La inversi¨®n catalana en China se dispara, y triplica en un semestre la cifra de todo un a?o

Cada vez hay m¨¢s empresas que se deciden por emprender la aventura asi¨¢tica. Los bajos costes de producci¨®n y el enorme mercado de China, con una amplia clase media en las grandes ciudades, han empujado a un nutrido grupo de empresas catalanas a trasladar parte de su producci¨®n al gigante asi¨¢tico y abrir centros para abastecer a los consumidores chinos. S¨®lo en el primer semestre de 2004 las inversiones en China alcanzaron 20,6 millones de euros, el 330% m¨¢s que el total invertido en 2003, seg¨²n la Direcci¨®n General de Comercio e Inversiones, del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.

Las empresas catalanas han apostado por dar el salto definitivo hacia el mercado asi¨¢tico. Muchas lo hicieron ya a finales de la d¨¦cada de 1990, pero fue el a?o pasado cuando la inversi¨®n en China se dispar¨®.

El valor bruto de las nuevas inversiones -las que incrementan los activos de un pa¨ªs en el exterior- durante el primer semestre de 2004 fue de 20,6 millones de euros, frente a los 6,8 millones en todo el a?o 2003. Catalu?a fue la comunidad aut¨®noma que m¨¢s invirti¨® en el gigante asi¨¢tico, puesto que sus empresas desembolsaron el 70% del total espa?ol. El flujo procedente de China tambi¨¦n aument¨®, aunque los 347.000 euros recibidos distan mucho a¨²n de los 1,1 millones de euros que invirtieron las empresas de aquel pa¨ªs en Catalu?a en 2002.

Tradicionalmente, la empresa catalana ha acudido a China para reducir costes de producci¨®n. "La fuerte subida del euro en los ¨²ltimos meses ha acentuado una tendencia que antes ya se observaba, que no es otra que la p¨¦rdida de competitividad de algunas industrias. Y ha afectado, sobre todo, a plantas que fabricaban complementos para el sector de la automoci¨®n, que han trasladado parte de su producci¨®n a China y han mantenido en Catalu?a los procesos que aportan valor a?adido y que precisan de personal m¨¢s cualificado", explica la responsable del ¨¢rea asi¨¢tica del Consorcio de Promoci¨®n Comercial de Catalu?a (Copca), un organismo dependiente del Gobierno catal¨¢n que promueve la internacionalizaci¨®n de las empresas.

D¨¦ficit comercial

En cambio, el saldo comercial entre Catalu?a y China favorece al gigante asi¨¢tico de forma apabullante. En 2003, el valor total de las importaciones chinas realizadas por Catalu?a ascendi¨® a 2.533 millones de euros. S¨®lo en los nueve primeros meses del a?o pasado, el importe de las compras a China ascend¨ªa ya a 2.281 millones, seg¨²n indican datos del Consejo Superior de las C¨¢maras de Comercio, lo cual convert¨ªa a China en el quinto pa¨ªs de donde se importan m¨¢s productos, sobre todo aparatos el¨¦ctricos y mec¨¢nicos, ropa y juguetes. Las exportaciones hacia aquel pa¨ªs, en cambio, tienden a estancarse debido en gran parte a la fortaleza del euro. Si en el conjunto de 2003 Catalu?a export¨® productos por un valor de 431,7 millones de euros, hasta septiembre del a?o pasado los productos vendidos a China alcanzaron los 276,4 millones de euros.La empresa de tejidos el¨¢sticos Dogi, con sede en El Masnou (Maresme), adquiri¨® una f¨¢brica en el sureste de China. En su caso, el traslado fue vital. "Nuestros clientes, que se dedican a la confecci¨®n, se fueron hacia Asia, donde la mano de obra y las materias primas eran m¨¢s baratas. All¨ª fabrican gamas medias con mucha tirada y reservan para sus plantas europeas los dise?os m¨¢s sofisticados", asegura el director de operaciones internacionales de Dogi, Pacho Schr?eder.

La consultora Kreari, que gestiona varios proyectos empresariales en China, explica que del traslado de la producci¨®n depende la supervivencia de varias empresas. "Tenemos clientes a quienes, dado el panorama actual, les es casi imposible obtener beneficios si instalan sus plantas de producci¨®n en Catalu?a. Por ejemplo, una f¨¢brica de papel de regalo que produzca en China tendr¨¢ muchos m¨¢s beneficios que si lo hace en Catalu?a, a pesar de los costes de transporte", se?ala el directivo de la consultora Jaume Piqu¨¦.

Empresas peque?as

Inter China Consulting es una consultora internacional que ha gestionado el 60% de las inversiones espa?olas en China. El 55% de sus clientes son catalanes, que suelen estudiar a fondo el mercado asi¨¢tico y se implantan en aquel pa¨ªs al cabo de dos a?os. El director de la consultora, Eduardo Morcillo, traza el perfil de las compa?¨ªas catalanas que ubican parte de su producci¨®n en China: "Son empresas con una facturaci¨®n de entre 30 y 50 millones de euros, en las que trabajan entre 200 y 500 empleados y con unidades productivas en Catalu?a. Suelen ser l¨ªderes de su sector a escala internacional y se dedican sobre todo a ¨¢mbitos muy concretos, como torniller¨ªa de precisi¨®n o qu¨ªmica para pigmentaci¨®n", explica Morcillo. El traslado de parte de la producci¨®n, sostiene el director de la consultora, se ha acentuado con la liberalizaci¨®n del textil. "Fabricar en China es un 50% m¨¢s barato. Si se descuentan los gastos de reexportaci¨®n hacia Europa, el resultado final es que los costes se reducen un 45%", a?ade Morcillo.

Junto a la implantaci¨®n de plantas de las nuevas multinacionales catalanas, sobre todo en la costa, un nutrido grupo de empresas ha abierto delegaciones en China para abastecer a una creciente demanda. Los centros comerciales de las principales ciudades y las zonas costeras del pa¨ªs hierven con la aparici¨®n de una clase media compuesta por una poblaci¨®n de entre 60 y 80 millones de ciudadanos. "Las empresas del sector servicios ya no se instalan all¨ª para reducir costes, sino para dirigirse al mercado asi¨¢tico. Para hacerlo, muchas crean sus propias centrales, pero otras prefieren tener aliados estrat¨¦gicos o crear empresas mixtas", explica Morcillo.

"Lo vendemos todo alli"

Telstar se dedica a fabricar, entre otros productos, tecnolog¨ªa para la industria farmac¨¦utica. En 2003 abri¨® una f¨¢brica en Shanghai, la tercera de la compa?¨ªa en Asia. Uno de sus responsables, Carles Brugada, explica que su producci¨®n se dirige al mercado local. "Los compradores chinos son tantos que de momento lo vendemos todo all¨ª. Pero para ser competitivos en ese pa¨ªs hace falta adaptarse a sus precios, por lo que tuvimos que abrir varias delegaciones", afirma.

En cambio, la industria farmac¨¦utica Esteve Qu¨ªmica opt¨® por una alianza estrat¨¦gica con la empresa Yiwu Huayi Fine Chemical, que antes ya abastec¨ªa a la compa?¨ªa catalana de materias primas que proced¨ªan de Asia. Esta joint venture produce ahora principios activos en China, mientras que las ¨²ltimas fases del proceso, que suelen ser m¨¢s complicadas, se llevan a cabo en Catalu?a al requerir de instalaciones de mayor calidad. En definitiva, lo que antes era una aventura hoy se ha convertido en una estrategia de supervivencia.