Una herencia en el limbo
La Generalitat lleva a?os tras una herencia de 31 millones de euros depositada en las Islas Caim¨¢n
La fortuna que Joan Riera, un empresario jubilado de maneras humildes y cuentas millonarias, leg¨® a la Generalitat en 1997, estimada en unos 31 millones de euros, contin¨²a aletargada en el para¨ªso fiscal de las Islas Caim¨¢n cuando han pasado ya siete a?os desde su muerte. La Generalitat, que no consigui¨® descubrir la cifra astron¨®mica del legado -la mayor que habr¨¢ recibido en toda su historia- hasta hace dos a?os, ha visto como su lucha por hacer efectiva la herencia chocaba con la opacidad bancaria y con las aspiraciones de un sobrino que con toda probabilidad acabar¨¢ percibiendo una cuarta parte del dinero depositado en las cuentas del Chase Manhatan Bank.
Integrado en la fundaci¨®n que debe gestionar el legado de Riera, se ha creado ya un ¨®rgano de control que est¨¢ formado por el alcalde de Santa Coloma de Farners, Antoni Sol¨¤, los directores de tres centros docentes de la comarca y tres albaceas nombrados por el testador.
De momento, todo parece indicar que la cantidad que recibir¨¢ la Generaliat se ver¨¢ reducida sensiblemente, puesto que el 25% podr¨ªa pasar a manos de un sobrino, que ha reclamado lo que se conoce como la leg¨ªtima de la herencia. No obstante, una parte de esta cantidad ser¨ªa recuperada a trav¨¦s de los impuestos de transmisi¨®n patrimonial, muy elevados al no tratarse de un familiar directo.
Fuentes del departamento de Econom¨ªa de la Generalitat admitieron la complejidad de los tr¨¢mites a realizar y la aparici¨®n de algunos obst¨¢culos, aunque remarcaron que no tienen duda alguna de que el dinero acabar¨¢ llegando a Catalu?a.
La ins¨®lita petici¨®n que especific¨® Riera en su testamento es que el dinero se dedicara a la ense?anza del idioma ingl¨¦s a los ni?os y j¨®venes de la comarca de la Selva. Todo parece indicar que la idea parte de la frustraci¨®n de Riera, que increment¨® su patrimonio haciendo negocios en Am¨¦rica, de no hablar ese idioma. La fortuna de Riera empez¨® a gestarse en la d¨¦cada de 1940 en el negocio textil y se increment¨® gracias a una empresa de calcetines denominada Yanki. El descubrimiento de la fortuna de Riera caus¨® estupor entre sus vecinos, puesto que la modestia con que enfrent¨® sus a?os de jubilado m¨¢s bien hac¨ªan pensar en un empresario arruinado. Quienes le conocieron, aseguran que no le gustaba la ostentaci¨®n.
El alcalde de Santa Coloma mantiene que la sede de la Fundaci¨®n que gestionar¨¢ el patrimonio debe fijarse en Santa Coloma y llevar el nombre de su benefactor. Sol¨¤ mantiene que est¨¢ vigilante para que la fortuna de Riera no se diluya en actuaciones al margen de la voluntad del finado y se invierta en la comarca. Una de las ideas que ha lanzado el alcalde es la de construir un gran centro cultural que llevar¨ªa el nombre de su benefactor.
Aunque parezca extra?o que Joan Riera ingresara toda su fortuna en las Islas Caim¨¢n, lo cierto es que este archipi¨¦lago ha sido uno de los para¨ªsos fiscales preferidos para las grandes fortunas espa?olas. Algunos de los m¨¢s importantes bancos espa?oles tienen oficinas en el pa¨ªs. Las Islas Caim¨¢n, que no llega a los 40.000 habitantes, tiene unos 684 bancos o trusts, y cerca de 20.000 empresas. La desorbitada cifra se explica por la inexistencia de impuestos. Como cualquier para¨ªso fiscal que se precie, las Islas Caim¨¢n ofrecen confidencialidad, estabilidad pol¨ªtica y una divisa fuerte. La leyenda cuenta que 10 barcos zarpados de Jamaica naufragaron ante sus costas mientras se dirig¨ªan a Inglaterra. Los habitantes de la isla salvaron a todos sus tripulantes y el rey Jorge III, como recompensa, les liber¨® de tributar a la corona inglesa.
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