante un est¨ªmulo, se hace m¨¢s lenta, y esos milisegundos suponen muchos metros de distancia si se trata de frenar.
La somnolencia aparece pronto, lo que acompa?a a otro efecto pernicioso, la reducci¨®n del campo de visi¨®n. El hombre es un animal de visi¨®n estereosc¨®pica; es decir, que ve lo que ocurre en 180 grados delante de ¨¦l. Pues bien, el alcohol estrecha ese campo hasta que s¨®lo se tiene una visi¨®n frontal, como un burro con anteojeras, con lo que no se percibir¨¢, por ejemplo, que un ni?o cruza delante del coche hasta que se encuentra justo delante.
Con m¨¢s alcohol en el organismo, el conductor ebrio siente euforia y sus reflejos se desinhiben; tiene reacciones desproporcionadas y hace giros violentos y frenazos bruscos. Adem¨¢s, sobreestima peligrosamente sus posibilidades.
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