Triple apuesta

Soy feliz, soy feliz, soy feliz. ?T¨² no eres feliz, Mabel?". La conversaci¨®n entre Lola Due?as y Mabel Rivera est¨¢ vi¨¦ndola Bel¨¦n Rueda a trav¨¦s del espejo ante el que la est¨¢n maquillando para la sesi¨®n de fotos. Bel¨¦n Rueda sonr¨ªe y asiente. Ella tambi¨¦n es feliz. Lola Due?as salta y brinca cuando se reencuentra con las actrices que han compartido con ella la pel¨ªcula Mar adentro, y que definitivamente ha cambiado sus vidas. Personal y profesionalmente. Las tres optan esta noche a los Premios Goya en candidaturas diferentes: Lola Due?as opta al premio como mejor actriz; Mabel Rivera, al de actriz de reparto, y Bel¨¦n Rueda, al de actriz revelaci¨®n. Les separan varios a?os -Lola tiene 33; Bel¨¦n, 39, y Mabel ha cumplido ya los 52-, pero hay una complicidad entre ellas como si la amistad viniera de sus a?os de colegio. Y les viene de la uni¨®n de dos nombres: el director Alejandro Amen¨¢bar y Ram¨®n Sampedro, un hombre tetrapl¨¦jico gallego cuya ¨²nica obsesi¨®n, despu¨¦s de 26 a?os postrado en la cama, fue la de morir. "Nos uni¨® Ram¨®n", asegura Lola Due?as, que en la pel¨ªcula encarna a Moncha, la novia de Sampedro, con la que se traslad¨® a vivir a Boiro para ayudarle definitivamente a morir. "Habl¨¢bamos todo el tiempo de ¨¦l, era como nuestro punto de referencia", a?ade Lola. "Y tanto que habl¨¢bamos de ¨¦l y nos pele¨¢bamos por ¨¦l. Nos cel¨¢bamos por ¨¦l", recuerda Mabel Rivera, una actriz coru?esa que, tras a?os de ¨¦xito local en la televisi¨®n gallega con la serie Pratos combinados, ha dado un salto definitivo con el papel de Manuela, la cu?ada de Sampedro que le cuid¨® con tanto mimo durante tantos a?os.

Las tres jugaron a competir por el amor de Ram¨®n: Manuela, la cu?ada; Moncha, la novia de Boiro, y Julia, una abogada, papel que interpreta Bel¨¦n Rueda. Los dos primeros est¨¢n basados en personas aut¨¦nticas de la vida de Sampedro; Julia, la abogada, es un compendio de varios personajes que tuvieron contacto con ¨¦l. Un hombre en la cama, pero valiente, rodeado de mujeres. ?sa fue la realidad tr¨¢gica y amable de Sampedro, que batall¨® durante a?os por una muerte digna en tribunales y medios de comunicaci¨®n para lograr un apoyo que nunca encontr¨® y que tuvo que buscar luego privadamente. Le han conocido ahora y hablan de ¨¦l en presente. Debi¨® de ser tal su poder de seducci¨®n que hoy, cuando se acaban de cumplir seis a?os del suicidio (muri¨® el 12 de enero de 1988 tras beber un vaso de agua con una dosis de cianuro de potasio) de alguien que no conocieron en vida, las tres siguen bajo los efectos de su magia y de sus poemas. Como el titulado 'Ya ves', en el libro Cartas desde el infierno (editorial Planeta): "Cuando me habl¨®, estaba triste; / me pregunt¨® la causa de mi tristeza. / Mujer, la causa de mi mal siempre es la misma: / que yo adoro lo bello y t¨² eres la belleza. / A menudo, yo soy como el Quijote: te idealizo due?a de mi locura / pero no se me olvida nunca que es s¨®lo sue?o. / La causa de mi mal, ?ya ves!, es la cordura".

