El aliado clave en Suram¨¦rica
El aliado m¨¢s importante para Espa?a en Suram¨¦rica es, hoy, Brasil, un pa¨ªs que habla portugu¨¦s, no espa?ol, pero que, con sus 177 millones de habitantes y el crecimiento estable que ha registrado en los ¨²ltimos a?os, hasta alcanzar un PIB per c¨¢pita pr¨®ximo a los 2.300 euros, se consolida como la gran potencia del subcontinente. De ah¨ª que, aunque la inversi¨®n espa?ola acumulada en Brasil, unos 20.700 millones de euros, siga siendo muy inferior a la realizada en Argentina, 34.900 millones de euros, el pa¨ªs que dirige Luiz In¨¢cio Lula da Silva sea valorado por el Gobierno de Zapatero como el segundo gran pilar, junto a M¨¦xico, de la pol¨ªtica espa?ola en Am¨¦rica Latina.
El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, centr¨® en Brasilia su primera gira por el subcontinente, en julio pasado, a fin de expresar ese inter¨¦s estrat¨¦gico. Previamente, en mayo, Zapatero se hab¨ªa entrevistado con el presidente mexicano, Vicente Fox, en la Ciudad de M¨¦xico. Pero fue Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar quien situ¨® formalmente las relaciones hispano-brasile?as en el marco privilegiado que les corresponde.
Aznar y Lula da Silva firmaron con ocasi¨®n de la Cumbre Iberoamericana de Santa Cruz de la Sierra, en noviembre de 2003, una declaraci¨®n que defin¨ªa el car¨¢cter "estrat¨¦gico" de las relaciones hispano-brasile?as y concretaba mecanismos para su realizaci¨®n que no tienen parang¨®n en otro pa¨ªs latinoamericano, como la celebraci¨®n de cumbres anuales entre los presidentes respectivos y de contactos m¨¢s frecuentes entre los ministros de Exteriores.
Como ha ocurrido en otros casos, esos prop¨®sitos no se cumplieron. Las relaciones entre Aznar y Lula se resintieron de los efectos pol¨ªticos de la invasi¨®n Irak y del escaso apoyo del Gobierno espa?ol a la reducci¨®n de las subvenciones agr¨ªcolas de la UE, una reivindicaci¨®n constante de Brasil en las negociaciones del Acuerdo de Asociaci¨®n de Mercosur con la Uni¨®n. La visita de ayer pretende que la mejora de la sinton¨ªa ideol¨®gica entre los dos pa¨ªses act¨²e como un catalizador que d¨¦ un impulso decisivo a su proyecto estrat¨¦gico.
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