Para estar a su altura

En Espa?a ha habido un millar largo de v¨ªctimas mortales del terrorismo, m¨¢s de 800 provocadas por ETA. Pese a ello, no ha habido movimientos de venganza privada, como los que en otros lugares han desencadenado din¨¢micas sangrientas incontrolables. Ello se debe a la actitud c¨ªvica mostrada por las v¨ªctimas sobrevivientes y sus familiares. Esa actitud no siempre ha sido correspondida de igual forma por los partidos pol¨ªticos. Con frecuencia ha habido intentos de manipulaci¨®n interesada de los sentimientos de esas personas, con el efecto de pasar a primer plano la rivalidad entre partidos democr¨¢ticos. Ello ha ocurrido contra la voluntad proclamada por la mayor¨ªa de la poblaci¨®n, que siempre se ha mostrado favorable a un mayor entendimiento de los pol¨ªticos contra el terrorismo.

Se califique de agresi¨®n o de acoso violento, lo que padeci¨® el ministro Bono el s¨¢bado pasado no tiene justificaci¨®n posible, como no la tuvo el acoso contra las sedes del PP el 13 de marzo, o los que han sufrido tantas veces miembros del PP y del PSOE en el Pa¨ªs Vasco. Nada es m¨¢s inapropiado que un concurso de agravios por ver qui¨¦n los ha sufrido mayores. El propio Bono tuvo el buen sentido de considerar a sus agresores "tan miserables como los que llamaron asesino a Aznar" en otras circunstancias.

Es leg¨ªtimo manifestarse contra el Gobierno, pero es demag¨®gico y falaz aprovechar una movilizaci¨®n de las v¨ªctimas para llamar a protestar contra la supuesta permisividad de los socialistas por propiciar la salida de prisi¨®n de etarras con miles de a?os de condena. No es cierto que salgan a causa de la reforma del C¨®digo Penal de 1995; al rev¨¦s, esa reforma corrigi¨® la legislaci¨®n que permitir¨ªa al etarra De Juana Chaos salir tras s¨®lo 18 a?os. Acebes deber¨ªa haberlo dicho as¨ª claramente, en lugar de respaldar por chauvinismo de partido el llamamiento en que se dec¨ªa lo contrario.

El PP ha pedido la comparecencia parlamentaria del ministro del Interior para informar sobre las detenciones de miembros de ese partido interrogados como sospechosos de haber participado en la agresi¨®n a Bono. ?ngel Acebes y Esperanza Aguirre han evocado a la Gestapo y han hablado de detenciones pol¨ªticas y de dictadura. Pero ya se sabe que la exageraci¨®n conduce a la insignificancia. Ser¨ªa mejor, primero, que se esforzaran en cumplir con el pacto antiterrorista, y luego en promover, junto al Comisionado para las V¨ªctimas del Terrorismo, Gregorio Peces-Barba, que todos quienes han sufrido esta lacra est¨¦n bien representados y defendidos por una asociaci¨®n alejada de manipulaciones sectarias.