"Lo conoces como persona a trav¨¦s de las personas que realmente estuvieron a su lado. La idea que yo ten¨ªa concretamente sobre Ram¨®n ha cambiado bastante. Cuando sale en los medios de comunicaci¨®n, sale por una causa, con la que puedes estar a favor o no, y lo primero que te transmite es su valent¨ªa, la valent¨ªa de defender algo as¨ª desde una postura muy tranquila, muy pensada y razonada. Cuando empiezas a hablar con las personas que estuvieron con ¨¦l, la figura de Ram¨®n se engrandece mucho m¨¢s porque te das cuenta de que ten¨ªa mucho coraz¨®n. Tambi¨¦n es verdad que Ram¨®n no quer¨ªa ser protagonista, aunque el hecho de que estuviera tan presente en los medios de comunicaci¨®n te pod¨ªa llegar a confundir. De hecho, cuando alguien le quer¨ªa hacer l¨ªder de una causa, ¨¦l dec¨ªa: 'No os equivoqu¨¦is, esto es lo que yo deseo para m¨ª, lo que no quiere decir que esta elecci¨®n es la mejor para todas las personas que est¨¦n en mi situaci¨®n'. Era muy valiente porque de alguna manera ¨¦l representaba ante la sociedad una reivindicaci¨®n, la de una muerte digna, que quiz¨¢ ante esa misma sociedad era negativa. Lo grandioso de ¨¦l es que no se dej¨® morir, a pesar de su tr¨¢gica situaci¨®n, sino que creci¨® y creci¨®. Por eso era tan epatante para las personas que le conoc¨ªan", dice Bel¨¦n Rueda. A su lado, Mabel ha escuchado callada y reflexiva. Es quiz¨¢ ella la que mejor entiende ese car¨¢cter tan gallego, tan cerrado en s¨ª mismo a pesar de su apariencia comunicadora. "A nadie dejaba indiferente. De alguna manera, ¨¦l te obligaba a que cada uno tomase una posici¨®n con respecto a su historia. En este sentido, creo que una de las caracter¨ªsticas de este personaje, porque era un aut¨¦ntico personaje, una persona fuera de lo com¨²n, era su individualismo, llevado a unos extremos que en algunos momentos podr¨ªa ser incluso duro para ¨¦l. Era muy gallego. Y muy obstinado". Bel¨¦n quiere a?adir algo: "El hecho de tener que estar ah¨ª sin moverse y pensar, teniendo algo en la cabeza, te hace recibir de los dem¨¢s no s¨®lo lo que te quieren contar, sino lo que sienten. Para eso, Ram¨®n ten¨ªa una sensibilidad especial, y por eso conectaba tan bien con las mujeres".

El fot¨®grafo les hab¨ªa pedido que vinieran a la sesi¨®n vestidas de blanco y negro. Mabel lleg¨® la primera. En una maletita se ha tra¨ªdo, formal y obediente, una falda y una chaqueta negras, y una camiseta blanca, tacones altos comprados en Nueva York y un toque elegante: una peque?a flor blanca para la solapa. Lola expresa una y otra vez un deseo para la foto: quiere prenderse en el pelo unas horquillitas de flores que se ha tra¨ªdo de un viaje por Singapur. Ella, con pantalones vaqueros y camiseta blanca, s¨®lo ha tra¨ªdo una camiseta negra -"cre¨ªa que la foto no era de cuerpo entero"-. Finalmente llega, arrebatadora y marchosa, Bel¨¦n Rueda. Son las doce de la ma?ana y ya viene de rodar desde la madrugada uno de los cap¨ªtulos de Los Serrano, la serie de Telecinco, en la que comparte protagonismo con Antonio Resines. Se la ve cansada y delgada. Trae un bols¨®n de pl¨¢stico con multitud de prendas negras y blancas. No sabe lo que lleva dentro. "Me he acordado en el ¨²ltimo minuto y le he pedido a mi hermana, encargada del vestuario en la serie, que me dejara algo, y est¨¢ todo ah¨ª". Lola revuelve en su interior. "Coge lo que quieras", le dice Bel¨¦n mientras la maquillan y le quitan los rizos que trae de Los Serrano.

Parece que todo son deudas. Deudas sentimentales, pero muy positivas. Deudas con los familiares y amigos de Sampedro que les han abierto sus casas y corazones.

Mientras la peinan y maquillan es dif¨ªcil imaginar a Mabel Rivera en el papel de Manuela, todo el pelo frito, pegado a la frente y con un mandil¨®n oscuro. "?Pero de d¨®nde ha salido esta actriz?". Era una de las preguntas que con asombro se hac¨ªa todo el mundo a la salida de las proyecciones de Mar adentro. En Galicia la conocen de sobra gracias al ¨¦xito de la serie de la televisi¨®n gallega Pratos combinados, en la que la actriz lleva trabajando 10 a?os. Pero ella empez¨® en el teatro, g¨¦nero que nunca ha abandonado y al que siempre vuelve -"es como hacerte chequeos peri¨®dicos, es un gimnasio muy especial que te revalida d¨ªa a d¨ªa"-. Pero ha sido su trabajo en Mar adentro el que le ha dado fama en todo el pa¨ªs. "Lo he vivido con normalidad y tranquilidad, no como algo que pareciera excesivo. Ha cambiado el punto de vista de los dem¨¢s, pero no el m¨ªo. La confianza que ha depositado en m¨ª Amen¨¢bar me ha revalorizado, me ha dado un punto de confianza para que pueda seguir avanzando en mi profesi¨®n".

