El Museo de la Industria de Portugalete recordar¨¢ a partir de mayo el pasado sider¨²rgico y minero de Vizcaya
La Vizcaya de hierro, holl¨ªn y metal fundido conforma una etapa clave de la historia del Pa¨ªs Vasco y del resto de Espa?a en los ¨²ltimos 150 a?os. Los nuevos rumbos de la econom¨ªa y una reconversi¨®n contundente han hecho desaparecer la mayor¨ªa de las huellas de ese pasado sider¨²rgico surgido junto a la r¨ªa del Nervi¨®n. Uno de sus municipios, el de Portugalete, desea que el recuerdo de ese tiempo no dependa en exclusiva de la nostalgia que los viejos trabajadores y sus hijos transmiten a las nuevas generaciones. Por ello, su Ayuntamiento, est¨¢ ultimando los detalles para abrir al p¨²blico el bautizado como Museo de la Industria.
Este proyecto pretende, en palabras del alcalde de Portugalete, Mikel Cabieces (PSE-EE), materializa un ejercicio de "memoria hist¨®rica". "Queremos dar a conocer lo que supuso la Revoluci¨®n Industrial en esta zona y el papel que jug¨® en la industrializaci¨®n de Vizcaya y de Espa?a a finales del siglo XIX y a lo largo del siglo XX", explica. La Casa del Mar, un moderno edificio multiusos situado en la ribera de la r¨ªa y que mira precisamente al espacio que ocupara a?os atr¨¢s alguno de los altos hornos y siderurgias que fueron motor del desarrollo del Pa¨ªs Vasco, es el espacio elegido para ubicar el museo. Si se cumplen los plazos previstos, abrir¨¢ sus puertas al p¨²blico dentro de cuatro meses.
El grueso de los fondos que exhibir¨¢ la nueva instalaci¨®n provienen de Altos Hornos de Vizcaya, la empresa que fue exponente principal de la pujanza industrial de este territorio y que naci¨® como fruto de la fusi¨®n de 3 f¨¢bricas: Altos Hornos de Vizcaya y Aceros, situada en Barakaldo, y La Iberia y La Vizcaya, ubicadas en Sestao.La mayor parte de los fondos del futuro Museo de la Industria han sido donados por la Sociedad Espa?ola de Participaciones Industriales (SEPI), ¨²ltima propietaria de Altos Hornos de Vizcaya (AHV). Herramientas, maquinaria, ¨²tiles, maquetas, cuadros y otros objetos se mostrar¨¢n en las distintas salas, acompa?ados de paneles explicativos con un marcado tono did¨¢ctico. A trav¨¦s de ellos, el visitante podr¨¢ obtener una visi¨®n amena y completa de lo que fue el eje del hierro sobre el que gir¨® la vida de los habitantes de la Margen Izquierda y la cuenca minera, muchos de ellos llegados de otras partes del pa¨ªs.
La intenci¨®n del Ayuntamiento de Portugalete es que el museo tambi¨¦n recuerde la parte humana de la industrializaci¨®n, salpicada de abusos, conflictos y luchas sociales, que situaron a Vizcaya a la cabeza del movimiento obrero en Espa?a. De ah¨ª el deseo del alcalde socialista de que las centrales sindicales participen en esta iniciativa.
Del mismo modo, los promotores del museo defienden su car¨¢cter global y persiguen a toda costa evitar una impresi¨®n en exceso localista, que entre en competici¨®n con otros municipios clave en la industrializaci¨®n de Vizcaya, como los vecinos Barakaldo y Sestao. "Queremos que el resto de municipios de la zona se impliquen y vean al museo como un patrimonio general de toda la zona y no s¨®lo de Portugalete", manifest¨® ayer el alcalde portugalujo.
En cuanto a la financiaci¨®n de la obra, la mayor parte corre a cargo del Gobierno central. Hace cuatro a?os, el Ejecutivo presidido entonces por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, concedi¨® una partida de algo m¨¢s 840.000 euros, a los que a mediados del a?o pasado se sumaron 125.000 euros aportados por la SEPI. La ¨²ltima inyecci¨®n de dinero, aprobada recientemente por el presidente Zapatero e incluida dentro del programa de museos del Ministerio de Cultura dirigido por Carmen Calvo, asciende a 400.000 euros.
En total, la Administraci¨®n central ha desembolsado 1.365.000 euros, con los que se cubre casi por completo el coste de una obra con la que se busca perpetuar la memoria de la revoluci¨®n del hierro.
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