Los hijos del Estrecho
Dos familias de C¨¢diz ganan la batalla judicial para seguir cuidando a ni?os de inmigrantes llegados en patera
Pocos momentos tan extra?os debi¨® de vivir el guardia civil jubilado Virgilio Moreno Fornes, de 65 a?os, como la huida que protagoniz¨® en agosto de 2002 para evitar que otros colegas, agentes del Cuerpo Nacional de Polic¨ªa, se llevaran a la peque?a nigeriana que viv¨ªa en su casa desde el a?o anterior. Alguien les dio el soplo por tel¨¦fono. "Acab¨¢bamos de llegar de la playa y nos fuimos con lo puesto, sin ropa ni nada", recuerda Remedios B¨¦jar Hidalgo, de 62 a?os.
La ni?a era entonces un beb¨¦ de 18 meses que ya hab¨ªa salido airosa de odiseas m¨¢s peligrosas que una fuga en coche. Dif¨ªcil superar el riesgo de cruzar el estrecho de Gibraltar en patera con un escaso mes de vida. Francis Orih, el nigeriano que en tierra se present¨® como su padre, afirm¨® que la madre, una inmigrante que hab¨ªa dado a luz en Marruecos, falleci¨® durante la traves¨ªa clandestina.
La Audiencia de C¨¢diz da un varapalo a la Junta por no "detectar estas situaciones"
Padre e hija residieron un tiempo en el albergue de Isidoro Mac¨ªas, conocido como padre Pateras, y despu¨¦s se trasladaron al de una parroquia algecire?a, cuyo titular pidi¨® ayuda a Virgilio y Remedios para cuidar a la cr¨ªa ante la cr¨ªtica situaci¨®n del padre, sin papeles y sin medios. La pareja accedi¨® a hacerse cargo del beb¨¦, que lleg¨® a su casa el 8 de octubre de 2001 con una camiseta y una colecci¨®n de ampollas por todo equipaje. "Pero nosotros no quer¨ªamos ocultarlo", subraya Remedios. "Ni que nos detuviera la Guardia Civil o la polic¨ªa con la ni?a, y f¨ªjate t¨²", apoya Virgilio.
Puestos de acuerdo con el padre biol¨®gico, el matrimonio solicit¨® ante el Juzgado de Primera Instancia e Instrucci¨®n n¨²mero 2 de Algeciras que les declarasen "guardadores de hecho". A ra¨ªz de esta iniciativa, la Consejer¨ªa andaluza de Igualdad y Bienestar Social descubri¨® el caso y declar¨® en situaci¨®n de desamparo a la menor "asumiendo su tutela autom¨¢tica". Los t¨¦cnicos auton¨®micos pretend¨ªan reconducir la situaci¨®n hacia el procedimiento administrativo de protecci¨®n de menores, aunque fuese por las bravas. Pero Virgilio y Remedios cre¨ªan que la raz¨®n y la legalidad estaban de su parte tras la resoluci¨®n del juez que les declaraba guardadores de hecho.
Por eso, sin muda de recambio, huyeron con la peque?a de Andaluc¨ªa en cuanto les chivaron que ir¨ªan a buscarla a casa, y a¨²n hoy cuentan con espanto que la operaci¨®n policial impresion¨® a los vecinos, estupefactos ante un despliegue m¨¢s atinado para un narcotraficante que para un beb¨¦. Cuatro meses permanecieron en "el exilio", en palabras de Remedios, hasta que
la presi¨®n del departamento de menores de C¨¢diz se relaj¨® lo suficiente para garantizar que no se repetir¨ªan escenas peliculeras. Fue el principio de una batalla jur¨ªdica entre la pareja y la Junta de Andaluc¨ªa, que ha culminado en una sentencia de la Audiencia de C¨¢diz, notificada hace dos semanas a la familia.
El fallo es similar al recibido por Isabel Due?as, una vecina de Castellar de la Frontera (C¨¢diz) que cuida de un nigeriano desde que ten¨ªa dos meses a petici¨®n de la madre, una inmigrante que trabaja ahora en Almer¨ªa y que conoci¨® a Isabel cuando estaba embarazada de mellizos. Un notario dio fe del acuerdo voluntario entre la madre biol¨®gica e Isabel, pero la Junta declar¨® al ni?o en desamparo. En 2003, Isabel tambi¨¦n recibi¨® la visita de t¨¦cnicos y polic¨ªas para llev¨¢rselo: "Ven¨ªan sin una orden, as¨ª que me negu¨¦", relata.
Al igual que el matrimonio algecire?o, Isabel se embarc¨® con el peque?o nigeriano y sus dos hijos en una huida impetuosa. "Me quit¨¦ de en medio con los tres, la gallina con los pollos, carretera adelante sin saber ad¨®nde ir y llorando como una Magdalena", revive ahora, feliz con la sentencia que la consagrar¨¢ previsiblemente como tutora legal del peque?o y lejos de los temores que la obligaron a vivir durante un a?o en Badajoz y que le hicieron adelgazar hasta los 43 kilos.
El fallo de la Audiencia de C¨¢diz ha aliviado a las dos familias al anular el desamparo dictado por la Junta de Andaluc¨ªa, pero da un varapalo contundente a las numerosas personas e instituciones que, en alg¨²n momento, se cruzaron en la vida de los peque?os y no avisaron de su situaci¨®n. La reprimenda incluye al padre Pateras, que acoge a inmigrantes embarazadas o con hijos, al notario que firm¨® el acta de Isabel, al juez que concedi¨® la guarda a Virgilio y a la Junta de Andaluc¨ªa, a la que exige "en estos tiempos y lugares que vivimos" que "ponga una especial diligencia en detectar estas situaciones de embarazadas y/o reci¨¦n nacidos, que desembocan enseguida, como desgraciadamente ocurre, en situaciones de abandono, desamparo o desprotecci¨®n y merecen una r¨¢pida respuesta administrativa para evitar situaciones prolongadas de asistencia social privada".
La directora andaluza de Infancia y Familias, Carmen Belinch¨®n, defiende que su departamento pone "toda la diligencia posible" en detectar estos casos, pero que tampoco puede "someter a vigilancia a los padres y madres inmigrantes". Sin cuestionar "la buena o mala fe" de las familias, Belinch¨®n destaca que "no se puede obviar el sistema de protecci¨®n de menores". S¨®lo en 2004, seg¨²n datos de Cruz Roja, han desembarcado 28 beb¨¦s en expediciones interceptadas al llegar a las costas gaditanas. Desde 2001 la organizaci¨®n ha atendido a 279 inmigrantes embarazadas.
Lo m¨¢s llamativo de la sentencia es que deja a la Junta fuera del proceso, se?ala la abogada de las familias, Elena Arce. El fallo de la Audiencia de C¨¢diz nombra representante de los peque?os a la Fiscal¨ªa mientras un juzgado no resuelva la tutela, que previsiblemente recaer¨¢ sobre las familias que los han integrado como uno m¨¢s. "Ser¨¢ el fiscal el que har¨¢ la propuesta al juzgado para constituir la tutela de la menor", aclara Arce. Por fin la ni?a que vive con Remedios y Virgilio normalizar¨¢ su situaci¨®n administrativa y podr¨¢ ser inscrita en el Registro Civil.
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