Marga Blanco medita sobre la libertad y el deseo en sus poemas

Mientras alguien mira los p¨¢jaros, su inquebrantable voluntad de vida, puede el mundo, la visi¨®n po¨¦tica de un mundo propio o ajeno, sostenerse en las palabras. Mirando p¨¢jaros es el ¨²ltimo poemario de Marga Blanco Samos, publicado por la Diputaci¨®n Provincial de Granada dentro de la colecci¨®n Maillot Amarillo. Marga Blanco naci¨® en Granada en 1973. Es licenciada en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica y ha publicado anteriormente otros dos libros de poemas: En un continente cualquiera (Universidad de Granada), con el que result¨® finalista del premio Federico Garc¨ªa Lorca, y A cierta distancia (Cuadernos del Vig¨ªa). En la actualidad trabaja como profesora de educaci¨®n secundaria.

Para la joven poeta, "el que mira p¨¢jaros ve la ciudad a partir de la altura de los tejados y de las copas de los ¨¢rboles". Y esa imagen de la libertad que representan las aves no pasa desapercibida por los versos que Blanco ofrece en esta entrega. "El libro est¨¢ lleno de precipicios que no se pueden pasar en dos saltos, de apuestas por los sue?os, de deseos que asumen el riesgo de la derrota". Y la derrota, desde una perspectiva optimista, admite diversos avatares por los que pasa la quietud.

Desde el erotismo, la infancia o la desigualdad en las relaciones humanas, el poemario discurre por una ordenada estructura en dos partes. Los poemas, que en su mayor¨ªa evitan el t¨ªtulo, circulan por una atm¨®sfera de calma, de sosiego, en la que la meditaci¨®n de lo cotidiano, de la cercana experiencia, termina por levantar la vista en busca de un futuro mejor, un futuro posible a pesar del dolor y de las diferencias.

Capacidad de trabajo

"La clave de Mirando p¨¢jaros es el deseo. Cuando uno se toma en serio la tarea de hacer poes¨ªa, no concibe el poema como un mero ejercicio de escritura". La autora granadina est¨¢ convencida de que el poeta no tiene por qu¨¦ tener una especial sensibilidad, sino una gran capacidad de trabajo. Cercana a la llamada Poes¨ªa de la Experiencia, Marga Blanco confiesa que le interesa "la buena poes¨ªa" y que fundamentalmente le atrae "la que tiene que ver con la vida, la que est¨¢ apegada a lo humano, la que no se escucha a s¨ª misma".

Por eso, no duda en se?alar como referentes a Luis Garc¨ªa Montero o ?ngeles Mora, junto a autores como Antonio Carvajal, Claudio Rodr¨ªguez o ?ngel Gonz¨¢lez, adem¨¢s de cl¨¢sicos como Garcilaso de la Vega o Federico Garc¨ªa Lorca, del que asegura que "Poeta en Nueva York fue un aut¨¦ntico descubrimiento". Entre los escritores extranjeros prefiere a figuras de la talla de Pablo Neruda, Truman Capote, Safo o Emily Dickinson.