Pasi¨®n por el m¨®vil
Cada ma?ana, Miguel enciende la cafetera con su m¨®vil. Muskilda, con su m¨®vil, compra acciones. A Jos¨¦ Luis, su tel¨¦fono le habla. Isabel cobra por colgarse del m¨®vil; en cambio, Iv¨¢n paga para desengancharse. Ellos, como la casi totalidad de los espa?oles, han visto c¨®mo cambian sus vidas, sus aficiones, gracias, o por culpa, del tel¨¦fono m¨®vil. Miguel pone el despertador media hora m¨¢s tarde. Ese rato se lo ha robado a la cafetera de su bar en el centro de Madrid. Ya no tiene que llegar antes para encenderla; llama por su m¨®vil y autom¨¢ticamente se enciende. Adem¨¢s le avisa si saltan las alarmas del local. Belson Domotec es una de las empresas que se dedica a este tipo de instalaciones. "Empezamos con proyectos de control de pozos de riego, pero desde hace medio a?o nos dedicamos a la hosteler¨ªa y a los particulares", explica Jos¨¦ Manuel C¨¢novas, ejecutivo de la empresa. "Por 600 euros se empieza a comprar para su segunda residencia. Por ejemplo, para encender la calefacci¨®n con una llamada perdida o un SMS".
Si Jos¨¦ Luis Pizarro pilla en clase a un estudiante con m¨®vil, lo confisca. Si es la primera vez, lo devuelve en 15 d¨ªas; si es reincidente, lo retiene hasta junio
En 2004, los espa?oles compraron 150.000 motos, un mill¨®n y medio de coches, cerca de tres millones de ordenadores y 15 millones de m¨®viles
Neus se ha pasado 25 de sus 41 a?os fumando. Un paquete diario. Aunque parezca incre¨ªble, el tel¨¦fono m¨®vil le ha ayudado a dejar el tabaquismo
S¨®lo el 5% tiene su m¨®vil asegurado, pero la cifra se dobla cada a?o. El 50% de los robos son en plena calle y arrebatando el m¨®vil de la mano del due?o
El 87,2% de los espa?oles tiene m¨®vil. No hay discriminaci¨®n por edad, ingresos o sexo. Se estima que hay cerca de 50 millones de tarjetas de m¨®viles para 42 millones de espa?oles. La propia EGM califica de "impresionantes" las estad¨ªsticas sobre el m¨®vil. Casi el 77% de los hogares disponen de alg¨²n tel¨¦fono m¨®vil, frente a un 80% que dispone de tel¨¦fono fijo.
Banco m¨®vil
Cerca de un mill¨®n de personas recibe en su m¨®vil un pitido muy agradable a final de mes. Acaban de ingresarle la n¨®mina. Tambi¨¦n se puede consultar el salto o mover dinero de aqu¨ª para all¨¢ sin ir al banco. Muskilda Espinosa es broker. Se gana la vida vendiendo y comprando acciones. Vive pendiente de las cotizaciones. Hasta hace un mes, su trabajo lo hac¨ªa atada a un ordenador. Ahora se ha abonado al servicio de Bankinter que permite invertir en Bolsa desde el m¨®vil. "He comprado y vendido acciones varias veces a trav¨¦s del m¨®vil, aunque lo que m¨¢s uso es el sistema de alertas. Cada vez que los valores que me interesan se desv¨ªan un 1% me env¨ªan un aviso".
Espinosa es una de los 75.000 clientes activos por m¨®vil del Bankinter. Se considera cliente activo aquel que env¨ªa al mes, por lo menos, un SMS al banco o que recibe 10 de ¨¦l. El 3% de las transacciones del Bankinter se hacen ya a trav¨¦s del m¨®vil, aunque la gran mayor¨ªa son consultas. La Caixa tiene 360.000 clientes en sus servicios m¨®viles. "Gracias al tel¨¦fono, el cliente tiene al banco en su bolsillo", explica Benjam¨ªn Puigdevall, director de Caixam¨®vil. Espinosa, de 25 a?os, vigila para que sea ella quien tenga el banco en su bolsillo, y no su bolsillo en el banco. "El banco y la operadora te cobran por cada alerta. Yo tengo cinco o seis al d¨ªa, no m¨¢s. Hay que andarse con cuidado".
