"Escribo sobre los cien a?os de la soledad jud¨ªa"
Aharon Appelfeld vive en una amplia casa en Mevasseret Zion, en las afueras de Jerusal¨¦n, que est¨¢ repleta de libros. Muchos de ellos son ediciones de sus novelas y cuentos que muestra orgulloso, especialmente los traducidos a las lenguas m¨¢s ex¨®ticas, como el japon¨¦s. Un lugar especial ocupa Historia de una vida, que el a?o pasado obtuvo en Francia el Premio M¨¦dicis. Esas memorias y la novela V¨ªa f¨¦rrea son sus primeros libros traducidos al espa?ol.
PREGUNTA. Su condici¨®n jud¨ªa es algo esencial en su escritura, ?puede decirse que ha determinado su destino como escritor y tambi¨¦n como hombre?
RESPUESTA. Nac¨ª en 1932 y ten¨ªa siete a?os cuando estall¨® la Segunda Guerra Mundial. En la escuela s¨®lo estudi¨¦ el primer curso de ense?anza elemental. A mi madre la mataron y me vi obligado a separarme de mi padre. Me convert¨ª en hu¨¦rfano, en alguien solo. Enseguida comenc¨¦ a preguntarme por qu¨¦ la gente me quer¨ªa matar, qu¨¦ hab¨ªa hecho mal. ?Por qu¨¦ mataron a mis padres? Yo ven¨ªa de una familia profundamente asimilada a su entorno y mis padres nunca se vieron a s¨ª mismos como jud¨ªos sino como europeos. Mi lengua materna era el alem¨¢n. Entonces nos metieron en trenes y nos llevaron prisioneros a campos de concentraci¨®n. ?Por qu¨¦? ?Qu¨¦ hab¨ªamos hecho mal? Estas preguntas me las hago constantemente en mis libros y en mis diarios. Me pregunto qu¨¦ hemos hecho mal, qu¨¦ culpa tenemos el pueblo jud¨ªo, por qu¨¦ se nos odia tanto.
?Podr¨ªa volver a ocurir el Holocausto? "Europa ha cambiado aunque no podemos decir cu¨¢n profundo es el cambio"
"Cuando se habla del Holocausto se tiene que hablar de la civilizaci¨®n m¨¢s desarrollada y del significado de la civilizaci¨®n occidental"
"Deseo que Jerusal¨¦n sea una ciudad pac¨ªfica en la que jud¨ªos, ¨¢rabes y cristianos vivan juntos"
"Me adoptaron los criminales sin saber que era jud¨ªo. Viv¨ªa entre ladrones y prostitutas, gente de los m¨¢rgenes, y ten¨ªa que comportarme como ellos"
P. Quiz¨¢ estas preguntas lo llevaron a convertirse en sionista. Usted vino cuando apenas era un adolescente. Lo trajeron las agencias jud¨ªas e Israel se convirti¨® para usted en un refugio, como para tantos jud¨ªos.
R. No soy sionista. Simplemente soy un ser humano que est¨¢ aqu¨ª por el destino. Cuando llegu¨¦ s¨®lo ten¨ªa trece a?os y medio y toda mi educaci¨®n se resum¨ªa al primer curso de ense?anza primaria. Vine con un grupo de hu¨¦rfanos, de viejos y de enfermos. En ning¨²n pa¨ªs quer¨ªan aceptar a hu¨¦rfanos, viejos y enfermos, o sea jud¨ªos. Esto ocurri¨® en 1946 cuando todav¨ªa exist¨ªa Palestina. Pero no se puede decir que yo viniera de una familia jud¨ªa o sionista, sino de una familia europea. Vine como una persona perdida y sola. Era simplemente un hu¨¦rfano. No se puede hablar de una opci¨®n ideol¨®gica sino tan s¨®lo existencial.
P. Durante la guerra muri¨® su madre y perdi¨® bruscamente el contacto con su padre, pero luego, veinte a?os despu¨¦s, se reencontr¨® con ¨¦l.
