La fiebre por el Hyrox, una explosiva combinaci¨®n de carreras con ejercicios que arrasa

La pantalla negra marca en n¨²meros blancos 1:06:27. ?l, sudoroso y sin camiseta, la mira y grita: ¡°?Vamoooos!¡±, se gira, flexiona los brazos en un ¨¢ngulo de 90 grados, los b¨ªceps se inflan como globos de cumplea?os, marca una sonrisa y mira a c¨¢mara. A su derecha, una cola de seis hombres tambi¨¦n sin camiseta, tambi¨¦n sudorosos, tambi¨¦n musculados, esperan su minuto de gloria. El primero, el siguiente en posar ante la pantalla, aplaude y le anima: ¡°?Qu¨¦ tiempazo, t¨ªo, tiempazo!¡±. Una mujer que tiene edad suficiente para ser su madre chilla entre el p¨²blico detr¨¢s de una valla: ¡°?Ese Charli!¡±. Charli, al que el fot¨®grafo ya ha retratado en dos posturas diferentes delante de su tiempo, avanza con pasos lentos hasta una mesa, coge un pl¨¢tano, lo abre con gestos precisos y se lo come en tres mordiscos. Da un trago de una botellita de agua y el resto se lo echa sobre la cabeza antes de desplomarse sobre una silla plegable.

Podr¨ªa llamarse V¨ªctor o Fran o Jos¨¦. Podr¨ªa ser contable o profesor de educaci¨®n f¨ªsica o neurocirujano. Pero hoy es solo una cosa: un atleta que se siente como un deportista de ¨¦lite y que acaba de completar en 1:06:27 y en solitario una competici¨®n de Hyrox. Ha hecho un buen tiempo, pero el que ha quedado primero ha completado los mismos ejercicios en 57 minutos y 42 segundos. El r¨¦cord del mundo lo ostenta Alexander Roncevic, un austriaco que en el ¨²ltimo mundial de Hyrox, celebrado en Niza, hizo la carrera en 56 minutos y 21 segundos.

Si le preguntas a los atletas que lo practican, te dir¨¢n que el Hyrox es un deporte. Si le preguntas a los entrenadores, contestar¨¢n que es un entrenamiento. Para la organizaci¨®n, Hyrox es una marca que tiene una competici¨®n. ¡°Al final el deporte que haces es el fitness de gimnasio¡±, dice ?lvaro del Busto, responsable de marketing de Hyrox Espa?a, y a?ade: ¡°Por ejemplo, CrossFit es una marca que tiene un entrenamiento. Nosotros tenemos una competici¨®n¡±. El mismo lema se repite tambi¨¦n en la p¨¢gina web: ¡°Hyrox, la nueva competici¨®n de fitness¡±. Al que se a?ade otro: ¡°Hyrox, la competici¨®n de fitness para todos¡±. Esa inclusividad es algo que los entrenadores de Hyrox en los gimnasios se esfuerzan por remarcar. ¡°Es un entrenamiento muy accesible, ha roto el canon de que necesitas ser muy deportivo para hacerlo¡±, explica Javier Taberna (Murcia, 44 a?os), entrenador de Hyrox y propietario de dos gimnasios en Colmenar Viejo (Madrid). Del Busto a?ade: ¡°Son ejercicios funcionales que todo el mundo sabe hacer. Empujar, saltar¡­, cosas que los humanos llevan haciendo mucho tiempo¡±.

Hyrox vio la luz en 2017 en Alemania, cuando el campe¨®n ol¨ªmpico de hockey sobre hierba Moritz F¨¹rste, el exdirectivo de Audi Michael Trautmann y el exdirectivo de Ironman Christian Toetzke decidieron crear una competici¨®n para toda aquella gente que iba al gimnasio pero no pod¨ªa competir en ning¨²n deporte concreto. Bas¨¢ndose en el entrenamiento h¨ªbrido, crearon un entreno que se parec¨ªa al crossfit con ocho kil¨®metros de carrera o al running con ocho ejercicios funcionales.

En la primera edici¨®n de la competici¨®n, celebrada ese mismo a?o en Hamburgo, se apuntaron 650 participantes. En la ¨²ltima, celebrada en Espa?a, la de Bilbao de mediados de febrero en la que ha corrido Charli, han competido 8.000 atletas. Cifra que ser¨¢ superada en las ediciones de Valencia, M¨¢laga y Barcelona. ¡°Este a?o hemos agotado las entradas y hay lista de espera para todos los eventos¡±, explica Del Busto. Hyrox est¨¢ presente en 26 pa¨ªses del mundo y en total, en toda la temporada, participan 250.000 deportistas en las competiciones. De ellos, solo 1.500 se clasificar¨¢n para la final de Chicago en junio.

