Vald¨¦s y Eto'o sostienen al Bar?a
Las intervenciones del guardameta y la pegada del delantero camerun¨¦s dan al equipo azulgrana un trabajado triunfo ante la Real
A falta de juego y de futbolistas, el Barcelona tuvo ayer principio y final, portero y delantero centro, y entre Vald¨¦s y Eto'o sacaron adelante un partido especialmente peludo. Muy concentrado y solvente en los mano a mano, la actuaci¨®n del guardameta permiti¨® que el ariete enmendara a la salida de un c¨®rner un error desde el punto de penalti. La perseverancia redimi¨® al pichichi del campeonato y al l¨ªder de la Liga despu¨¦s de que Rijkaard interviniera por una vez decisivamente en la contienda y la Real se quedara con uno menos por la expulsi¨®n de Xabi Prieto. Pasaron un mal rato los azulgrana, que s¨®lo encontraron alivio en la victoria, alcanzada en el ¨²ltimo tramo, una vez que el partido ratificara la metamorfosis barcelonista. El Bar?a ha dejado de ser un equipo jovial y divertido, sobre todo vivaz, para convertirse en un grupo agotado, triste y turbado, presa de la angustia.
BARCELONA 1 - REAL SOCIEDAD 0
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Belletti, Puyol, Oleguer (Sylvinho, m. 60), Van Bronckhorst; Xavi, M¨¢rquez, Iniesta; Giuly, Eto'o y Ronaldinho.
Real Sociedad: Riesgo; L¨®pez Rekarte, Luiz Alberto, Labaka, Garrido; Prieto, Alkiza (Larrea, m. 85), Alonso, Aranburu, Gabilondo (Uranga, m. 79); y Kovacevic (Nihat, m. 68).
Gol: 1-0. M. 81 Eto'o, tras peinar M¨¢rquez, cabecea un c¨®rner botado por Xavi.
?rbitro: Rodr¨ªguez Santiago. Expuls¨® a Prieto (m. 61) por dos tarjetas amarillas. Tambi¨¦n amonest¨® a Alonso, Garrido, Aranburu y Van Bronckhorst.
Camp Nou. 68.700 espectadores. Se guard¨® un minuto de silencio por los muertos del tsunami y por la soprano Victoria de los ?ngeles, fallecida el s¨¢bado.
Aunque el marcador ratifica su jerarqu¨ªa en la tabla, el equipo azulgrana ha perdido ascendiente y referencia respecto a sus rivales. Flaquea, por no decir que se le ha parado el reloj; su juego ha ido empeorando; se ha alejado del campo contrario y consecuentemente del gol; e incluso a veces parece desenchufado, sobre todo si se atiende a que lleg¨® a jugar a la velocidad de la luz. No est¨¢ por lo menos en condiciones de ser exigido sino que se firman las victorias m¨ªnimas por lo civil o lo criminal. El equipo no es ajeno a las murmuraciones de la Liga, que sospecha del l¨ªder, incapaz de encontrar el hilo de juego que le llev¨® a contemplar el campeonato desde un pedestal.
Ya no se siente fresco y juega con m¨¢s est¨ªmulo y rabia que ingenio. Aventado por su propia hinchada e incitado por la rival, ayer se sinti¨® empujado a ir a por el partido con determinaci¨®n desde el pitido inicial, como si necesitara combatir cuanto antes la goleada de Vila-real. Y cay¨® en la ansiedad y la precipitaci¨®n. As¨ª se explican por ejemplo errores como el de Eto'o en el lanzamiento de un penalti que s¨®lo advirti¨® el ¨¢rbitro. El camerun¨¦s remat¨® al palo. Le falt¨® aplomo. No supo precisar el tiro y el Barcelona cont¨® el tercer penalti fallado sobre nueve.
Pese a que ya es sabido que en tres minutos se le pueden hacer muchas cosas a la Real, tantas como ganarle un partido, la productividad azulgrana fue escalofriante en el arranque: dos faltas de Kovacevic, un remate a quemarropa de Ronaldinho que sac¨® Riesgo y el penalti que fall¨® Eto'o despu¨¦s de que Luis Alberto le ganara la posici¨®n a Iniesta y rechazara la pelota sin m¨¢cula, por mucho que el ¨¢rbitro diga lo contrario.
El error del delantero a las primeras de cambio tuvo un efecto muy nocivo sobre el equipo. Pasados los tres primeros minutos, el Bar?a perdi¨® el hilo del partido y la Real tuvo tiempo incluso para advertir que era m¨¢s enemigo el colegiado que el equipo barcelonista. Los donostiarras estrangularon a los azulgrana y no hubo manera de alcanzar posiciones de remate en el ¨¢rea. A la espera del descanso, que siempre se supone reparador, el partido qued¨® negado por la facilidad de unos en defenderse y la incapacidad de otros para atacar.
Notaba el Barcelona la ausencia de Deco porque es un futbolista que siempre lleva el partido metido en la cabeza y, por tanto, en cada momento encuentra la jugada que se impone. Y, por lo dem¨¢s, no fucionaba la alineaci¨®n que Rijkaard dispuso en el frente de ataque: Giuly no atinaba a centrar desde la derecha, Ronaldinho no romp¨ªa como falso delantero centro y Eto'o no pintanba nada en el flanco izquierdo. Del torbellino inicial se pas¨® a una somnolencia sobrecogedora, y suerte tuvo el Barcelona que Vald¨¦s no fuera v¨ªctima de la dormidera general. El portero, decisivo sobre todo en un mano a mano con Nihat, estuvo muy atento ante el despiste general de su equipo, que no le encontraba el punto de velocidad al partido: jugaba siempre con la misma marcha y era incapaz de generar espacios porque los jugadores permanec¨ªan invariablemente en sus puestos de salida.
La Real aprendi¨® que la mejor manera de desarmar al Barcelona es obligarle a elaborar la jugada en su propia cancha. Los blanquiazules no se dejaban quitar la pelota en su ¨¢rea y exig¨ªan de los azulgrana ataques demasiado largos para un equipo tan impaciente por reencontrarse con el gol. El choque se fue poniendo tan chungo que a Rijkaard no le qued¨® m¨¢s remedio que mover un banquillo por mucho que no invitara al optimismo. Apareci¨® Silvynho para adelantar la posici¨®n de Van Bronckhorst, Ronaldinho y Eto'o se intercambiaron las posiciones, Xabi Prieto fue expulsado por una doble amonestacion y el Barcelona consigui¨® por lo menos abrir el campo.
Vestido de extremo, Eto'o remat¨® al palo, Giuly marr¨® un disparo franco como ariete y Puyol acareci¨® el gol a la salida de un c¨®rner. Apret¨® el Barcelona, que toc¨® a rebato y no par¨® hasta alcanzar un gol a la salida de un c¨®rner, en una jugada de estrategia, recurso que el Barcelona hab¨ªa despreciado reiteradamente en la primera vuelta del campeonato. Eto'o volvi¨® a ser decisivo aunque en esta ocasi¨®n necesit¨® la colaboraci¨®n de Vald¨¦s para que el equipo obtuviera el triunfo.
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