El Atl¨¦tico, incapaz de marcar
El M¨¢laga deja a los rojiblancos m¨¢s cerca de Segunda que de Europa
El M¨¢laga y el Atl¨¦tico jugaron mal al f¨²tbol. Crearon pocas ocasiones; m¨¢s el Atl¨¦tico, sobre todo en el segundo tiempo. Dieron muchos pelotazos; menos el Atl¨¦tico, sobre todo en el segundo tiempo. Marcaron pocos goles; m¨¢s el M¨¢laga, uno en el segundo tiempo. Como eso, marcar, es lo que cuenta, gan¨® el M¨¢laga. Ya le hab¨ªa ganado siguiendo un esquema muy similar al Sevilla la semana pasada. Con la de ayer lleva dos victorias consecutivas. Lo que, al parecer, es la mejor marca del conjunto andaluz en lo que va de Liga y lo que le sirve para, entre otras cosas, salir de los puestos de descenso. O sea, que el M¨¢laga rentabiliz¨® mucho su gol. El Atl¨¦tico, sin embargo, rebaj¨® su penosa media de un tanto por encuentro: ya marca menos de un gol por partido. Y, adem¨¢s, est¨¢ m¨¢s cerca del descenso, a seis puntos, que de las competiciones europeas, a siete.
M?LAGA 1 - ATL?TICO 0
M¨¢laga: Arnau; Valcarce, Navas, Fernando Sanz, Edgar; Gerardo, Leko (M¨ªchel, m. 59), Juanito (Romero, m. 75), Miguel ?ngel; Juan Rodr¨ªguez y Amoroso (Wanchope, m. 60).
Atl¨¦tico: Leo Franco; Molinero, Pablo, Perea, Antonio L¨®pez; Ibagaza, Luccin, Sosa (Nano, m. 62), Gronkjaer; Torres y Salva (Colsa, m. 70).
Gol: 1-0. M. 81. Juan Rodr¨ªguez, de tiro lejano que bota delante de Leo Franco y se cuela.
?rbitro: Rodr¨ªguez Santiago. Amonest¨® a Sosa, Gerardo, Gronkjaer, Miguel ?ngel y Juan Rodr¨ªguez.
Unos 20.000 espectadores en La Rosaleda. Leo Franco detuvo un penalti a Juan Rodr¨ªguez.
Explicaciones. El conjunto que dirige C¨¦sar Ferrando tiene problemas graves en el centro del campo. Ni Luccin ni Sosa consiguen domesticar los tiempos del partido. No distribuyen a las bandas. No cambian el registro: ahora en largo, ahora en corto. No hacen nada m¨¢s que dar fe de que ellos juegan en el medio y tocan la pelota, en cortito, muy en cortito, en el centro. No sorprenden. No cambian el ritmo, que, plomizo, se aproxima al ¨¢rea rival a trompicones por un qu¨ªtame all¨¢ esos saques de banda o esas faltas favorables.
El M¨¢laga, por supuesto, tampoco inventa la p¨®lvora. Juega mal. Abusa de la pelota a seguir. S¨®lo se f¨ªa de las habilidades de Valcarce y Miguel ?ngel y de la movilidad de Amoroso y Juan Rodr¨ªguez, que en el primer tiempo le produjeron un r¨¦dito de tres oportunidades, todas ellas antes del minuto 20.
El Atl¨¦tico no tuvo juego. Pero, sobre todo, no tuvo gol. Gronkjaer, primero por la izquierda -sobre todo por la izquierda- y luego por la derecha, volvi¨® a descubrir para el equipo madrile?o ese trozo del terreno que discurre paralelo a la l¨ªnea lateral. Sac¨® varios centros buenos. Pero no hab¨ªa nadie para rematarlos. Nadie, se entiende, con la habilidad de rematarlos. Salva apenas existi¨®. Torres todav¨ªa estuvo m¨¢s desaparecido que su compa?ero de ataque. El Ni?o jug¨® uno de sus peores partidos como rojiblanco. No tuvo una sola oportunidad. Ni siquiera una de ¨¦sas que se fabrica ¨¦l solito. Nada.
Pero el Atl¨¦tico tuvo sus ocasiones de gol. Muy poco antes de que Juan Rodr¨ªguez enganchara un buen disparo y culminara un contraataque del equipo malague?o, Antonio L¨®pez lanz¨® una falta al poste. Lo cierto es que lo hizo sin querer. Quer¨ªa centrar, nadie toc¨® la pelota y se acab¨® estrellando contra el palo cuando Arnau estaba en la otra punta de la porter¨ªa. Justamente despu¨¦s lleg¨® el gol del M¨¢laga.
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