A Espa?a el Hyrox lleg¨® hace cuatro a?os de la mano de su CEO, ?lvaro Taracena, que tambi¨¦n ha exportado la marca a Portugal y M¨¦xico. El primer a?o de su presencia en Espa?a, solo hab¨ªa 20 gimnasios adscritos a la marca. Ahora mismo hay m¨¢s de 350 que ofertan el entrenamiento Hyrox con la marca Hyrox y las m¨¢quinas Hyrox. Para que un gimnasio pueda ofertarlo, debe pagar una anualidad de 1.200 euros y sus entrenadores hacer una formaci¨®n online impartida por Hyrox Espa?a. ¡°Lo que yo me encuentro es con gente que ha escuchado crossfit y viene a Hyrox rechazada por la dureza del crossfit¡±, cuenta Valerio Rodr¨ªguez (Sevilla, 30 a?os), entrenador de Hyrox en el gimnasio 91 Rivas de Rivas-Vaciamadrid. Seg¨²n Taberna, tambi¨¦n es muy importante el componente social de las clases. ¡°La media de edad de las clases de Hyrox es por encima de 35 a?os. Atletas de crossfit que se han cansado del crossfit o runners que quieren un entrenamiento m¨¢s h¨ªbrido. O gente que no ha hecho deporte en la vida y al venir aqu¨ª ven resultados r¨¢pido. Adem¨¢s aqu¨ª tienes un coach que te arropa, nadie te mira mal por levantar menos peso y haces amigos con los que tomar algo despu¨¦s del entreno. Es lo que m¨¢s motiva, formar parte del grupo¡±, explica el entrenador. En el entrenamiento de gimnasio, de una hora en la que no puede haber m¨¢s de 15 personas al mismo tiempo, se practican los ejercicios que forman parte de la competici¨®n oficial aunque muy pocos van luego a competir. ¡°Para eso s¨ª tienes que estar en forma¡±, dice Taberna, que ha participado en el Hyrox Madrid de 2023.

Las pruebas que componen una carrera Hyrox como la de Bilbao son muy concretas y siguen siempre el mismo orden. Ocho workouts o ejercicios funcionales, que se alternan con ocho kil¨®metros de carrera. Todos los ejercicios se hacen con objetos o m¨¢quinas de gimnasio y llevan nombres en ingl¨¦s como Skierg, Sled Push, Sled Pull, Burpees, Rowing, Farmers Carry, Sandbag Lunges o Wall Balls. Las pruebas comienzan con una carrera de un kil¨®metro y despu¨¦s de hacer cada ejercicio hay que correr otra vuelta de un kil¨®metro, menos despu¨¦s del ¨²ltimo que solo tienes que correr hacia la meta. ?Qui¨¦n gana? El que haga el mejor tiempo en su categor¨ªa y en su pa¨ªs se clasifica para la final que este a?o ser¨¢ en Chicago. En la final solo gana el que acaba antes.

Las competiciones de Hyrox como la de Bilbao son el ¨²ltimo punto de un recorrido que comienza en los gimnasios de barrio. Javier Moredo (Ourense, 54 a?os) es director de producci¨®n del grupo San Jos¨¦ Industrial y entrena cinco veces por semana en el gimnasio de Taberna. Acaba la clase con gotas de sudor resbalando por su cara y la camiseta completamente empapada. Ha entrenado duro porque planea ir a Bilbao en la categor¨ªa de dobles con su hijo. ¡°Tienes que nacer con el esp¨ªritu de sufrimiento, pero si te gusta el sufrimiento, este es tu deporte¡±, dice tras la clase. Su compa?era de gimnasio Carmen Agudo (Madrid, 56 a?os) es dise?adora y entrena cada d¨ªa desde hace m¨¢s de un a?o, aunque a¨²n no se plantea competir. ¡°Yo estaba en casa muy estresada, perdida, llevaba 10 a?os sin hacer deporte porque lo dej¨¦ cuando tuve cinco hijos y gracias a esto he podido recuperar la rutina¡±, explica y confiesa: ¡°Necesito venir aqu¨ª cada d¨ªa porque lo necesito mentalmente. Eliminar, eliminar, eliminar toda la mierda mental, las noticias. Despu¨¦s, duermo 12 horas seguidas y no me levanto hasta el mediod¨ªa, como Lolita¡±.

Diversos estudios cient¨ªficos confirman lo que los clientes de gimnasio ya saben: hacer deporte hace que nos sintamos bien. De hecho, la actividad f¨ªsica produce un chute de endorfinas que se ha demostrado que puede aliviar los s¨ªntomas de depresi¨®n y ansiedad y hacernos sentir m¨¢s felices, m¨¢s relajados y con un mejor concepto de nosotros mismos por haber superado una actividad dura. El cerebro tiene la tendencia de recompensarte tras un gran esfuerzo. Y, con el tiempo, no puedes vivir sin esa recompensa.

