Almer¨ªa, moneda de cambio
Es inaudito todo lo que est¨¢ pasando en Almer¨ªa. La trama que tiene organizada el se?or Arenas Bocanegra para deshacerse de aquellos afiliados del PP que mantienen un esp¨ªritu de defensa de lo almeriense y que, adem¨¢s, en el seno del PP ejercitan uno de los derechos fundamentales de democracia interna en el partido. En Andaluc¨ªa se han de hacer sin rechistar, cual borregos, los mandatos, m¨¢s bien los caprichos, del se?or Arenas Bocanegra. Se tiene que obedecer el ordeno y mando del se?or en cuesti¨®n. En las provincias se ha de presentar una sola lista para la presidencia y la ejecutiva provincial (as¨ª las victorias p¨ªrricas en Huelva, C¨®rdoba, Almer¨ªa, de sus "recomendados") y ¨¦sta ha de ser la que mande Arenas Bocanegra, y si no es as¨ª, se declara a los que leg¨ªtimamente no s¨®lo presentan listas alternativas a la "oficialista" del se?or Arenas Bocanegra, sino que lo pretenden, se les hace la guerra y, si es posible, se les proscribe y se les declara anatemas, y ejemplos de lo que digo los tenemos en Andaluc¨ªa.
Me viene a la memoria aquel congreso provincial de C¨®rdoba en el que Enrique Bellido gan¨® el congreso a la lista preparada por el entonces secretario general del partido, Arenas Bocanegra, y Bellido gan¨® en buena lid, gan¨® con el peso espec¨ªfico de un hombre de bien, que sin el apoyo del aparato del partido, o mejor dicho de Arenas Bocanegra, sali¨® de presidente provincial de C¨®rdoba. La reacci¨®n del entonces secretario general del PP no se hizo esperar, le revolvi¨® la provincia, le fue poniendo chinitas en su camino, busc¨® pretextos vanos, insidiosos, para abrirle expediente disciplinario que culmin¨® con la salida de la presidencia del doctor Bellido. En aquellos d¨ªas, sent¨ª verg¨¹enza m¨ªa y ajena.
En estos ¨²ltimos d¨ªas, hemos asistido un tanto pasmaos, como dir¨ªa Alfonso Guerra, a los acontecimientos ocurridos y que siguen ocurriendo en mi querida Almer¨ªa. Es de todos conocida la animadversi¨®n que el se?or Arenas Bocanegra le tiene a todo lo que procede de El Ejido; en otros art¨ªculos ya destaqu¨¦ la distinci¨®n que el hoy presidente regional de Andaluc¨ªa, Arenas Bocanegra, en sentido negativo y comparativo, hac¨ªa con El Ejido y sus gentes respecto a otros municipios de la provincia. Jos¨¦ A?ez, actual presidente de la Diputaci¨®n de Almer¨ªa, tuvo la "osad¨ªa" de anunciar su intenci¨®n de presentar su candidatura a la presidencia provincial, ejerciendo la democracia interna estatutaria del partido y enfrent¨¢ndose a la lista oficialista dictada desde Sevilla por Arenas Bocanegra, esa actitud del presidente de la Diputaci¨®n almeriense provoc¨® en el seno del PP una tormenta instada desde Sevilla que a¨²n no ha amainado y que va a tardar mucho, much¨ªsimo tiempo en que las aguas vuelvan a su cauce. Se sucedieron una serie de peripecias tales que los que observamos desde la barrera la pol¨ªtica almeriense hemos calificado de inaudita, de ins¨®lita la situaci¨®n, desde el momento en que con tal de vencer, al se?or Arenas Bocanegra no le importa cargarse los presupuestos provinciales en perjuicio de los pueblos de Almer¨ªa y, sobre todo, de aquellos m¨¢s peque?os, m¨¢s necesitados, m¨¢s abandonados. Impone su pol¨ªtica interna del partido por pol¨ªtica institucional de la Diputaci¨®n, haciendo que aquellos diputados apesebrados voten en contra de los presupuestos provinciales que hab¨ªan sido estudiados con anterioridad para que don Jos¨¦ A?ez, presidente de la Diputaci¨®n, no presente y candidatura al congreso de Almer¨ªa, frente a la "oficialista" emanada de los deseos y caprichos de Arenas Bocanegra.
Lo que ha colmado el vaso del almeriense, de los que sentimos nuestra tierra, de los que hemos luchado por ella, no por el pesebre, ha sido conocer por medio del peri¨®dico Ideal de Almer¨ªa del 11 de diciembre de 2004 la noticia consistente en que "los populares pusieron sobre la mesa la instituci¨®n provincial, a cambio apoyar¨ªan un acuerdo regional promovido por el presidente andaluz, se?or Chaves". Tengo que reconocer que la postura del PSOE de rechazar compartir con el PP el gobierno de la Diputaci¨®n de Almer¨ªa ha sido ejemplar, que ha respetado la Diputaci¨®n provincial, ha respetado Almer¨ªa, no se ha avenido a cambalaches. Arenas Bocanegra ten¨ªa como moneda de cambio la Diputaci¨®n de Almer¨ªa para que se hiciera lo que ¨¦l pretend¨ªa, que era vejar, quitar del medio al se?or A?ez a cambio de apoyar el "impulso democr¨¢tico", documento promovido por el se?or Chaves con tal de eliminar al presidente de la Diputaci¨®n Provincial de Almer¨ªa. Es tal el odio, la sed de venganza porque alguien no ha secundado sus caprichos que le importa tres pitos Almer¨ªa, la provincia y el partido, ni democracia ni pitos, ni flautas, ordena y manda como al se?or Arenas Bocanegra se le antoja.
Y los que somos de Almer¨ªa porque la conocemos, porque la amamos, porque hemos conocido sus necesidades, sus problemas, y hoy d¨ªa su despegar, los que queremos a Almer¨ªa, y que no venimos de otras latitudes, nos duele que Almer¨ªa sea moneda de cambio para que adem¨¢s, sirva de venganza de Arenas Bocanegra contra el se?or A?ez. Esto de querer hacer de Almer¨ªa moneda de cambio le va a costar muy caro a Arenas Bocanegra. Las urnas dictar¨¢n sentencia. Otro d¨ªa, m¨¢s sobre la cuesti¨®n.
MANUEL ARQUEROS OROZCO
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