La histeria
"Un proyecto excluyente y etnicista. Un texto que supone acabar de un plumazo con la unidad de Espa?a" (La Raz¨®n, 31-12- 2004). "El asesinato de la democracia" (Carlos Mart¨ªnez Gorriar¨¢n, en ABC, 31-12-2004). "El infernal plan Ibarretxe [comporta] el asesinato premeditado, especialmente por parte de los nacionalismos vasco y catal¨¢n, del esp¨ªritu de la Transici¨®n. (...) Un nuevo enfrentamiento entre espa?oles, la renuncia a la convivencia pac¨ªfica y, en una palabra, la demolici¨®n o deconstrucci¨®n de la naci¨®n espa?ola" (Jorge de Esteban, en El Mundo, 31-12-2004). "Al flamante presidente socialista se le empieza a trocear Espa?a entre las manos" (Luis Mar¨ªa Anson, en La Raz¨®n, 31-12-2004).
"El plan Ibarretxe es una bomba de relojer¨ªa activada por ETA que inexorablemente estallar¨¢ dentro de seis meses" (Pedro J. Ram¨ªrez, en El Mundo, 2-1- 2005). "El plan Ibarretxe ni puede aceptarse ni debi¨® tramitarse. La serpiente venenosa es aconsejable que sea aplastada en el huevo de la madre, antes de nacer" (Manuel Jim¨¦nez de Parga, en ABC, 2-1-2005). "Es el adi¨®s a la Espa?a constitucional y, por supuesto, a la hist¨®rica. (...) La estrategia del Partido Socialista es tan simple como terrible: repartirse con los nacionalistas el poder en el futuro Estado confederal" (C¨¦sar Alonso de los R¨ªos, en ABC, 4-1-2005). "El c¨¢ncer no se trata como un catarro. (...) Esto no es una disputa por m¨¢s competencias auton¨®micas o por una sem¨¢ntica nueva, sino por una sustituci¨®n de la Espa?a actual por una confederaci¨®n de entes paraestatales, una quiebra del Estado a merced de voluntades insolidarias" (ABC, 5-1- 2005).
"El Pa¨ªs Vasco ha sido, es y ser¨¢ siempre parte de Espa?a. La sociedad espa?ola no desea, desde luego, que los asuntos pol¨ªticos terminen a tortas, pero mucho menos quiere que cualquiera se pueda salir con la suya violando la legalidad. Si Ibarretxe se empe?a, terminar¨¢ teniendo lo que predica" (El Mundo, 5-1- 2005). "El PNV, aliado con el Terrorismo NacionalistaVasco (sic) y con los totalitarios comunistas, ha emprendido definitivamente la senda del golpe de Estado. La resoluci¨®n del Parlamento de Ternera (sic, por el Parlamento Vasco), articulada sobre el rastro de sangre y de muerte dejado por la ETA, quiere refrendar el triunfo del terrorismo. En una democracia sana, el Gobierno habr¨ªa (...) suspendido lisa y llanamente la autonom¨ªa" (P¨ªo Moa, en La Raz¨®n, 5-1-2005).
"Necesitado de los esca?os de Esquerra Republicana de Catalu?a para mantenerse en el poder, el actual Gobierno de Espa?a parece dispuesto a cualquier dejaci¨®n, perdiendo de vista los intereses generales. Los nacionalismos catal¨¢n y vasco nos est¨¢n ganando la partida" (Cristina Alberdi, en La Raz¨®n, 10-1-2005). "Ahora, ETA se siente con la sart¨¦n del escenario vasco por el mango y pretende forzar la m¨¢quina para imponer su proyecto independentista, excluyente y represor" (La Raz¨®n, 11-1-2005). "Nunca ha vivido la naci¨®n espa?ola una crisis tan s¨®rdida y lamentable como la actual (...), ni siquiera la Guerra Civil, en la que, cualquiera que fuera el vencedor, aseguraba dos cosas: una larga dictadura y la conservaci¨®n de las fronteras nacionales" (Federico Jim¨¦nez Losantos, en El Mundo, 10-1- 2005). "El a?o 2005 ser¨¢ probablemente el ¨²ltimo a?o de Espa?a..." (el antedicho, en la COPE, 10-1-2005). "Se?ores pasajeros: abr¨®chense los cinturones. Estamos llegando a los Balcanes" (Jaime Campmany, en ABC, 12-1- 2005).
Los p¨¢rrafos precedentes constituyen un somero florilegio de comentarios que editorialistas y columnistas de importantes medios de comunicaci¨®n han vertido desde que, el pasado 30 de diciembre, el Parlamento Vasco aprobara el "proyecto de Estatuto Pol¨ªtico de la Comunidad de Euskadi". Pero, pese a su contundencia, a¨²n no dan idea de la magnitud del hurac¨¢n. En el ¨¢mbito institucional el presidente de Navarra, Miguel Sanz, ha asegurado que "el plan Ibarretxe quiere unificar pa¨ªses por su raza y su lengua como el Tercer Reich" (El Mundo, 10-1- 2005), despu¨¦s de preguntarse: "?Cu¨¢ndo ha existido Euskadi como naci¨®n? Navarra s¨ª, pero Euskadi no" (La Raz¨®n, 5-1- 2005). El presidente gallego, Manuel Fraga, ha sugerido sin ambages la suspensi¨®n de la autonom¨ªa vasca, y su hom¨®logo extreme?o, Juan Carlos Rodr¨ªguez Ibarra, propone retirar al Ejecutivo de Vitoria la competencia en materia de polic¨ªa auton¨®mica. Por su parte, Ram¨®n Rabanera, diputado general de ?lava, amenaza con la secesi¨®n de este territorio en el caso de que prosperasen los planes del lehendakari.
Y el episcopado espa?ol -el mismo que ha anatematizado el divorcio, el aborto, la contracepci¨®n, la eutanasia, la homosexualidad, el preservativo, los matrimonios gays, etc¨¦tera- trata de recuperar centralidad envuelto en la bandera roja y gualda, y declara que "poner en peligro la convivencia de los espa?oles negando unilateralmente la soberan¨ªa de Espa?a (...) no ser¨ªa prudente, ni moralmente aceptable". Mientras tanto, sondeos y encuestas de urgencia permiten a ciertos diarios titular: "Rotunda mayor¨ªa a favor de un pacto PSOE-PP frente a los nacionalismos" (El Mundo, 9-1-2005), y "Los espa?oles rechazan el Plan Ibarreche" (La Raz¨®n, 9-1- 2005). Y, sobre esos titulares, sugerir incluso la formaci¨®n de un Gobierno de salvaci¨®n nacional entre los dos grandes partidos estatales.
A la vista de lo cual uno no puede evitar formularse algunas preguntas sencillas: ?son o no son leg¨ªtimas todas las ideas, siempre que se defiendan sin violencia? El plan Ibarretxe no cabe en la actual Constituci¨®n, de acuerdo, pero ?no est¨¢ hoy la reforma constitucional sobre la mesa? ?Es normal que esta democracia presuntamente madura y consolidada reaccione de un modo tan hist¨¦rico, tan paranoico, tan apocal¨ªptico ante una propuesta pol¨ªtica transmitida por los cauces legales? Por ¨²ltimo: quienes no compartimos la concepci¨®n de Espa?a como naci¨®n ¨²nica y Estado unitario auton¨®mico, ?somos la anti-Espa?a?
es historiador.
Joan B. Culla i Clar¨¤
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