Iv¨¢n no lo tuvo. En un mes se gast¨® 800 euros; en 15 d¨ªas, 300. "Negaba que usara tanto el tel¨¦fono, pero las llamadas aparec¨ªan en la factura", recuerda Ita, la madre de este joven de 19 a?os de Jerez. "Algunos d¨ªas superaba las 20 llamadas. Por culpa del m¨®vil dej¨® Arquitectura. Ya no sab¨ªamos qu¨¦ hacer. Le dijimos que o iba al Proyecto Joven o se iba de casa. Y acept¨®", explica Ita. Luis Bononato dirige en C¨¢diz el Proyecto Hombre, y el Proyecto Joven, que trata las nuevas adicciones. "El bombardeo de publicidad en televisi¨®n genera una gran presi¨®n, especialmente, en los j¨®venes. El que no tiene un m¨®vil es el raro del grupo". En 2004, los espa?oles compraron 150.000 motos, un mill¨®n de viviendas, un mill¨®n y medio de coches, cerca de tres millones de ordenadores, m¨¢s de 3,4 millones de televisores y... 15 millones de tel¨¦fonos m¨®viles. Bononato est¨¢ convencido de que la falta de comunicaci¨®n puede producir estragos en una sociedad que vive una paradoja que llega a crear adicciones: "Donde hay m¨¢s medios de comunicaci¨®n es donde hay menos comunicaci¨®n".
Pero engancharse a algo no es ninguna novedad. Blas Bomb¨ªn dirige en Valladolid el Centro Espec¨ªfico de Tratamiento y Rehabilitaci¨®n de Adicciones Sociales. El psiquiatra Bomb¨ªn pasa consulta en una especie de torre de Babel de los vicios, cl¨¢sicos y nuevos: juego, alcohol, comida, sexo, tele, medicinas, compras o m¨®vil. La mayor¨ªa de los pacientes suelen tener entre 15 y 22 a?os. Despu¨¦s de 30 a?os de experiencia, Bomb¨ªn concluye que existe un parentesco cl¨ªnico "o transacci¨®n generacional de adicciones" que pasa de padres a hijos.
Las adicciones nunca vienen solas, dice Bomb¨ªn, quien coincide con Bononato en que "la adicci¨®n al m¨®vil es un subproducto de la incomunicaci¨®n humana". Afecta a personas que no saben comunicarse. El dominio de este artilugio "les ayuda a superar con creces sus complejos iniciales y a manejarse de manera habil¨ªsima en el mundo de la comunicaci¨®n virtual con otras personas que tienen su mismo problema".
Una de cada mil personas con m¨®vil estar¨ªa enganchada, dicen los expertos. Eso significar¨ªa que por Espa?a deambulan 35.000 zombies con m¨®vil. Demasiados, a juzgar por las estad¨ªsticas europeas. El espa?ol no usa el m¨®vil de una forma muy diferente a franceses, italianos o alemanes. Motorola realiz¨® hace unos meses un estudio entre consumidores de 23 pa¨ªses, y los dividi¨®, seg¨²n sus h¨¢bitos, en ocho tipolog¨ªas. El consumidor espa?ol s¨®lo est¨¢ por encima de la media europea en el tipo Urbanita (17% frente al 14%), profesional de entre 22 y 40 a?os que tiene el tel¨¦fono para hablar y estar conectado; en el tipo Prudente (14% frente al 12% europeo), mayor de 50 a?os, que s¨®lo quiere hablar con la familia, y Trabajador (10% frente al 9%), autoempleado y con muchas horas fuera de casa. El consumidor espa?ol no da el tipo de Individualista Elegante o Profesional En busca de ?xito.
Neus estaba enganchada al tabaco. Neus se ha pasado 25 de sus 41 a?os fumando. Un paquete diario. Aunque parezca incre¨ªble, el m¨®vil le ha servido para dejar el cigarrillo. "Cada vez que tengo la tentaci¨®n de fumar env¨ªo un SMS y me responden con otro en el que me recomiendan que beba un vaso de agua o que ande por el pasillo". Se trata del EPDF (El Placer de Dejar de Fumar), un m¨¦todo para abandonar el h¨¢bito mediante mensajes cortos por el m¨®vil.
