M¨¢s polic¨ªa y menos incidentes en la cuarta huelga del taxi

Los incidentes disminuyeron y la vigilancia policial aument¨® en la cuarta huelga de taxis convocada en Barcelona en el ¨²ltimo mes y medio, que dist¨® del seguimiento mayoritario de las anteriores. El Instituto Metropolitano del Taxi (IMET) asegur¨® que se hab¨ªa notado mucho menos, los sindicatos contrarios a la huelga la cifraron en el 50% y s¨®lo los afines la calificaron de ¨¦xito, con el 98% de seguimiento. Pero por primera vez en esta serie de paros, a los pocos taxis que trabajaban con las t¨¦cnicas sabidas (sentar al pasajero al lado y hacerlo pasar como familiar, apagar la luz verde...) se les sumaron los que circulaban con todas las se?as externas en orden. El seguimiento de la huelga fue cayendo conforme avanzaba el d¨ªa.

Permeables a las peticiones de auxilio de los taxistas, las fuerzas de seguridad supervisaron en los puntos m¨¢s conflictivos el derecho al trabajo de los contrarios a los paros. ?stos hab¨ªan llegado a amenazar esta semana con responder a la violencia de los piquetes. En el aeropuerto de El Prat hubo durante toda la ma?ana un gran despliegue del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, con hasta cinco unidades antidisturbios.

En la estaci¨®n de Sants, a la solitaria patrulla de la Guardia Urbana de otras veces se le uni¨® otra de antidisturbios. La Polic¨ªa Local orden¨® desalojar a primera hora a cuatro taxistas huelguistas aparcados frente a la estaci¨®n. El piquete fue intermitente durante toda la ma?ana, limitado en sus acciones por la presencia policial.

En el aeropuerto, la Guardia Urbana fue m¨¢s expeditiva: mult¨® a la cincuentena de taxistas aparcados. S¨®lo unos pocos huevos volaron a primera hora en el aeropuerto. La polic¨ªa hizo ver a los piquetes que no permitir¨ªa nada m¨¢s all¨¢ del insulto, as¨ª que la escena se calc¨® durante toda la ma?ana: el taxista que llegaba a la terminal A era rodeado y vilipendiado bajo el marcaje, mucho menos flotante esta vez, de los agentes de la polic¨ªa. "Muerto de hambre" y "cerdo" fue lo m¨¢s o¨ªdo, adem¨¢s de las sugerencias sobre el destino de lo cobrado. A una taxista la exhortaron a dejar el negocio al marido y fregar platos. "Los insultamos para que se averg¨¹encen. Si no nos dejaran hacer ni eso, ya ni vendr¨ªa", aclaraba un taxista.Un centenar de taxistas contrarios a los paros se concentraron de forma espont¨¢nea -los sindicatos negaron la convocatoria- sobre las 12.00 en la plaza de Catalunya, desde donde partieron al aeropuerto para tomar pasaje. Agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa tuvieron que separar a los afiliados de ambas partes en el momento m¨¢s tenso del d¨ªa. En el resto de la jornada, a la polic¨ªa s¨®lo le consta un lanzamiento de piedras en la confluencia de las calles de Arag¨® y Casanova.

El despliegue policial fue "desmesurado e innecesario", a juicio de Jos¨¦ Mar¨ªa Soto, presidente del Grupo Independiente del Taxi, favorable al paro. Para desconvocar las huelgas anunciadas -la siguiente es el 31 de enero, coincidiendo con el inicio del Sal¨®n Gaud¨ª-, Soto exigir¨¢ al IMET que se apruebe una subida tarifaria del IPC sectorial m¨¢s el 3% en cada uno de los tres a?os siguientes. Adem¨¢s, que se retiren las multas a los taxistas aparcados ayer en el aeropuerto y que el tan esperado Consejo Catal¨¢n del Taxi se forme despu¨¦s de unas elecciones.

Ese punto demostrar¨ªa el perfil pol¨ªtico de las huelgas, a juicio de Miquel Tom¨¢s, presidente del Sindicato del Taxi de Catalu?a, contrario a las huelgas y mayoritario en virtud de las ¨²ltimas elecciones, celebradas hace cuatro a?os. "Quieren conseguir con huelgas una presencia inmediata en el futuro ¨®rgano que no les corresponde". Un reglamento regular¨¢ en las pr¨®ximas semanas el funcionamiento del consejo. El IMET y los sindicatos mayoritarios abogan por que sea una suerte de ¨®rgano constituyente cuya primera funci¨®n sea la de convocar elecciones. Del resultado saldr¨ªa el gobierno del sector, en el que apenas est¨¢n sindicados unos cientos de los 10.500 taxistas.