Te voy a dialogar
"?Por qu¨¦ se niegan a dialogar?", preguntaba Ibarretxe al principio y al final del art¨ªculo publicado por este diario el pasado viernes. Este era el ¨²nico mensaje que Ibarretxe buscaba transmitir en un texto, por lo dem¨¢s, cargado de trampas: "La sociedad vasca no est¨¢ crispada. Somos un pueblo pac¨ªfico y trabajador. Vivimos el debate con calma y serenidad. Deseamos, queremos y proponemos di¨¢logo y negociaci¨®n. Nos han dicho 'no' a todo". Todo un rosario de t¨®picos, t¨ªpicos de una psicolog¨ªa que se retrata en toda su crudeza en ese momento narrado por Jos¨¦ Ram¨®n Recalde en su Fe de vida, cuando tras su atentado, ante las quejas de uno de sus hijos, Ibarretxe respond¨ªa as¨ª: "Mira Andr¨¦s, no te lleves esa imagen de nosotros, que aqu¨ª, en el Pa¨ªs Vasco, se vive muy bien". La misma insensibilidad, la misma incapacidad de ver; y siempre ese mayest¨¢tico recurso al "nosotros", siempre esa hip¨®stasis, ese plural que homogeniza, que falsea la pluralidad real de la sociedad vasca. Pero ¨¦l quiere dialogar y los otros no hacen m¨¢s que decir "no" a todo.
El ¨²ltimo "no" ha sido la decisi¨®n del Gobierno de someter el plan del tripartito vasco a discusi¨®n y votaci¨®n en la C¨¢mara Baja en los primeros d¨ªas de febrero. El PNV ha anunciado su voluntad de recurrir al Tribunal Constitucional para exigir que el Congreso de los Diputados abra un proceso de negociaci¨®n bilateral con una delegaci¨®n del Parlamento Vasco antes de tomar una decisi¨®n sobre el proyecto de Estatuto Pol¨ªtico. ?Por qu¨¦ el PNV y no el Parlamento o, cuando menos, el Gobierno vasco? Las fronteras entre lo que es un proyecto partidario y lo que deber¨ªa ser un proyecto acordado entre la mayor¨ªa de vascos sigue estando abierta al tr¨¢nsito de contrabandistas.
El caso es que el PNV recurrir¨¢ al amparo de un art¨ªculo de la Constituci¨®n espa?ola, el 151.2, pensado originalmente para la elaboraci¨®n por la v¨ªa r¨¢pida de los estatutos de autonom¨ªa de las denominadas nacionalidades hist¨®ricas (reservando para las dem¨¢s comunidades la v¨ªa lenta del art¨ªculo 143). Un art¨ªculo que dice as¨ª: "Aprobado el proyecto de Estatuto por la Asamblea de Parlamentarios, se remitir¨¢ a la Comisi¨®n Constitucional del Congreso, la cual, dentro del plazo de dos meses, lo examinar¨¢ con el concurso y asistencia de una delegaci¨®n de la Asamblea proponente para determinar de com¨²n acuerdo su formulaci¨®n definitiva". A continuaci¨®n, el art¨ªculo 151.3 prev¨¦ que "si se alcanzare dicho acuerdo, el texto resultante ser¨¢ sometido a refer¨¦ndum del cuerpo electoral de las provincias comprendidas en el ¨¢mbito territorial del proyectado Estatuto". De esta manera, una relectura (los juristas dir¨¢n si forzada o no) de una disposici¨®n constitucional pensada para ayudar a nacer a los primeros estatutos de autonom¨ªa quiere ser utilizada como recurso para su reforma.
Tengo para m¨ª que el motivo fundamental por el que, en el momento actual, se reivindica dicha disposici¨®n, tiene menos que ver con el contenido sustantivo de la misma que con la previsi¨®n temporal que en ella se hace. Lo dir¨¦ a las claras: si en el referido art¨ªculo 151.2 se hablara no de un plazo de dos meses sino, por ejemplo, de un plazo de seis meses, no estar¨ªa el PNV pensando en utilizarlo. Veamos: ?cu¨¢l ser¨ªa el escenario si en lugar de dos fueran seis los meses previstos para el ex¨¢men conjunto entre la Comisi¨®n Constitucional del Congreso y una delegaci¨®n del Parlamento vasco de la propuesta de nuevo Estatuto Pol¨ªtico? Depositado el proyecto a mediados de enero, el Congreso podr¨ªa alargar el tr¨¢mite de discusi¨®n hasta el verano. Si as¨ª fuera, las elecciones auton¨®micas vascas se celebrar¨ªan en pleno proceso de ex¨¢men del texto, con lo que la coalici¨®n PNV-EA se ver¨ªa privada de su principal argumento electoral, ese que Ibarretxe borda en su art¨ªculo: ?por qu¨¦ se niegan a dialogar?
Pero son dos meses, no seis. Dos meses antes de las elecciones vascas. Dos meses preciosos que permitir¨¢n visualizar, una vez m¨¢s, la cerraz¨®n de ellos y la buena disposici¨®n de nosotros. Y a hacer caja.
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