El derecho a un entierro digno

El descubrimiento en abril de 2003 de una fosa com¨²n en Mahawil, a unos 90 kil¨®metros al sur de Bagdad, atrajo las miradas de todo el mundo. El Ej¨¦rcito de EE UU acababa de derribar al r¨¦gimen de Sadam Husein y empezaban a salir a la luz las tropel¨ªas cometidas bajo su dictadura. Veinte meses despu¨¦s, ya son 288 los enterramientos contabilizados. M¨¢s de 300.000 cad¨¢veres. Apenas una fracci¨®n del mill¨®n de desaparecidos que calcula el Ministerio iraqu¨ª de Derechos Humanos. Su titular, Bajtiar Am¨ªn, ha respaldado esta semana un proyecto de asociaciones de familiares y organizaciones humanitarias para crear un Centro Nacional de Desaparecidos.

"El centro ayudar¨¢ a las familias a encontrar e identificar a sus seres queridos", declar¨® Am¨ªn durante un foro sobre ese tema organizado por su ministerio y la misi¨®n de la ONU para Irak (UNAMI) en Amm¨¢n. "Esas familias necesitan apoyo psicol¨®gico y social. Est¨¢n intentando encontrar los restos de sus seres queridos para enterrarlos en lugares decentes", subray¨®. El ministro pidi¨® ayuda internacional. "Carecemos de laboratorios de an¨¢lisis de ADN que nos permitan identificar los cuerpos encontrados en las fosas comunes", manifest¨®.

Activistas de los derechos humanos, diplom¨¢ticos y funcionarios de la ONU coincidieron en esa necesidad. Inicialmente, muchas personas recogieron los restos que creyeron de sus familiares y los trasladaron a sus lugares de origen. Poco a poco, ONG locales y extranjeras organizaron listas. Pero la tarea es enorme. La cifra de un mill¨®n de desaparecidos que maneja el Gobierno iraqu¨ª da una idea de la dificultad.

"Nadie puede decirle el n¨²mero exacto de desaparecidos", reconoci¨® el ministro, "se trata de proyecciones basadas en lo que sabemos de personas que no volvieron de las guerras y desaparecidos a manos del r¨¦gimen de Sadam". S¨®lo de la guerra irano-iraqu¨ª, el Ministerio de Derechos Humanos ha recogido reclamaciones de 150.000 desaparecidos. En la novela de Jean Sasson Mayada, hija de Irak, se relata el caso de una mujer chi¨ª cuyo marido fue movilizado para luchar contra Ir¨¢n y tres a?os despu¨¦s le trajeron un f¨¦retro con sus restos, pidi¨¦ndole que no lo abriera. Sus cu?ados no resistieron la tentaci¨®n y, en vez de un cad¨¢ver, encontraron un mont¨®n de basura. La historia est¨¢ basada en un suceso real y no fue un caso aislado.

"La Cruz Roja nos ha entregado 60 kilos de fichas relativas a esa guerra, as¨ª que el n¨²mero de v¨ªctimas sigue creciendo. Por eso nos gustar¨ªa crear una base de datos propia", explic¨® el ministro. Am¨ªn admiti¨® que no tienen "datos exactos sobre qui¨¦nes faltan de la segunda guerra del Golfo, en 1991, ni tampoco de la de 2003". Mejor contabilizadas est¨¢n las v¨ªctimas kurdas. "Tenemos 182.000 desaparecidos en las campa?as Anfal contra los kurdos, 8.000 barzanis

[en la represi¨®n contra esa tribu en 1983], y m¨¢s de 10.000 kurdos chi¨ªes", record¨®, "adem¨¢s, hay cientos de miles de personas en fosas comunes fruto de la supresi¨®n del levantamiento de 1991 en el sur".

"De ah¨ª nuestro esfuerzo por crear ese Centro Nacional que empezar¨ªa con la base de datos para recoger informaci¨®n de las familias y hacer un llamamiento a los iraqu¨ªes para que registren a sus desaparecidos", concluy¨® el ministro.