"La fase de preparaci¨®n es la que recuerdo como m¨¢s pesada, y eso que segu¨ªa fumando", comenta Neus. Durante esta fase se debe enviar un mensaje en blanco a EPDF cada vez que se encienda un cigarrillo. El sistema intenta asociar el h¨¢bito de encenderlo con el env¨ªo de un SMS para romper el automatismo. En la fecha prevista, Neus abandon¨® el h¨¢bito. Por la ma?ana envi¨® un mensaje confirmando su decisi¨®n. Pero las ganas de fumar no hab¨ªan desaparecido: "Cada vez que me asaltaban las ganas enviaba un SMS y te contestan con un mensaje de soporte que ayuda a pasar el momento. La ansiedad fue disminuyendo y en cuatro o cinco d¨ªas dej¨¦ de enviar SMS". "Ahora considero que soy una fumadora que no fuma, no una ex fumadora". "Nunca hab¨ªa utilizado el SMS, pero tampoco he cambiado un vicio por otro", afirma Neus.
En el caso de Isabel, m¨¢s que un vicio es un trabajo. Isabel prueba contenidos, descarga logos, compra melod¨ªas y vota constantemente por unos y por otros para comprobar que todo funciona. As¨ª es una jornada para Isabel en la empresa de servicios SMS. "Antes la gente no sab¨ªa hacer los espacios y pon¨ªa puntos entre las palabras. En el ¨²ltimo a?o, lo que m¨¢s he hecho es ense?ar c¨®mo funciona un tel¨¦fono multimedia", dice.
El env¨ªo de mensajes cortos en televisi¨®n oscila entre un 2% y un 10% de la audiencia del programa, aunque todo depende del tipo de p¨²blico y del incentivo. Los espectadores votan a su concursante favorito, compran una melod¨ªa o un logo o env¨ªan un mensaje al telechat, que lo publica en pantalla. Todo tiene un precio. Un mill¨®n de mensajes, a 0,90 euros, se recibieron en la final del segundo Operaci¨®n Triunfo. Espa?a es uno de los pa¨ªses m¨¢s avanzados en servicios SMS, junto a Italia y los pa¨ªses n¨®rdicos. "La participaci¨®n directa ha creado la verdadera televisi¨®n interactiva", afirma Ernesto Segrelles, consejero director de comunicaci¨®n de I-Touch Movilisto, empresa de servicios m¨®viles. "El 80% del negocio es joven, sin distinci¨®n de sexos, entre 16 y 24 a?os, con un nivel cultural y un poder adquisitivo medio. Una parte de su asignaci¨®n semanal la destina a los SMS", argumenta Segrelles.
Agilidad en el hospital
El SMS, que empez¨® siendo un medio exclusivo de la juventud, es hoy el sistema de comunicaci¨®n m¨¢s eficaz, m¨¢s r¨¢pido y m¨¢s barato. Desarrollado mucho despu¨¦s que la llegada de la telefon¨ªa m¨®vil, el SMS ha sido incorporado a los engranajes del mundo laboral, educativo o sanitario. Pedro Mu?oz, por ejemplo, hace maravillas con el SMS y una buena base de datos. En su centro de transfusiones sangu¨ªneas de C¨®rdoba piden sangre por SMS. Env¨ªan 20.000 al a?o, su efectividad es del 30% y los costes han bajado en un 60%. "Ahorramos en papel, sellos y personal". El donante es informado inmediatamente y puede responder con la misma rapidez. "El mayor problema es el cambio de tel¨¦fono, pero la gente empieza a mantener el mismo n¨²mero, aunque cambie de compa?¨ªa".
Cuando en un ordenador del hospital universitario de Elche se introducen determinadas palabras en el historial del paciente, el sistema identifica de qu¨¦ problema se trata y avisa al m¨®vil del m¨¦dico especialista. El sistema es un avance radical en el caso de los trasplantes. Como explica el doctor Vicente Arr¨¢ez, cuando se realiza un TAC craneal, el sistema detecta palabras que describen el diagn¨®stico de la patolog¨ªa y avisa por m¨®vil al responsable. Ello permite reaccionar m¨¢s r¨¢pidamente y poner en marcha los cuidados que necesite el enfermo, o, en el caso de muerte encef¨¢lica, identificar eventuales donantes. El m¨®vil ha supuesto una ganancia de tiempo impagable en los trasplantes, "Tanto para coordinar los equipos que intervienen como para avisar al receptor del ¨®rgano", explica Arr¨¢ez. "Antes, entre los equipos m¨¦dicos se recurr¨ªa al busca, pero ello exig¨ªa tener al alcance un tel¨¦fono fijo". Adem¨¢s, el receptor, que carec¨ªa de busca, deb¨ªa estar siempre localizable al lado de un determinado tel¨¦fono. "Ahora ha de llevar el m¨®vil conectado. La localizaci¨®n del receptor a tiempo es muy importante porque si no se logra pasa al siguiente de la lista".
