El devorador devorado

La vieja m¨¢xima del periodismo -la noticia no es que un perro muerda a un ni?o, sino que un ni?o muerda a un perro- sirve tambi¨¦n para las revistas cient¨ªficas. Una de las mejores, Nature, presenta hoy dos f¨®siles excepcionales descubiertos por Yaoming Hu, Jin Meng y sus colaboradores de la Academia China de las Ciencias y el Museo de Historia Natural de Nueva York. Son los restos de dos mam¨ªferos que vivieron hace 130 millones de a?os, en plena era de los grandes reptiles. Y uno de ellos tiene una cr¨ªa de dinosaurio en el est¨®mago.

Los mam¨ªferos existen desde hace 180 millones de a?os, pero hasta ahora se cre¨ªa que, en un mundo dominado por los dinosaurios, se hab¨ªan visto relegados a los m¨¢rgenes de la ecolog¨ªa jur¨¢sica y cret¨¢cica, sin superar el tama?o de una rata y sin evolucionar en ning¨²n sentido interesante durante m¨¢s de 100 millones de a?os. S¨®lo la s¨²bita extinci¨®n de los grandes reptiles, hace 65 millones de a?os, habr¨ªa permitido a los mam¨ªferos salir de su largo letargo darwiniano. Como esa extinci¨®n se debi¨® probablemente al impacto de un gigantesco meteorito, el episodio se narra a menudo para ilustrar el car¨¢cter azaroso de nuestra existencia: sin meteorito no habr¨ªa mam¨ªferos mayores que una rata, ni cerebros mayores que una ciruela.

Los dos f¨®siles descubiertos por Hu en la Formaci¨®n de Yixian, una mina de oro para la paleontolog¨ªa situada en el noreste de China, refutan esa idea tradicional. El mam¨ªfero que se comi¨® a un dinosaurio pertenece a una especie descubierta hace cinco a?os en la misma zona, Repenomamus robustus. El animal ten¨ªa medio metro de largo, y el contenido de su est¨®mago despeja cualquier duda sobre su naturaleza depredadora.

Y el segundo f¨®sil que se presenta hoy es de una especie nueva, Repenomamus giganticus. El ejemplar supera el metro de longitud, debi¨® pesar en vida unos 12 o 14 kilos y, aunque muri¨® con el est¨®mago vac¨ªo, el tama?o de sus incisivos y la fuerza de sus mand¨ªbulas permiten a los cient¨ªficos chinos inferir que "era probablemente un carn¨ªvoro que compet¨ªa con los dinosaurios por las presas y el territorio".

La paleont¨®loga Anne Weil, de la Universidad de Duke (EEUU), que publica hoy en Nature un an¨¢lisis del hallazgo, explica a EL PA?S: "Los cient¨ªficos llevan a?os especulando sobre la influencia de los dinosaurios en la evoluci¨®n de los mam¨ªferos, pero ahora hay que preguntar: ?C¨®mo influyeron los mam¨ªferos en la evoluci¨®n de los dinosaurios?".

Weil es cauta: "Lo ¨²nico que sabemos con seguridad es que un individuo de Repenomamus se comi¨® una vez a una cr¨ªa de dinosaurio. Si tenemos en cuenta lo raro que es encontrar en un f¨®sil los contenidos del est¨®mago, este dato puede ser la evidencia m¨¢s s¨®lida que tendremos jam¨¢s de que los mam¨ªferos eran capaces de ejercer una presi¨®n como depredadores sobre los dinosaurios".

La paleont¨®loga subraya que los dinosaurios de esta zona eran bastante peque?os, y que algunos eran familiares cercanos de los que dieron lugar a las aves. Otros fueron creciendo de tama?o con el tiempo. "Tal vez", sugiere Weil, "estos peque?os dinosaurios aumentaron de tama?o, o echaron a volar, para escapar de los voraces mam¨ªferos".

Si es as¨ª, miles de especies deben estar a punto de echar a volar ahora mismo.