Los kurdos desbordan los colegios electorales para participar con fuerza en el nuevo Irak
Las elecciones regionales celebradas en el Kurdist¨¢n reafirman su voluntad de autogobierno
"Hace casi una hora que espero, pero no me importa, es por el futuro de Irak y del Kurdist¨¢n". Vestido a la kurda -guerrera verde olivo y pantalones bombachos-, el carnicero Mohamed Suleyman, de 30 a?os, votaba por primera vez en su vida. Los votantes de Erbil desbordaron ayer los colegios electorales, donde las largas colas se prolongaron hasta bien entrado el mediod¨ªa, en apoyo de una lista ¨²nica de partidos nacionalistas. En una jornada pac¨ªfica, marcada por un despliegue de fuerzas de seguridad sin precedentes, los kurdos fueron los ¨²nicos en poder elegir un Parlamento propio para su territorio.
En el conservador medio rural, hombres y mujeres votaron en urnas separadas
Las barreras contra los coches bomba y los registros disiparon el miedo a votar
En las habitualmente congestionadas calles de Erbil s¨®lo hab¨ªa ayer ni?os jugando al f¨²tbol. Las barricadas anti coche bomba y los sucesivos registros y cacheos policiales disiparon el miedo a votar de los kurdos. En muestreos de participaci¨®n realizados por EL PA?S poco antes de que cerraran sus puertas dos colegios electorales del centro de Erbil hab¨ªan votado entre un 60% y un 75% de los censados en las listas, un porcentaje que se disparar¨ªa en ambos casos hasta el 90% si se agregaban los votantes no registrados, pero que hab¨ªan decido depositar sus sufragio en esa mesa, de acuerdo con las normas electorales.
Nadie quiso perderse la hist¨®rica votaci¨®n: a hombros, en brazos o en sillas de pl¨¢stico, ancianos y enfermos fueron llevados por voluntarios al pie de las urnas. El cielo amenazaba con cerrarse a media ma?ana sobre las alturas de Salahudin, 40 kil¨®metros al este de Erbil, la capital del Kurdist¨¢n iraqu¨ª. Pero los votantes que, como Mohamed Suleyman, hac¨ªan cola ante el colegio no parec¨ªan preocupados por la amenaza de lluvia y aguardaban pacientes su turno.
"Voto tambi¨¦n por la democracia, y por un Kurdist¨¢n libre", proclamaba este carnicero kurdo, mientras llevaba de la mano a su hijo Salim, de tres a?os y vestido como su padre a la kurda, hacia la mesa electoral n¨²mero cinco. "Todo est¨¢ saliendo bien", explicaba el profesor Mohamed Thasin, de 29 a?os, presidente de esa mesa.
"A los votantes se les identifica para ver si figuran en la lista de las agencias oficiales que distribuyen comida", detallaba, "y quienes no est¨¢n registrados pueden votar tambi¨¦n si tienen la cartilla de racionamiento". Despu¨¦s se entregaban ceremoniosamente las tres grandes papeletas -para el Parlamento iraqu¨ª, el Parlamento regional kurdo y el Consejo de la provincia, en este caso el de Erbil- y se marcaba con tinta azul un dedo del votante. "Hay que comprobar que se seca, al menos durante 10 segundos", precisaba Thasin.
En unas cabinas de cart¨®n rudimentarias los electores deb¨ªan marcar luego la casilla del partido o coalici¨®n al que daban su voto en las papeletas, que finalmente se introduc¨ªan -sin sobre, pero plegadas- en cada una de las tres urnas de pl¨¢stico transparente selladas con precintos del mismo material. La de tapa roja, para las elecciones generales; la amarilla, para las regionales del Kurdist¨¢n, y la verde, para la provinciales.
El ministro de Exteriores iraqu¨ª, el kurdo Hoshyar Zebari, se felicitaba del "excelente desarrollo de la jornada electoral" a su llegada a un hotel de Erbil. En un Irak que no ha tenido elecciones multipartidistas desde 1953 y que intenta salir a flote de un oscuro pasado de dictadura, represi¨®n y guerras, la jornada electoral se desarrollaba ayer "bastante bien", seg¨²n las medidas palabras del director del colegio de Salahudin y representante de la Comisi¨®n Electoral, Mahmud Abalah, de 36 a?os.
En el conservador medio rural kurdo, los hombres y las mujeres, vestidos y acicalados todos como para asistir a una boda, votaban en urnas separadas. El mismo agente que ordenada meticulosamente las filas de votantes entregaba un papelito con n¨²meros impresos: 130, 162 y 292. Estas cifras corresponden al orden asignado en las papeletas a las listas de coalici¨®n kurda para las generales y las regionales, en los dos primeros casos, y a la del Partido Democr¨¢tico del Kurdist¨¢n (PDK), en el tercero. Salahudin es el feudo de Masud Barzani, presidente del PDK y l¨ªder de una dinast¨ªa que ha encabezado las revueltas del nacionalismo kurdo durante el siglo XX.
En las afueras de la poblaci¨®n, surgida en torno al palacio de Barzani y los imponentes edificios de su partido, se concentran los dep¨®sitos de los carros de combate, blindados y artiller¨ªa pesada abandonados por el Ej¨¦rcito de Sadam Husein tras la ca¨ªda de Kirkuk en abril de 2003. "En general las elecciones est¨¢n siendo limpias", explicaba ayer el interventor de la Uni¨®n Patri¨®tica del Kurdist¨¢n (UPK) Jalil Hasan, de 40 a?os, enviado por su partido desde Suleimaniya, en el sur de la regi¨®n, para observar el desarrollo de las votaciones en la zona de influencia de sus antiguos enemigos -en el encarnizado conflicto civil que ensangrent¨® el Kurdist¨¢n iraqu¨ª entre 1993 y 1998- y actuales aliados.
En colegios electorales situados fuera de la conurbaci¨®n de Erbil, como el de la localidad de Mala Umer, los votantes parec¨ªan recibir con naturalidad las consignas del partido hegem¨®nico en la provincia, que controla casi todos los resortes del poder. Los analfabetos se dejaban tambi¨¦n aconsejar sin aparente inquietud por los responsables de las mesas o por los delegados de los partidos. "S¨®lo hemos tenido problemas con gente poco educada, de mentalidad tribal, porque dec¨ªan que no se dejaban manosear por nadie", justificaba el supervisor de la Comisi¨®n Electoral, el abogado Katan Nazin, de 35 a?os, el rechazo de algunos aldeanos kurdos a los estrictos cacheos.
En realidad, el voto se planteaba ayer en el Kurdist¨¢n como un refer¨¦ndum de afirmaci¨®n del nacionalismo en apoyo de las listas de coalici¨®n del PDK y la UPK a los comicios nacionales y regionales kurdos. Los dos grandes partidos s¨®lo han permitido la confrontaci¨®n abierta en las elecciones provinciales, donde los resultados parecen m¨¢s previsibles, ya que gobiernan de forma separada sus territorios respectivos. A t¨ªtulo de ejemplo, los tel¨¦fonos m¨®viles del norte, en la zona del PDK en Dohuk y Erbil, no tienen validez en Suleimaniya, en el sur, cuyo caudillo es Yalal Talabani, presidente de la UPK.
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