Carlos tambi¨¦n env¨ªa SMS y por duplicado, uno para la madre y otro para el padre. Carlos Madruga es el director del colegio Parque, una escuela madrile?a privada con 900 alumnos, que ha adoptado el mensaje corto para su vida diaria. Si un ni?o llega tarde, no asiste a clase o se retrasa, los padres reciben un SMS. "Usamos los mensajes como herramienta de comunicaci¨®n con los padres de los alumnos. Es un servicio gratuito y est¨¢n encantados. Es m¨¢s efectivo que el correo electr¨®nico o el ordinario", explica Madruga. Pronto, los padres recibir¨¢n las notas de sus hijos, que ya consultan por Internet. Experiencias similares se est¨¢n implantando en muchos colegios. Los profesores de tres colegios castellanos pasan lista con agenda electr¨®nica. Si el alumno no est¨¢, el profesor le pone falta y autom¨¢ticamente el programa env¨ªa un SMS a sus padres.
Pero no s¨®lo los padres tienen m¨®vil. Un 34,4% de los espa?oles de entre 10 y 14 a?os dispone del suyo, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica. El m¨ªtico regalo del reloj de la primera comuni¨®n ha sido barrido por el m¨®vil. "No es normal que chicos de muy corta edad tengan acceso al tel¨¦fono de forma de aleatoria. Hay adolescentes que se comunican exclusivamente por SMS. Viven con el m¨®vil en la mano", se alarma Pilar Triguero, de la Confederaci¨®n Espa?ola de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos. "Los colegios p¨²blicos tienen en su reglamento que no puede usarse el m¨®vil dentro de las instalaciones". Si Jos¨¦ Luis Pizarro pilla en clase a un estudiante con m¨®vil, lo confisca. Si es la primera vez, lo devuelve en 15 d¨ªas; si es reincidente, el m¨®vil se retiene hasta junio. "En lo que va de trimestre han llegado a mis manos una docena". Pizarro, jefe de estudios del instituto madrile?o Juan de la Cierva, dispone de estad¨ªsticas sobre el terreno: "Tiene m¨®vil el 65% de los alumnos de 11 a?os, el 85% de los estudiantes de 14 y el 100% a partir de los 16 a?os".
Gracias a la tecnolog¨ªa, Jos¨¦ Luis usa el m¨®vil y los SMS igual que cualquier joven, igual que cualquier vidente. Jos¨¦ Luis Fern¨¢ndez Coya es director del centro de investigaci¨®n, desarrollo y aplicaci¨®n tiflot¨¦cnica de la ONCE. ?l ha participado en la creaci¨®n del primer m¨®vil para ciegos, un aparato de 125 gramos con s¨ªntesis de voz, teclas muy separadas, manos libres y alta potencia del micr¨®fono. Luego lleg¨® la adaptaci¨®n del SMS a los invidentes. "Para escribir, deb¨ªan situarse en la pantalla. Para saber qu¨¦ dec¨ªa un mensaje, se lo ten¨ªan que leer; pero con los programas de Code Factory, el m¨®vil verbaliza lo que est¨¢ en la pantalla", explica.