R. Mi padre y yo nos separamos cuando los alemanes lo aprehendieron y se lo llevaron para que trabajara. Los rusos llegaron, liberaron el campo en el que se encontraba y se lo llevaron al ej¨¦rcito ruso. Sirvi¨® en el ej¨¦rcito y al terminar la guerra se estableci¨® en Rusia, donde vivi¨® veinte a?os. ?l no pod¨ªa imaginar que un ni?o de s¨®lo ocho a?os y medio pudiera sobrevivir a la guerra. Era inimaginable. Nos volvimos a encontrar aqu¨ª veinte a?os despu¨¦s. Cada mes se publicaba una lista con los nombres de los jud¨ªos que llegaban a Israel y vi el suyo. Emigr¨® desde Rusia v¨ªa Viena. Fue un encuentro muy extra?o. Cuando nos separamos yo ten¨ªa ocho a?os y medio y cuando nos reencontramos ya ten¨ªa treinta, hab¨ªa terminado la Universidad y era maestro. ?l muri¨® hace veinte a?os, despu¨¦s de haberse casado en segundas nupcias.
P. ?Qu¨¦ diferencias hay entre un jud¨ªo que vive en Israel y otro que vive en la di¨¢spora?
R. No creo que haya diferencias. Se puede ser jud¨ªo en Israel o en la di¨¢spora. Nadie es mejor por estar aqu¨ª o peor por estar all¨¢. No soy una persona ideol¨®gica que vaya diciendo a la gente d¨®nde tiene que vivir o lo que tiene que hacer. No pienso en t¨¦rminos ideol¨®gicos sino en t¨¦rminos existenciales.
P. M¨¢s de la mitad de los cuarenta libros que ha escrito son sobre el tema del Holocausto. ?Puede decirse que es un escritor monogr¨¢fico?
R. No lo veo as¨ª. Escribo sobre el fen¨®meno del jud¨ªo moderno. Para ser m¨¢s precisos, escribo sobre los cien a?os de soledad jud¨ªa, sobre el jud¨ªo moderno en Europa y en Israel.
P. ?Puede decirse que usted ha reaccionado al hecho de que su familia fuera una familia asimilada en Europa?
R. S¨ª. En los a?os veinte y treinta era normal que los jud¨ªos se vieran a s¨ª mismos en un contexto europeo y no en un contexto jud¨ªo. Hab¨ªa jud¨ªos comunistas, liberales, anarquistas, etc¨¦tera, que se consideraban europeos. Nunca se imaginaron que iban a ser odiados por ser jud¨ªos. El juda¨ªsmo no era entonces un componente esencial de sus vidas y ni siquiera eran creyentes.
P. ?Es usted creyente?
R. No en un sentido tradicional, pero s¨ª en el sentido de que estamos viviendo en un mundo en el que hay una gran cantidad de maravillas. No soy un creyente institucional.
P. Ahora se cumple el sesenta aniversario de la liberaci¨®n de Auschwitz. ?Quiere hacer alg¨²n comentario respecto al significado del Holocausto hoy?
R. Probablemente ha sido el acontecimiento m¨¢s cruel del siglo XX. Mataron a seis millones simplemente por ser jud¨ªos. No importaba que fueran buenos o malos, que fueran creyentes, comunistas, liberales o cualquier otra cosa. Lo ¨²nico que importaba era la biolog¨ªa, que la sangre de tu cuerpo fuera jud¨ªa. Entonces te merec¨ªas la muerte. Y esto no ocurri¨® en Zambia o en cualquier lugar remoto de ?frica sino en el centro de Europa. Ocurri¨® por parte de una naci¨®n que era la m¨¢s culta. Cuando se habla del Holocausto se tiene que hablar de la civilizaci¨®n m¨¢s desarrollada y del significado de la civilizaci¨®n occidental. Ni?os y ancianos fueron asesinados por el mero hecho de ser jud¨ªos. Los llevaron a campos e hicieron de ellos cenizas. ?Qu¨¦ significa todo eso? ?Qu¨¦ clase de cultura era la mejor de Europa?