Rivera ha dejado de momento la serie -"ha coincidido con la pel¨ªcula, pero llevaba tiempo con ganas de cambiar, y cuando algo te empieza a preocupar es que necesitas hacer algo distinto"-, pero no tiene ning¨²n proyecto concreto. No le preocupa especialmente, tan metida como est¨¢ todav¨ªa en la promoci¨®n de Mar adentro y en los coletazos felices que va provocando. Es consciente de su deuda con Manuela, la cu?ada de Ram¨®n Sampedro que le cuid¨® con "talento, respeto y prudencia" durante tantos a?os. "La habitaci¨®n de Ram¨®n la conserva tal cual la dej¨® ¨¦l mismo. S¨®lo ha recogido alg¨²n libro y algo de ropa. Ah¨ª sigue el cuadrito, el tel¨¦fono, el ordenador donde escrib¨ªa; el pantal¨®n del pijama lo tiene guardado, y la chaqueta azul, que era el color que le favorec¨ªa. Manuela es una mujer muy linda y graciosa, con un sentido com¨²n y sin grandes alardes; es de las personas m¨¢s generosas que yo he conocido. Me ha contado mucho. Hab¨ªa cosas que no me atrev¨ªa a preguntar y parec¨ªa que me adivinaba el pensamiento. Vi c¨®mo se mov¨ªa por la casa y c¨®mo se respiraba all¨ª, c¨®mo se adue?a de todo sin af¨¢n de posesi¨®n. Me ayud¨® a tejer un tipo de relaci¨®n. Ella recib¨ªa mucho de Ram¨®n. Y sufri¨® un desgarro tan fuerte cuando ¨¦l sali¨® de su casa?", va recordando Mabel Rivera.

Especial, muy especial, es el recuerdo que tiene Lola Due?as de su querida Moncha, la novia de Boiro que finalmente se decidi¨® a ayudar a Sampedro a conseguir lo que quer¨ªa, dejar el infierno en el que viv¨ªa, y que se ha atrevido a contarlo en directo hace poco en un programa de televisi¨®n. Expansiva y positiva, Due?as, que estudi¨® en la primera promoci¨®n del Teatro de la Abad¨ªa, de Jos¨¦ Luis G¨®mez, le debe un viaje a Moncha. Pero esta vez lo har¨¢ como Lola y no como la actriz que quiso saber todo de ella para poder encarnarla en la gran pantalla. "Me dej¨® hasta grabarla. Me ha cambiado la vida. Es tan generosa? Me abri¨® su historia, sus sentimientos, sus debilidades?".

Julia, el personaje que interpreta Bel¨¦n Rueda, es el ¨²nico de los tres que no se centra en una persona concreta, sino que es la uni¨®n de varias de las que anduvieron muy cerca de Sampedro. Rueda se ha basado sobre todo en el gui¨®n escrito por Amen¨¢bar y Mateo Gil. "A medida que investigabas en el personaje, hablando con la gente, te dabas cuenta de que nada era un truco cinematogr¨¢fico para que la pel¨ªcula funcionara. Es verdad que el ritmo es diferente a la vida real, pero es que realmente todo lo que cuenta fue as¨ª. Creo que, desde el principio, tanto Alejandro como Mateo profundizaron much¨ªsimo en las relaciones, y por eso cada personaje en la pel¨ªcula es muy importante".

Rueda hace hincapi¨¦ en el poder de los papeles femeninos de Mar adentro, algo que no es muy usual en el panorama cinematogr¨¢fico actual, tanto nacional como internacional. Aunque protagonizado por un hombre, Javier Bardem, el cuarto filme de Amen¨¢bar es toda una recreaci¨®n de la fuerza de los personajes de mujeres. "Son tan poderosos", explica Rueda, "porque se desarrollan con mucha coherencia, es toda una evoluci¨®n de los sentimientos de cada una de ellas. S¨ª es verdad que hay un punto en com¨²n que es Ram¨®n, pero luego cada una tiene su vida, y eso est¨¢ muy bien contado". Mabel Rivera cree que el poder de las mujeres en la pel¨ªcula obedece al inter¨¦s de Amen¨¢bar por contar esta historia desde la perspectiva del amor. "Fue planteando cada forma de relaci¨®n amorosa de cada una de las mujeres. Y nosotras, encantadas, porque no hay muchos trabajos de actrices tan poderosos".

