Territorio Zaplana
El cronista llega con el retraso justo para advertir una Comunidad entre el palo de ciego, las deserciones y la sabidur¨ªa de unas lenguas de fuego abruptamente amordazadas y reducidas a unos ejercicios secesionista. Camps a¨²n indaga el vellocino de su liderazgo, mientras le acosa el reverso y, por Alicante, se le encarro?a una gesti¨®n catastr¨®fica: m¨¢s de 7.000 parados deja un a?o, donde el PP ha librado sus querellas internas, ha ventilado sus miserias y diferencias, y se ha adiestrado, a¨²n m¨¢s de que lo cab¨ªa suponer y con sa?a, en la mutua descalificaci¨®n. Las iniciales solemnidades del president Camps solo le han dejado un perfil hier¨¢tico y muchas dudas. Perfil y dudas que no han contribuido a evitar un 14% de ¨ªndice de desempleo. De nada sirve fantasear un supuesto eje de la prosperidad, cuando el ejecutivo de la Comunidad Valenciana, adem¨¢s de un empe?o que debiera ruborizar al m¨¢s pintado, se resuelve incapaz para afrontar problemas tan acuciantes, que deja a la provincia de Alicante en una precariedad, a la altura de los primeros a?os de la d¨¦cada de los 90. Esta situaci¨®n laboral afecta pr¨¢cticamente a todos los sectores de la producci¨®n. La industria m¨¢s tradicional se va al garete con casi 3.000 parados m¨¢s. Y los servicios que constituyen una de nuestras s¨®lidas bases econ¨®micas han ca¨ªdo en picado, precisamente en un ejercicio en el que ha descendido el paro en Espa?a. ? Qu¨¦ est¨¢ sucediendo? ?por qu¨¦ esa destrucci¨®n de puestos de trabajo? Habr¨ªa que revisar los sectores m¨¢s afectados, y, por supuesto, uno de ellos es el del calzado, que durante tantos a?os ya, con sus fluctuaciones, ha entrado en una crisis muy inquietante. El cronista ha permanecido atento a las declaraciones de Diego Maci¨¢, alcalde socialista de Elche, quien de forma contundente ha responsabilizado a la pol¨ªtica del Consell y a esa desaparici¨®n y m¨¢s que desaparici¨®n, indolencia de su titular. Maci¨¢ ha dicho que los socialistas alicantinos no pueden permitir que el gobierno de Camps dilapide el esfuerzo de m¨¢s de 40 a?os de trabajo de toda una provincia que ha levantado y mantenido una prestigiosa actividad comercial. ?C¨®mo unas comarcas con iniciativa industrial y con una considerable capacidad de inventiva, se est¨¢n viniendo abajo en estos ¨²ltimos a?os? Aqu¨ª no ha prosperado nada, y nada ha pasado de un mero artificio. La Ciudad de la Luz, la Ciudad del Cine, ?qu¨¦ fueron finalmente sino presuntas y muy opacas transacciones, despu¨¦s de levantar tantas e in¨²tiles expectativas? ?Qu¨¦ sucede con nuestros servicios? ?con nuestro turismo, quiz¨¢ en peligro de extinci¨®n, si no se sustancian nuevas y m¨¢s consistentes formulas? ?qu¨¦, con nuestra hosteler¨ªa? ?qu¨¦, con nuestro comercio? Terra M¨ªtica se ha revelado como un gran fiasco, en torno al cual, pueden haberse montado muy sustanciosas operaciones ajenas al com¨²n del vecindario. Cu¨¢ntas pretensiones y cu¨¢ntos posibles enga?os. Y eso es algo que termina pasando factura. Mayormente ahora, cuando m¨¢s de 7.000 nuevos parados recorren estas tierras en busca de empleo. ?A qu¨¦ extremo ha llegado tanta imprevisi¨®n, tanto desgobierno? Un amigo consuela al cronista y pone cada cosa en su lugar: mon¨®logo de Camps. Y nosotros en Territorio Zaplana. Aviados estamos.
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