P. ?Cu¨¢l es su conclusi¨®n? ?Cu¨¢l es su cr¨ªtica?
R. La palabra cr¨ªtica es demasiado peque?a para una cat¨¢strofe de esas dimensiones. Necesitamos una palabra m¨¢s grande. El pueblo jud¨ªo llevaba viviendo en Europa m¨¢s de dos mil a?os. Eran parte de Europa, parte de Espa?a, parte de todos los pa¨ªses, y contribuyeron a su cultura, en la medicina, en el derecho y en todas las ¨¢reas. Incluso formaban parte de la ¨¦lite... Freud, Einstein, Marx... Seguramente suscitaron mucha envidia, pero ?c¨®mo se puede llegar al punto de seleccionar a una naci¨®n entera y que se la mate porque son jud¨ªos?
P. ?Cree que podr¨ªa volver a ocurrir?
R. No soy profeta. Europa ha cambiado aunque no podemos decir cu¨¢n profundo es el cambio. Ya no existe la cuesti¨®n jud¨ªa porque hoy apenas vive un mill¨®n de jud¨ªos en todo el continente y la mayor¨ªa est¨¢n asimilados. Hablando demogr¨¢ficamente no existe la cuesti¨®n jud¨ªa.
P. ?Y en Estados Unidos?
R. En Estados Unidos es diferente porque hay muchas minor¨ªas. Aunque nunca se puede decir, claro, porque lo que ha ocurrido una vez puede volver a ocurrir.
P. Usted ha pasado la mayor parte de su vida en Jerusal¨¦n. En los ¨²ltimos cincuenta a?os esa ciudad ha experimentado numerosos cambios. ?Qu¨¦ le parece la nueva Jerusal¨¦n?
R. Jerusal¨¦n nunca ha sido una ciudad pac¨ªfica. Siempre ha habido guerras aqu¨ª y deseo que alg¨²n d¨ªa sea una ciudad pac¨ªfica en la que jud¨ªos, ¨¢rabes y cristianos vivan juntos, ?por qu¨¦ no?
P. En Historia de una vida]]> no menciona a los palestinos ni una sola vez. ?Es algo premeditado?
R. Soy un escritor y no un periodista o un historiador. Escribo acerca de sentimientos ¨ªntimos. No hablo ¨¢rabe y no voy a los pueblos a conversar con la gente. Durante muchos a?os he sido profesor en la Universidad Ben Gurion y he tenido alumnos ¨¢rabes, pero ellos no son el fundamento de mi historia. Cuando llegu¨¦ aqu¨ª hab¨ªa guerra, luego fue la gran guerra de la independencia y nunca he mantenido una relaci¨®n ¨ªntima con los ¨¢rabes. Mi discurso no es pol¨ªtico. Si conozco a alguien puedo escribir sobre ¨¦l, pero si no lo conozco no puedo escribir. Provengo de una familia liberal y creo en el liberalismo. Puedo escribir sobre los palestinos desde un punto de vista pol¨ªtico, pero no desde un punto de vista ¨ªntimo. Mis libros son sobre sentimientos y sensaciones. Hablo de los individuos. Y ¨¦sta es una diferencia entre la literatura y la historia o la pol¨ªtica. Para escribir sobre los palestinos tendr¨ªa que vivir diez a?os en Naplusa, en Hebr¨®n o en Bel¨¦n para comprenderlos.
P. ?De qu¨¦ manera ha influido la tragedia de su familia en usted?
R. Cuando alguien crece sin madre se convierte en alguien m¨¢s alerta respecto a los dem¨¢s. Tienes que escucharlos porque dependes de ellos. En mi infancia, como cuento en Historia de una vida, me adoptaron los criminales sin saber que era jud¨ªo. Viv¨ªa con ladrones y prostitutas, gente de los m¨¢rgenes. Estaba en sus manos y ten¨ªa que comportarme como ellos y estudiar su naturaleza. ?sa fue mi escuela y en ella aprend¨ª el significado de la vida. Adoptaba a padres y a madres para no ser hu¨¦rfano.