Y si hay deudas con Sampedro, no digamos con Amen¨¢bar. Bel¨¦n Rueda ya lo puede confesar tranquila y relajada. Muy poca gente crey¨® en ella cuando Amen¨¢bar plante¨® su nombre para dar la r¨¦plica en la pel¨ªcula al monstruo cinematogr¨¢fico de Javier Bardem. Hubo desconfianza y cr¨ªticas, pero ella siempre se mantuvo callada. La recompensa la tiene hoy con la candidatura a los Goya como mejor actriz revelaci¨®n. "Ahora todo parece que ten¨ªa que ser como est¨¢ siendo, pero las inseguridades eran importantes. La candidatura es el mejor regalo que me han podido dar los compa?eros de profesi¨®n", explica. "Al principio ten¨ªa la sensaci¨®n de que Alejandro confiaba m¨¢s en m¨ª que yo misma. Creo que ¨¦l tiene una forma de ser que te gana personalmente y te hace ganar confianza. Sabe sacar lo mejor y lo peor de ti, y se lo das porque sabes que no lo va utilizar mal. Yo vengo de la televisi¨®n, y la lucha que hay entre el medio televisivo y el cine es absurda. No s¨®lo a nivel de actores, tambi¨¦n de guionistas, directores de fotograf¨ªa, t¨¦cnicos de sonido. Creo que en vez de esta guerra tendr¨ªa que existir complicidad. Mi participaci¨®n en Mar adentro era adem¨¢s una reivindicaci¨®n de la gente de televisi¨®n, una manera de decir: somos actores, estamos aqu¨ª, tambi¨¦n sabemos hacer esto. Ahora hay gente que me pregunta por qu¨¦ no he hecho cine hasta ahora. Y yo digo que me alegro de no haber hecho antes cine; no porque no me guste el cine, es que quiz¨¢ yo no hubiera podido con este personaje si no hubiera hecho antes todo lo que he hecho, ?o es que lo de televisi¨®n no es interpretaci¨®n? Los actores vamos creciendo seg¨²n vamos trabajando, como personas y como int¨¦rpretes, y esto te enriquece para, en un momento dado, construir un personaje m¨¢s complejo. Agradezco much¨ªsimo a Alejandro y a Luis San Narciso, el director de casting, que hayan hecho un reparto sin prejuicios. Eso enriquece la pel¨ªcula. Cuando Alejandro me pregunt¨® que si estaba dispuesta a hacer este viaje con ¨¦l, le dije que s¨ª, pero que, por favor, me cogiera de la mano y me llevara con ¨¦l. As¨ª lo he sentido yo". En ese momento, Lola Due?as, generosa como la que m¨¢s, apunta: "Me he alegrado much¨ªsimo por Bel¨¦n, por todo lo que la gente dijo o coment¨®. Me he alegrado diez veces, porque una actriz es una actriz. Bel¨¦n da luz a esta historia porque ella la tiene".

Tambi¨¦n Mabel Rivera conoce lo que es el paso de la televisi¨®n a la gran pantalla. "Para m¨ª, Alejandro, independientemente de que desde fuera se le vea como un genio, es una persona normal, de gran calidad humana. Eso es lo fant¨¢stico. Me da la impresi¨®n de que ha sido siempre as¨ª. No se ha endiosado, a pesar de todo lo que le ha pasado en estos ¨²ltimos a?os. Como actriz, le estar¨¦ agradecida toda mi vida, pero toda mi vida, por tener la valent¨ªa de romper con cualquier tipo de encasillamiento, de pasar por encima de las cosas. Porque los encasillamientos funcionan en muchos sentidos. Hay un encasillamiento incluso f¨ªsico. Yo no me present¨¦ a la primera prueba de casting porque yo misma me hab¨ªa autoeliminado. F¨ªjate hasta qu¨¦ punto determinadas historias te pueden influir. No me ve¨ªa como Manuela, y a Alejandro no le import¨®. Nunca le agradecer¨¦ lo suficiente esa confianza".

?Qu¨¦ suceder¨¢ en la ceremonia de los Goya? Puede que esta noche todav¨ªa se cumplan m¨¢s sue?os en ese viaje por las profundidades del mar y la vida. Ser¨¢ un homenaje p¨®stumo a ese hombre valiente, seductor y poeta: "?Por qu¨¦ morir? / Porque a veces el viaje sin retorno es el mejor camino que la / raz¨®n nos puede ense?ar, por amor y respeto a la vida. / Para que la vida tenga una muerte digna". (Extracto del poema ?Por qu¨¦ morir?).