Los insurgentes aumentan la presi¨®n sobre los candidatos y votantes a seis d¨ªas de los comicios
Un coche bomba lanzado contra la sede del partido del primer ministro causa 10 heridos
Un coche bomba conducido por un suicida se lanz¨® ayer contra la sede del partido del primer ministro iraqu¨ª, Ayad Alaui. La barrera de seguridad impidi¨® que la carga explosiva afectara al edificio. Aun as¨ª, una decena de personas resultaron heridas. "Sin duda es un mensaje para decirnos que pueden golpear a cualquiera, sin importar cu¨¢nto se proteja", declar¨® Raya¨¢ al Juzai, que comparte lista electoral con Alaui y lleg¨® a las oficinas poco despu¨¦s del atentado. La intimidaci¨®n de los insurgentes tambi¨¦n alcanza a numerosos empleados electorales y votantes, lo que plantea dudas sobre su efecto en las elecciones legislativas del pr¨®ximo domingo.
"Es el tercer ataque contra estas oficinas", se?al¨® por tel¨¦fono Al Juzai en referencia a la sede del Acuerdo Nacional Iraqu¨ª, el partido de Alaui, que se halla dentro de la fuertemente protegida zona verde. Seg¨²n su relato, la mayor¨ªa de los heridos son empleados del partido que a la hora del atentado llegaban a su trabajo. El primer ministro no se encontraba all¨ª en ese momento. Alaui, que desde su nombramiento el pasado junio ha tratado sin ¨¦xito de implicar en el proceso pol¨ªtico a los sectores que alimentan la insurgencia, ha establecido medidas de seguridad draconianas para la jornada electoral.
"Las ¨²ltimas 72 horas son muy importantes", admite Al Juzai, "porque la presi¨®n crece por minutos". Pone el ejemplo de una de sus compa?eras de candidatura, una profesora de la Facultad de Agricultura que prefiere que no se difunda su nombre. "Anoche me llam¨® a casa y me pidi¨® que informara al partido de que se retiraba; le pregunt¨¦ por qu¨¦ no telefoneaba ella misma al jefe de campa?a, y me respondi¨® que no quer¨ªa hacer ninguna llamada a las oficinas del partido. Estaba muy asustada", resume Al Juzai. Al parecer, su interlocutora hab¨ªa recibido varias amenazas telef¨®nicas contra ella y su familia.
Las represalias sobre la familia son lo que m¨¢s preocupa a los iraqu¨ªes, dentro y fuera del pa¨ªs. En Amm¨¢n, a 1.000 kil¨®metros de Bagdad, y donde uno se creer¨ªa a salvo de esas presiones, el largo brazo de la intimidaci¨®n tambi¨¦n est¨¢ haciendo estragos. Shatha (no es el verdadero nombre) se cas¨® con un jordano y lleva 15 a?os fuera de su pa¨ªs. Al principio se entusiasm¨® con la idea de poder votar. "Ayudar¨ªa a cambiar el sistema pol¨ªtico y tal vez en el futuro ser¨ªa m¨¢s f¨¢cil visitar a mis familiares", conf¨ªa. Hasta que una llamada de casa le pidi¨® que se mantuviera lejos del proceso electoral. "Han recibido amenazas de que si ellos o alguien de los suyos vota, lo pagar¨¢n caro. Prefiero no correr riesgos", admite.
Miedo
Los funcionarios del Organismo Internacional de Migraciones (OIM) reconocen que muchos iraqu¨ªes temen que si se inscriben en el censo electoral revelar¨¢n su presencia ilegal en Jordania y ser¨¢n expulsados. Por ello han pegado carteles prometi¨¦ndoles la confidencialidad de sus datos. Sin embargo, el mayor temor de los iraqu¨ªes son los agentes de los antiguos servicios secretos de Sadam, que pueden estar pasando datos a la insurgencia. "Aunque no creo que les dejen actuar en este pa¨ªs, nunca sabes qu¨¦ puede pasar luego", declara un sastre que trabaja en el centro de Amm¨¢n. ?l no va a molestarse en votar.
"Acudir al colegio electoral significa que entras en el infierno", advierte una pintada en la ciudad de Baquba, donde no se ven carteles electorales ni fotos de candidatos, seg¨²n relata uno de los periodistas iraqu¨ªes que est¨¢n siendo formados por el Institute for Peace and War Reporting (IPWR). Los insurgentes de esa ciudad, situada unos 50 kil¨®metros al norte de Bagdad, ya han probado que no bromean. A principios de mes mataron al jefe de la Comisi¨®n Electoral local, que en total ha perdido a 12 miembros asesinados. "Tuve que dejar mi trabajo tras encontrar cuatro amenazas consecutivas durante otros tantos d¨ªas en mi jard¨ªn", le confes¨® Hashim Ahmed al Rubai, uno de los responsables de los listados electorales, al reportero de IPWR.
"A mi familia y a m¨ª nos gustar¨ªa votar, aunque no sabemos nada sobre las elecciones, pero la situaci¨®n no nos lo permite", le manifest¨® a otro informador Ahmed al Sheij Ayili, un ingeniero el¨¦ctrico, de 29 a?os, en Tikrit. "Todo lo que sabemos es que la lista de Tikrit incluye a 27 candidatos, pero no sabemos qui¨¦nes son o qu¨¦ orientaci¨®n tienen", a?adi¨®, "aunque el principal problema es que nos da miedo acudir al colegio electoral".
Miedo tienen tambi¨¦n los periodistas iraqu¨ªes que reciben formaci¨®n del IPWR, una prestigiosa ONG que est¨¢ presente en la mayor¨ªa de los pa¨ªses que salen de una guerra o una dictadura. A diferencia de sus colegas afganos, ellos no firman sus trabajos por temor a ser identificados.
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