P. ?Puede comentar su paso por el ej¨¦rcito ruso?
R. En 1944, a la edad de doce a?os, los rusos liberaron el ¨¢rea donde viv¨ªa y me integr¨¦ en el ej¨¦rcito ruso como ayudante de cocina. Fue una gran experiencia y se portaron bien conmigo. Ten¨ªa comida y la gente no quer¨ªa matarme.
P. En el pr¨®logo de Historia de una vida]]> afirma que prefiere la memoria a la imaginaci¨®n, pero lo cierto es que en el libro ambas aparecen mezcladas y es dif¨ªcil discernirlas.
R. La memoria es algo s¨®lido y la imaginaci¨®n te lleva a todos los lugares que existen y que no existen. Cuando hablo de mis primeras memorias hay una gran cantidad de vac¨ªos que tengo que llenar con la imaginaci¨®n. Hay partes en las que lo importante es la memoria y s¨®lo hay memoria, pero en otras partes he tenido que a?adir imaginaci¨®n.
P. Su lengua materna era el alem¨¢n, aunque usted de ni?o ya hablaba varios idiomas, ?le result¨® dif¨ªcil pasar al hebreo?
R. Al principio hablar hebreo era una necesidad, lo que tambi¨¦n es una cuesti¨®n existencial. Tuve mucha suerte porque el hebreo se convirti¨® en mi primera lengua escrita puesto que era demasiado peque?o para escribir en alem¨¢n.
P. Usted usa habitualmente frases muy cortas.
R. Es una tradici¨®n hebrea. En la Biblia s¨®lo hay frases muy cortas.
P. Sin embargo hay escritores hebreos que usan frases normales o largas.
R. S¨ª, pero yo sigo esa tradici¨®n. Soy minimalista por naturaleza e intento decir lo m¨¢ximo con frases breves.
P. Hay escritores jud¨ªos que son universalistas y otros que s¨®lo abordan la cuesti¨®n jud¨ªa desde diferentes puntos de vista. Usted pertenece al segundo grupo.
R. La regla es muy sencilla: uno tiene que ser lo que es. Yo nac¨ª jud¨ªo en una familia jud¨ªa asimilada. El jud¨ªo moderno es universal. Mis libros se han traducido a 32 lenguas. Si no fueran universales no se habr¨ªan traducido. Los escritores espa?oles, por ejemplo, escriben sobre gente espa?ola y si son buenos se convierten en universales. Kafka es universal pero sigue siendo jud¨ªo, y lo mismo Proust.
La fama en Israel
"HISTORIA DE una vida se ha publicado en alem¨¢n, italiano y franc¨¦s, y se va a traducir a varias lenguas m¨¢s. En Francia ha sido un gran ¨¦xito y ha sido galardonada con el Premio M¨¦dicis", comenta Aharon Appelfeld, ense?ando un grueso libro que le ha enviado la editorial francesa con todas las cr¨ªticas que han aparecido en ese pa¨ªs. ?Est¨¢ satisfecho del libro? "No puedo decir eso. Si estuviera satisfecho ya no escribir¨ªa m¨¢s libros".
"Cada d¨ªa escribo entre cinco y seis horas y tengo un libro listo cada a?o y medio o dos". En Israel, Appelfeld es un escritor famoso pese a que como ¨¦l cuenta en Historia de una vida al principio de su carrera no fue muy bien aceptado por algunos cr¨ªticos de los a?os cincuenta y sesenta. "Acaba de publicarse mi ¨²ltima novela en hebreo. Es sobre un hombre que vuelve a Europa, al pueblo donde nacieron sus padres y en el que la mayor parte de su familia fue asesinada. Se desarrolla en Galizia (Europa del Este). El protagonista pasa un mes en el pueblo".
"Historia de una vida es el primer libro que se publica en espa?ol, -junto al que ha publicado Losada, V¨ªa f¨¦rrea- donde el protagonista busca de un lugar a otro al asesino de sus padres, que ¨¦l sabe que est¨¢ vivo". "Cuando estoy en Europa no la siento como algo ajeno. Me siento a gusto. En Estados Unidos es un poco diferente", comenta Appelfeld. M. T.
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