Los eventos de las competiciones se planean como una gran fiesta del deporte y la vida sana. Aunque los gimnasios obligan a sus deportistas a hacer la parte de la carrera en la calle, la competici¨®n se realiza por completo en un espacio cubierto. As¨ª se planea un recorrido con grandes arcos inflables que dan la bienvenida a cada una de las pruebas, suelo negro con flechas, moquetas bajo las que se esconden los sensores que monitorizan a los competidores (todos llevan un chip en el tobillo) y sirven para penalizarlos si hacen trampas, luces fluorescentes y m¨²sica tecno a todo volumen que ahoga los gemidos, gritos y jadeos. Se puede competir en cuatro modalidades distintas: en solitario, en pareja, en pareja mixta o en relevos de cuatro. Cada categor¨ªa tiene apartado femenino y masculino. No se hacen pruebas de dopaje en las clasificatorias, solo en la final.

Edgar Lorenzo (32 a?os) y Arnau Guerrero (22 a?os) han acabado el Hyrox de Bilbao en la modalidad pareja en un tiempo de una hora y un minuto. Tras bajarse del escenario, Lorenzo admite: ¡°Me quitas el deporte y me quitas mi vida. Si me dan a elegir entre cortarme un brazo o una pierna, prefiero que me corten el brazo. La pierna la necesito para correr¡±, dice. Yaru Mujica (27 a?os) y Adriana Centeno (26 a?os) tambi¨¦n han competido en Bilbao en la modalidad de pareja femenina. ¡°Yo no veo hacer Hyrox como algo est¨¦tico, sino que quiero estar fuerte. Quiero sentirme poderosa, levantar 100 kilos de peso muerto y sentirme incre¨ªble¡±, cuenta Mujica, que se apunt¨® al gimnasio porque quer¨ªa perder peso despu¨¦s de haber pasado por una depresi¨®n. Ahora, tras terminar la carrera de Bilbao se siente tan poderosa que ya ha decidido que el a?o pr¨®ximo la correr¨¢ sola y est¨¢ estudiando acondicionamiento f¨ªsico para dejar su trabajo en Amazon y ser entrenadora.

¡°Es muy bonito ser el m¨¢s viejo de la competici¨®n porque no hay nada mejor que mandar sobre uno mismo en la vejez¡±, sostiene Alejandro Rojas-Marcos (84 a?os). Rojas-Marcos, que en otra vida fue alcalde de Sevilla y diputado de las Cortes, ahora se dedica a competir en Hyrox con su compa?ero Julio Paneque (57 a?os). Es el ¨²nico que compite en su categor¨ªa de mayores de 69 a?os y se ha clasificado para el mundial de Chicago por Espa?a. ¡°No tiene mucho m¨¦rito porque no compito contra nadie¡±, dice ¨¦l, aunque en la competici¨®n es siempre el favorito: de entre los cuerpos de hombres musculosos sin camiseta y mujeres igual de musculosas en top, su pelo blanco rizado y su cinta le hacen ver como una rara avis en la gran fiesta del Hyrox.

Charli ya se ha ido de la zona de descanso, pero el resto de los atletas sin deporte reconocido no dejan de llegar al escenario. Despu¨¦s de mirar su tiempo en la pantalla, acaban desplomados sobre la moqueta negra. Yacentes, tres, cuatro, ocho cuerpos a la vez. Es como el campo de Borodin¨® tras la batalla, pero con m¨²sica tecno a todo volumen y olor a red bull. Uno de los corredores ha terminado vomitando. Otro ha decidido pedirle matrimonio a su novia encima del escenario. Ella ha dicho s¨ª. Mientras, un corredor intenta bajar la escalera pero los calambres de las piernas tras el esfuerzo le hacen andar como un mu?eco articulado. Algunos, para que no les pase, llevan sobres de electrolitos metidos en los calcetines. ¡°Ojal¨¢ se pueda hacer una federaci¨®n de esto y llegar a deporte ol¨ªmpico, aunque ya no ser¨¢ con el nombre de la marca¡±, dice Del Busto. Por el momento, con el patrocinio de Red Bull y de Puma, unas entradas a m¨¢s de 100 euros por competidor y 15 euros por espectador (a Bilbao acudieron 4.000 personas) y eventos en todo el mundo, Hyrox seguir¨¢ siendo un buen negocio. Y tambi¨¦n, la competici¨®n de todos aquellos que simplemente van al gimnasio.