Asegurados
El m¨®vil es una maquinita que puede perderse f¨¢cilmente y que es apetecible, tambi¨¦n, para los ladrones. "El a?o acabar¨¢ con unas 150.000 denuncias, una cifra inferior a la de los dos a?os anteriores", explica Ignacio Mier, consejero delegado de la firma europea CCP. "Nosotros nos dedicamos al microseguro; al seguro de cosas cotidianas, que no son de gran valor, pero cuya sustracci¨®n causa grandes disgustos". Por 32 euros queda cubierto el robo del aparato y hasta 1.200 euros en llamadas. "De momento, s¨®lo el 5% de los propietarios tiene su m¨®vil asegurado, pero la cifra pr¨¢cticamente se dobla cada a?o". A ello contribuye que el hurto sea bastante traum¨¢tico, el 50% en plena calle y arrebatado de la mano del due?o. Tampoco es el robo el principal motivo para cambiar de tel¨¦fono, seg¨²n The Phone House. El espa?ol, que cambia de aparato cada 18 meses y se gasta de media 98 euros, lo renueva por el deterioro del m¨®vil (26%), por aprovechar una promoci¨®n (19%) o por moda (15%). S¨®lo el 12% cambia de m¨®vil por haberlo perdido.
Pero no todo son robos. Seg¨²n Greenmovil, hay aproximadamente 20 millones de m¨®viles que descansan, en su mayor¨ªa, en los cajones de sus propietarios, que esperan del aparato una segunda primavera, que nunca llegar¨¢. A finales de 2005 habr¨¢ 45 millones de m¨®viles jubilados y s¨®lo el 15% se recoge. Mientras el m¨®vil siga en el caj¨®n, no hay peligro. El problema comienza cuando se tira a la basura en lugar de d¨¢rselo al Tragam¨®vil. La campa?a del Tragam¨®vil, promovida por la industra del sector en el a?o 2001, ha recogido 175 toneladas de residuos de telefon¨ªa. Unos 1,4 millones de m¨®viles retirados de la circulaci¨®n en cuatro a?os, pocos frente a los 15 millones que se han incorporado este a?o. De los que se recogen, hasta un 80% funcionan correctamente y se aprovechan para el Tercer Mundo, con fines ben¨¦ficos o no. El resto, los que no sirven para nada, llega a Erandio (Vizcaya), a la planta de Indumetal Recycling, donde les espera Esteban Mariju¨¢n, que lleva 20 a?os dedicado al reciclaje. Los empleados de Indumetal separar¨¢n una a una cada pieza de este peque?o aparato para que el 92% del tel¨¦fono m¨®vil se reencarne alg¨²n d¨ªa en alguna otra m¨¢quina.
Con informaci¨®n de: Jaume Arajol, Francisco Cantalapiedra, Fernando Garc¨ªa y Ana Pantaleoni
'L Kijot'
"N 1 lugar d la manxa,d kuyo nombr n kro akordarm,n a muxo tempo k vivia 1 idalgo d ls de lanza n astiyro,adarga antigua,rocin flako y galgo corrdor." As¨ª empieza el Quijote traducido al particular idioma del SMS, en versi¨®n de Christian Luque, estudiante de Periodismo. Luque se encuentra en el gran grupo de consumidores que env¨ªan la mayor¨ªa de los SMS, j¨®venes de entre 15 y 24 a?os de edad. En esta jerga telef¨®nica el primer p¨¢rrafo de la obra de Cervantes elimina el 17,1% de sus caracteres. La novela de 2.138.248 caracteres (espacios incluidos), escrita en SMS ocupar¨ªa 367.688 caracteres menos. El pasado a?o los propietarios de m¨®viles escribieron 11.730 millones de mensajes cortos que, multiplicados por una media de 80 caracteres, dar¨ªa una escritura comparable, en largura, a 938.400 quijotes. Cada a?o.Esta afici¨®n espa?ola al esemeese ha reportado a las operadoras ingresos de 1.200 millones de euros.
Una reliquia de 1990
En la Espa?a de mayo de 1990, el Motorola DynaTAC ten¨ªa un precio que rondaba el mill¨®n de pesetas y pesaba unos 800 gramos. Sus dimensiones eran: 32,5¡Á4,4¡Á8,75 cent¨ªmetros. La bater¨ªa duraba ocho horas en situaci¨®n de espera y pod¨ªa hablarse durante una hora. La pantalla era en blanco y negro. Una reliquia.
Un Motorola E1000, en mayo de 2004, costaba 349 euros. Su peso no llegaba a los 150 gramos, la bater¨ªa pod¨ªa estar en espera 155 horas y permit¨ªa hablar durante dos horas y media. Dimensiones: 114¡Á52¡Á23 mil¨ªmetros. La pantalla a todo color.
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